Cloud, Big Data e inteligencia artificial irrumpen en la refinería de Repsol en Tarragona

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Repsol y Google Cloud acaban de poner en marcha un proyecto para optimizar la gestión de una refinería, una de las instalaciones industriales más grandes y complejas, utilizando big data e inteligencia artificial.

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Repsol y Google han comenzado este proyecto que surge con el objetivo de mejorar el rendimiento de la refinería de Tarragona y que se desarrollará en el marco de la estrategia de digitalización e innovación de la compañía.

En Tarragona se encuentra una de las seis refinerías que Repsol opera en España y Perú. Esta instalación tiene una capacidad de destilación de 186.000 barriles de petróleo al día y, en volumen, es la tercera del Grupo Repsol.

El complejo industrial en su conjunto ocupa más de 500 hectáreas, una superficie equivalente a la del casco urbano de Tarragona. Sólo el área de refino procesa unas 9,5 millones de toneladas de materia prima al año y los tanques de almacenamiento tienen una capacidad total de un millón de metros cúbicos.

Iniciativa pionera en una refinería
Esta iniciativa empleará la tecnología digital de última generación de Google Cloud como herramienta al servicio de los trabajadores de la refinería, con el objetivo de conseguir más eficiencia, tanto en consumo energético como en el del resto de recursos, y mejorar el rendimiento en el funcionamiento integral de la refinería.

Según explica la tecnológica en un comunicado conjunto, “para ello, Google Cloud pondrá a disposición de Repsol su potencia de computación, la experiencia de su equipo de proyecto y su herramienta de machine learning Cloud ML Engine, que utilizará el algoritmo de inteligencia artificial TensorFlow”.

Se trata de un reto inédito en todo el mundo en una refinería, cuya gestión avanzada engloba unas 400 variables, lo que exige una capacidad de computación y un control ingente de datos.

Hasta ahora, las máximas funciones integradas a través de la digitalización en una planta industrial abarcan unas 30 variables, de ahí que el desafío en este caso sea mayúsculo, ya que se trata de multiplicar por más de diez el número de variables gestionadas. Precisamente, Tarragona ha sido la refinería de Repsol elegida para desarrollar esta iniciativa porque la configuración en línea de su esquema productivo facilita su testeo e implantación.

El proyecto tiene el potencial de añadir 30 céntimos de dólar al margen por barril refinado de Repsol, lo que se podría traducir en unos 20 millones de dólares anuales para la refinería de Tarragona, con una significativa evolución al alza en caso de que se lograsen todos los objetivos de optimización.

María Victoria Zingoni, directora general de Downstream de Repsol, resume el objetivo de la multinacional española, al decir que “éste es un proyecto de eficiencia en todos los sentidos: busca consumir menos recursos; reducir el consumo energético, que es el principal coste de una refinería; incrementar la fiabilidad de las unidades y, de esta manera, mejorar el rendimiento económico”.

La aplicación de este proyecto es compatible con otras iniciativas digitales que ya se utilizan en los complejos industriales de la compañía, como Siclos, con la que los panelistas de las refinerías de Repsol conocen en tiempo real la traducción económica de su forma de operar; o Nepxus, que aumenta la planificación, el análisis y la agilidad en la toma de decisiones en la sala de control de este tipo de instalaciones industriales.