Mejorar la productividad y la trazabilidad, beneficios de la digitalización para las PYMES
- Estrategias digitales
La Fundación eAPyme acaba de presentar el informe Estado de la transformación digital en pymes y autónomos, que analiza cuál es la situación de este colectivo en relación a la tecnología.
Desde un punto de vista interno de las compañías, PYMES y autónomos consideran que el uso de las TIC no solo mejora y facilita su trabajo, sino que, también, agiliza sus procesos y operativas diarias, y, por tanto, favorece su productividad y trazabilidad.
Otro aliciente que conciben las empresas acerca del uso de las TIC es que favorecen las relaciones con sus clientes, ya que promueven una comunicación más directa y rápida, y aportan un mayor conocimiento del mercado, de sus segmentos y de su valor potencial.
Asimismo, reconocen el valor que añade a su imagen de marca, reputación, posicionamiento y visibilidad. La formación de los empleados es, además, crítico para este tipo de empresas
No obstante, la oferta, los costes y las necesidades internas de personal y de formación son las principales barreras que afrontan las pymes y autónomos a la hora de implementar las TIC en su modelo de negocio. Estas dificultades vienen motivadas por la abundante oferta de soluciones existentes, ya que según indican no siempre se adaptan a sus necesidades. Además, éstos señalan la falta de recursos económicos y de personal como otro factor que incide en el proceso de implementación.
El estudio destaca la necesidad de contar con ayudas públicas “tanto para la adquisición y mantenimiento de las TIC como para los aspectos relativos a la formación en competencias digitales de sus empleados, puesto que reconocen que estas herramientas repercuten positivamente en el posicionamiento y visibilidad de sus empresas, tanto para su entorno físico como el digital”.
Otro aspecto que pymes y autónomos consideran esencial para conseguir una mayor eficiencia de las TIC es la conectividad, el acceso a Internet. Para lograr un alto rendimiento de las TIC, éstas se deben “implementar de arriba abajo”, es decir, concebir el valor que aportan a la empresa, definir su uso y los objetivos que se quieren alcanzar con éstas.
Por otro lado, pymes y autónomos reclaman que las propias empresas tengan una menor reticencia al cambio, que los proveedores integren el mayor número de servicios posibles y se adecúen a las necesidades de cada subsector, que la Administración establezca tecnologías y procesos homogéneos, y que la formación sea más accesible para los empleados.