Cuáles son las principales tecnologías del Internet de las Cosas

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La consultora tecnológica pronostica cuáles serán las diez tendencias que permitirán a las organizaciones liberar el potencial completo del IoT durante 2017 y 2018.

Gartner ha identificado las diez tecnologías relacionadas con el Internet de las Cosas (IoT) que las empresas deberían situar en su punto de mira en los próximos años para poder avanzar en este sentido. “IoT exige una amplia gama de nuevas tecnologías y habilidades que muchas organizaciones aún tienen que dominar. Y un tema recurrente en el espacio del IoT es la falta de madurez de las tecnologías y los servicios y de los vendedores que las proporcionan”, afirma Nick Jones, vicepresidente y analista de Gartner.

Para mejorar esta situación, la consultora enumera las diez tendencias relacionadas con este mercado que impactarán en el negocio de las organizaciones.

- Seguridad. IoT introduce una amplia gama de riesgos y retos de seguridad. Por eso, se requerirán nuevas tecnologías para proteger los dispositivos y las plataformas IoT de los dos ataques de la información y la manipulación física. Claro que esto se complica en tanto en cuanto muchas “cosas” simples utilizan procesadores y sistemas operativos que no admiten enfoques de seguridad sofisticados.

- Analítica. Harán falta nuevos modelos analíticos que permitan explotar la información recogida por las “cosas” de muchas maneras. Por ejemplo, para entender el comportamiento del cliente, para ofrecer servicios, para mejorar los productos o para identificar momentos de negocio.

- Gestión y seguimiento del dispositivo. Esto incluye la supervisión, actualizaciones de firmware y software, diagnósticos, análisis y presentación de informes, gestión física y administración de la seguridad. 

- Redes de baja potencia y corto alcance. La selección de una red inalámbrica para un dispositivo IoT implica equilibrar muchos requisitos en conflicto (vida de la batería, ancho de banda, densidad, coste operacional…). Por eso, el bajo consumo de energía y las redes de corto alcance dominarán la conectividad inalámbrica en este campo a partir de 2025, superando en número a las conexiones que utilizan redes IoT de área amplia. 

- Redes de baja potencia y área amplia. El objetivo a largo plazo de una red IoT de área amplia es conseguir velocidades de datos de cientos de bits por segundo (bps) a decenas de kilobits por segundo (kbps) con cobertura nacional, una vida útil de hasta diez años, un coste del hardware de unos cinco dólares, y el soporte a cientos de miles de dispositivos conectados a una estación base o su equivalente. Las primeras redes de baja potencia de área amplia (LPWANs) se basan en tecnologías propietarias; pero a largo plazo, los estándares emergentes, como el de banda estrecha IoT (NB-IoT), dominará este espacio.

- Procesadores. Las arquitecturas utilizadas por los dispositivos IoT definen muchas de sus capacidades, como si son capaces de una gran seguridad y cifrado, el consumo de energía, si son lo suficientemente sofisticados como para soportar un sistema operativo, firmware actualizable... Como resultado de ello, entender las implicaciones de la elección de un procesador exigirá de profundos conocimientos técnicos.

- Sistemas operativos. Los tradicionales Windows e iOS no fueron diseñados para aplicaciones IoT, pues consumen demasiada energía y necesitan procesadores rápidos. En consecuencia, se va a desarrollar una amplia gama de sistemas operativos específicos para adaptarse a las nuevas necesidades de los dispositivos IoT.

- Procesamiento en el flujo de datos. Algunas aplicaciones IoT generarán tasas extremadamente altas de datos que se deben analizar en tiempo real. Para hacer frente a estos requisitos, han surgido plataformas de computación de flujo distribuida (DSCP), que utilizan arquitecturas paralelas para procesar flujos de datos de muy alta tasa con el fin de realizar tareas tales como análisis en tiempo real e identificación de patrones.

- Plataformas. Los servicios prestados por las plataformas IoT se dividen en tres categorías principales: control de dispositivos de bajo nivel y operaciones tales como comunicaciones, seguimiento, gestión, seguridad y actualizaciones de firmware; adquisición de datos, transformación y gestión; y desarrollo de aplicaciones.

- Normas y ecosistemas. Aunque esto no es tecnología, la mayoría de ellas se materializa como interfaces de programación de aplicaciones (API). Las normas y sus API asociadas serán esenciales para que los dispositivos IoT puedan interactuar y comunicarse, y muchos modelos de negocio de IoT se basarán en el intercambio de datos entre varios dispositivos y organizaciones.

 

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