Los cinco principales desafíos de movilidad en las grandes ciudades

El crecimiento de la población mundial durante el último siglo ha traído consigo importantes cambios a la hora de gestionar las grandes ciudades del planeta en un entorno de recursos cada vez más limitados. De hecho, la empresa especializada en la fabricación de escaleras mecánicas y ascensores, Kone destaca cinco de los retos actuales a los que se deben enfrentar las megaciudades para mantener el equilibrio perfecto entre crecimiento y sostenibilidad.

El primer desafío tiene que ver con el medio ambiente, puesto que el aumento de la población, así como de tráfico y consumo, requieren de herramientas que respeten un entorno cada vez más afectado por la contaminación. Para ello la empresa recomienda apostar por el uso de tecnologías eco-eficientes.

En segundo lugar, y con requisitos de seguridad cada vez más estrictos en las ciudades, las instalaciones deben adaptarse al aumento de flujo de personas y continuar modernizando sus sistemas. Esto, además, está relacionado con el tercer reto, que consiste en crear conexiones seguras y eficientes que permitan el flujo constante de personas en todo tipo de edificios, y que a su vez conecten con las escaleras mecánicas y ascensores de los servicios públicos, ya que son elementos que desempeñan un papel indispensable a la hora de modernizar las megaciudades.

En cuarto lugar, y como respuesta al crecimiento imparable de las personas en los entornos urbanos, se ha de promover la construcción de grandes megaedificios que sean capaces de alojar a todas ellas. Ahora bien, eso requiere dar solución a retos complejos relacionados con la seguridad, la gestión de basuras o incluso los propios sistemas de depuración de aire. Igualmente, los ascensores son un elemento clave en los que no sólo es importante la velocidad y la seguridad, sino también las últimas tecnologías que puedan optimizar los recorridos y conocer los patrones de uso de sus habitantes.

Finalmente, el último reto que cita Krone será la adaptación de los edificios, y fundamentalmente los ascensores específicos para instalaciones antiguas, a las necesidades de una población cada vez más envejecida. Y es que, según datos de la OMS, la población mundial con más de 60 años pasará de 900 millones hasta los 2.000 millones entre 2015 y 2050.