Agilidad y tecnología, armas de Ebury para consolidarse como alternativa a la Banca

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Ebury El director general de Ebury, Duarte Líbano Monteiro, y Venancio Gallego, director de Operaciones de Ebury.

Cinco años después de convertir España en el segundo país con oficina propia, Ebury lleva camino de cerrar este 2018 con más de 300 empleados, cerca de dos tercios de ellos con perfil técnico, y de consolidar una expansión internacional que ayude en su estrategia de posicionarse como "el primer proveedor financiero especialista en operativa internacional para pymes", como explica Duarte Libano, director general en Iberia de la compañía.

Tal y como señala Duarte, “nos dedicamos a ayudar a las pymes a reducir los riesgos por los tipos de cambio”, lo que los posiciona “como una alternativa a la Banca tradicional”, más centrada en la gran cuenta.

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Asimismo, Duarte añade que “se está produciendo una desintermediación en todos los sectores que aporta grandes ahorros a los clientes”.

La situación actual ha llevado a la pyme a salir de su zona de confort, buscando alternativas para el negocio en países diferentes a los elegidos tradicionalmente por las empresas españolas, como Portugal, Francia o Latinoamérica.

A nivel de números, Ebury cuenta con más de 24.000 clientes en Europa, de los que 3.500 son españoles. Con esta base de clientes, la firma gestionó el pasado año operaciones en divisas por valor de 6.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 20% sobre los datos del año anterior.

Junto con estos datos, son varios los puntos que mueven el negocio de Ebury. El primero de ellos, la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas, y su necesidad de reducir los riesgos a los que se ven sometidas por la fluctuación de las divisas. El segundo, la tecnología, principal elemento de valor de la compañía, que se apoya sobre metodologías Agile, Open Source y la nube como plataforma de infraestructura. El tercero, la liberalización del sector, que permite a las fintech competir en las mismas condiciones con la Banca tradicional; y, cuarto, los cambios regulatorios.

Para su máximo responsable en la Península, “la especialización, el servicio ágil y proactivo y la competitividad”, además de esa apuesta por tecnologías Agile, son las que les diferencian de la Banca.

En el caso español, la compañía quiere convertir la Península en un hub internacional, además de desarrollar nuevos servicios y productos. Para ello, la idea es ampliar la plantilla de los mas de 200 empleados actuales a más de 300 a final de año, de los que unos 200 tendrán perfil técnico, un perfil que, mayoritariamente, está ubicado en la sede malagueña de la compañía.

Hablando del perfil de los trabajadores, Ebury ha constituido equipos de trabajo multidisciplinares y ha apostado por un flujo de integración continua, que les lleva a entregar tres o cuatro actualizaciones a la semana.