El mercado de la bioimpresión 3D crecerá a una tasa anual superior al 25% hasta 2021

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Los precios de estos equipos están experimentando una fuerte caída debido al surgimiento de nuevos actores en el mercado, los cuales están lanzando modelos de bajo coste para organizaciones de investigación, laboratorios y universidades.

Actualmente el sector de la bioimpresión 3D está valorado en todo el mundo en casi 1.355 millones de dólares, según la compañía de investigación de mercados Technavio. Sin embargo, la empresa estima que para 2021 se superarán los 3.436 millones de dólares, lo que representará una tasa de crecimiento anual compuesta de más del 25%.

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A juicio de Sunil Kumar Singh, analista de Technavio, “las bioimpresoras 3D son generalmente más complejas y difíciles de adquirir, en comparación con las impresoras 3D convencionales. Sin embargo, los precios de estos equipos están experimentando una fuerte caída debido al surgimiento de nuevos actores en el mercado. Estos proveedores están proporcionando bioimpresoras 3D de bajo coste a organizaciones de investigación de poco presupuesto, laboratorios y universidades”, explica el directivo.

Por ejemplo, BioBots ofrece una versión beta de su bioimpresora 3D llamada BioBot 1 por 10.000 dólares, pero los precios pueden bajar hasta los 5.000 dólares siempre que el usuario final ayude o comparta el proceso de desarrollo del equipo. Otra startup denominada Aether también ofrece una bioimpresora 3D al precio de 9.000 dólares; mientras que Cellink comercializa el modelo Inkredible a un precio de venta de 5.000 dólares, que también utiliza una tecnología de extrusión basada en jeringa para el proceso de bioimpresión.

Mientras tanto, proveedores como Regenova están desarrollando una metodología que coloca las células macroscópicas de tejido 3D en la matriz de agujas microscópicas colocando una célula de tejido sobre la otra y creando una estructura llamada esferoides de células. Estos esferoides se retiran más tarde del conjunto de agujas y se colocan en una cabina de cultivo para su posterior desarrollo. A través de este método de bioimpresión 3D, conocido como Kenzan, se pueden hacer muchas configuraciones de células, que incluyen la bioimpresión de tejidos humanos y animales.

Actualmente, los usuarios finales de los bioprinters 3D se limitan en su mayoría a organizaciones de investigación, laboratorios de bioingeniería y universidades. Precisamente, en abril de 2016, la Infraestructura Italiana de Medicina Regenerativa (IRMI) inició la creación de infraestructuras avanzadas en Europa para asegurar el intercambio de conocimientos y tecnologías de bioimpresión 3D entre diferentes disciplinas del ámbito de la medicina regenerativa.