Urbes digitales: cómo mejorar la calidad de vida de la ciudadanía

  • Estrategias digitales

Cualquier iniciativa que tenga que ver con las ciudades inteligentes no tendría mucha justificación si no redunda en la calidad de vida y la experiencia del ciudadano. Es hoy cuando se están fraguando los nuevos modelos de ciudad y son muchas las empresas que están anticipando cómo serán las poblaciones del futuro.

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Una de las empresas que realmente ha avanzado su visión sobre las smart cities es Indra, cuya filial Minsait ha publicado un informe sobre el impacto de la transformación digital como habilitadora para resolver los retos clave que las ciudades deben afrontar, definiendo objetivos para cuatro ejes de digitalización: social, económico, medioambiental y urbanístico.

Como respuesta integrada a los retos, Minsait sostiene en su estudio ‘La Ciudad Digital al Servicio del Ciudadano del Siglo XXI’ un modelo de ciudad digital concebida como un ecosistema de innovación y servicios centrados en el ciudadano, que actúa como una plataforma abierta y conectada con sus objetos internos y territorios, y en el que la tecnología es facilitadora de soluciones para afrontar los retos de las ciudades.

Retos y soluciones
Dentro de los retos sociales, el estudio destaca el elevado impacto de las soluciones para adaptar la vida de la ciudad a una población envejecida y dotarla de oportunidades de envejecimiento activo junto a las relativas a la creación de espacios seguros y atractivos. Asimismo, cita los casos de la incorporación de funcionalidades como la geolocalización a la asistencia telemática y los estándares de accesibilidad, por un lado, o las plataformas colaborativas de participación ciudadana para alertar de riesgos, entre otros.

En el apartado de desafíos económicos, Minsait señala la importante contribución de la tecnología para proveer mejores servicios con menos recursos gracias a soluciones holísticas que permiten conocer en tiempo real las necesidades ciudadanas y que impactan en la eficiencia y el ahorro o que permiten el desarrollo un modelo de turismo sostenible.

En el ámbito de retos medioambientales, el estudio destaca la aportación de las plataformas integrales de gestión de transporte para afrontar el reto de un reparto modal equilibrado con mayor peso de las alternativas de movilidad sostenibles, del mismo modo que las soluciones de monitorización de redes de abastecimiento y control de residuos responden al reto del uso eficiente de los recursos.

Por último, entre las soluciones con mayor impacto para responder a los retos urbanísticos, destaca el despliegue colaborativo de redes wifi o LPWAN mediante estudios de demandas de conectividad como respuesta al reto de facilitar los medios necesarios para una conectividad digital eficaz, o  las plataformas de datos abiertos, que ayudan al sector privado a afinar sus decisiones de construcción o servicios.

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Modelos basados en la innovación
El modelo de ciudad digital que sostiene la firma en su informe está basado en ecosistema de innovación y servicios “por y para el ciudadano” que se fundamenta sobre cinco principios básicos con el fin de hacer frente a esta amplia variedad y disparidad de retos, aprovechando las posibilidades que brinda la tecnología.

En primer lugar, se estructura alrededor de las necesidades individuales del ciudadano (Citizen Centric) poniendo en valor la información con la que cuenta la ciudad, lo que permite la configuración y prestación proactiva de servicios personalizados, dinámicos y que maximicen la utilidad y el impacto en los individuos. El informe también pone de relieve el apoyo a empresas y startups, claves en la prosperidad económica local y en la calidad de vida de sus habitantes.

En segundo lugar, la ciudad es transversal en la gestión de los datos y prestación de servicios, un entramado tecnológico de capas de sensórica, plataforma IoT y puntos de interacción con todos los interlocutores, que  evita los silos verticales y habilita nuevos escenarios cruzados que permite, por ejemplo, implantar modelos efectivos de movilidad sostenible combinando la información medioambiental y de movilidad. Esta transversalidad se extiende a la relación con el ciudadano, que disponen de un único portal, accesible desde cualquier canal, para interactuar de forma sencilla con los servicios.

La conexión hacia adentro con sus objetos internos y hacia afuera con el territorio es otro de los pilares de la ciudad digital. Como vías para lograrlo, según Minsait, se imponen la sensorización de una muestra representativa de edificios urbanos para modelizar la ciudad y la integración de los movimientos de personas, vehículos, mercancías o residuos desde la perspectiva del edificio y la ciudad para generar modelos de gestión más previsores y efectivos. Del mismo modo, la ciudad debe estar conectada con su área metropolitana para articular los flujos combinados de información como, por ejemplo, la coordinación de redes urbanas e interurbanas de transporte para favorecer alternativas al transporte privado.  

Por último, el documento considera que la ciudad digital debe ser accesible y universal, capaz de equiparar las oportunidades para las ciudades pequeñas y grandes, lo que será posible, independientemente del tamaño de los municipios, por medio de una extensa oferta de servicios especializados y el pago por servicios compartido entre ciudades.

El estudio también identifica una serie de claves para garantizar el éxito de la transformación y la sostenibilidad del proyecto en el tiempo: visión clara a largo plazo utilizando los recursos ya disponibles, tanto propios como externos; implementación progresiva mediante proyectos con impacto real a corto plazo; implicación de ciudadanos y funcionarios en el proyecto de la nueva visión de ciudad; modelo de servicios y marco normativo apto para la colaboración público-privada y la innovación; y, por último, el intercambio de experiencias, conocimientos y recursos entre ciudades y territorios.