La miniaturización de los dispositivos impulsa las tecnologías de display sin pantalla

La creciente ubicuidad de los teléfonos inteligentes y las tecnologías portátiles, así como la miniaturización y los avances en la comunicación inalámbrica están provocando avances vertiginosos en las tecnologías de visualización, con displays sin pantalla emergentes como la última fuerza disruptiva. Las nuevas tecnologías de visualización cuentan con un consumo de energía mucho menor, factor de forma y requisitos de hardware que las tecnologías de visualización tradicionales, permitiendo que los fabricantes de diseño original de visualización y electrónica ofrezcan pantallas en espacios restringidos. A su debido tiempo, los displays sin pantalla permitirán la transmisión de información directamente a cualquier espacio abierto, retina humana o cerebro humano.

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Así, al menos, lo entienden los analistas de la consultora Frost & Sullivan en su último estudio denominado “Developments in Screenless Displays”, el cual se centra en los desarrollos en la imagen visual, la retina virtual y la interfaz sináptica. El estudio examina algunas tecnologías que tienen el potencial de transformar sectores como los de la salud, la manufactura, el automóvil y el retail: pantallas holográficas, heads-up, ojo inteligente e interfaz cerebro-ordenador.

“La capacidad de los tecnólogos para construir y generar imágenes en 3D que no requieren ningún dispositivo externo para verlo ayudará mucho a reforzar la I+D de la tecnología de display sin pantalla”, confirma Jabez Mendelson, analista de Frost & Sullivan, quien agrega: “Su alto color de salida y resolución, así como un amplio campo de visión, animará al uso de displays sin pantalla en las aplicaciones, que tienen como objetivo ofrecer una experiencia rica e inmersiva a los usuarios”.

Aunque su ámbito de aplicación es enorme, los displays sin pantalla siguen luchando contra la baja conciencia de los consumidores y los altos costes iniciales de inversión. Debido a un segmento de tecnología de visualización ferozmente competitivo, la adición de nuevas funciones aumentará el coste de desarrollo, el precio y el consumo de energía. Sin embargo, la tecnología obtiene un alto grado de seguridad, ya que es posible desarrollar aplicaciones en las que los datos se pueden personalizar y enviar directamente a la retina o al cerebro del usuario final.

“Además de las de visualización de display sin pantalla, las tecnologías virtuales de visualización sin pantalla y pantalla sináptica trabajan estrechamente con los órganos del cuerpo humano”, señala Mendelson. Para el directivo, “las pantallas virtuales de retina transmiten imágenes directamente a la retina del ojo y en la interfaz sináptica lo hacen directamente al cerebro. Sin embargo, habrá varios obstáculos regulatorios en el camino hacia la comercialización, debido a la interacción directa de las tecnologías con órganos humanos vitales”, opina. Además, a esto se une, según la consultora, que no está claro a qué ritmo evolucionarán y se comercializarán las tecnologías de display sin pantalla, ya que la mayoría de ellas están en fase de investigación.