La brecha de género va desapareciendo en el mundo emprendedor

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Diez para ellos y ocho para ellas. En el mercado laboral español, por cada diez hombres que emprenden, lo hacen también ocho mujeres en el último año. Una cifra que nos hace ponernos por delante de la media europea, donde la relación es de diez a seis.

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De estas cifras, este titular: se reduce la brecha de género a la hora de emprender. Pero es que además lo hace por quinto año consecutivo, según el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2017-18 que acaban de presentar el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE), la Asociación RED GEM España, la Fundación Rafael del Pino, Banco Santander Universidades y Enisa.

Esta brecha no tiene el mismo grosor en todo el espectro de emprendimiento. ¿Dónde es más gruesa? En los negocios consolidados. Estos siguen estando liderados por los hombres: seis a cuatro. Sin embargo, la brecha prácticamente desaparece cuando hablamos de personas que esperan crear un negocio en los próximos tres años: casi cinco a cinco. El 50,9% de hombres frente al 49,1% de mujeres, para ser más exactos. Y la diferencia llega a ser incluso favorable para las mujeres cuando se trata del abandono de negocios. Abandonan más ellos (el 52,6% de los casos cuando los lideran hombres) que ellas.

Otra buena noticia es que vemos más oportunidades de negocio en nuestro mercado y esto nos está animando a emprender. El informe refleja que el 32% de los emprendedores afirma que percibe buenas oportunidades. El mayor índice desde 2005. Además consideramos que poseemos cada vez más las capacidades necesarias para emprender (el 45% de los emprendedores encuestados). 

Como punto menos positivo hay que reconocer que casi la mitad de los encuestados, cuatro de cada diez, señalan el miedo al fracaso como un condicionante para el comportamiento emprendedor. Un indicador en el que estamos empatados con otros países con modelos de desarrollo semejante al nuestro.

Crece la actividad emprendedora y nos situamos en el 6,2%, un porcentaje que se acerca a las cifras de antes de la crisis. Es la primera lectura que podemos hacer de este informe, aunque todavía estemos por debajo de la media europea (8,1%). Pero es que, además, esta actividad emprendedora es cada vez más igualitaria.

Ya solo hace falta que las políticas gubernamentales recojan las recomendaciones de los más de 600 expertos consultados que piden que se reduzcan las cargas fiscales y la burocracia para las nuevas empresas, que favorezcan la formación en emprendimiento y que impulsen el desarrollo de instrumentos públicos y privados orientados a la creación de nuevos negocios.