15 consejos para afrontar la modernización de las aplicaciones empresariales

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Carlos Machado Morphis

Las aplicaciones de software son una pieza clave en el desarrollo de las distintas actividades de una compañía. Por eso resulta fundamental trabajar con aplicaciones y sistemas modernos que se adapten a los nuevos entornos tecnológicos.

La necesidad de optimizar su funcionalidad y el necesario ahorro de costes empresariales obliga a modificar las infraestructuras informáticas para hacerlas más competitivas, rápidas y rentables. La falta de soporte y fisuras en la seguridad de la oferta tecnológica de una empresa también pueden ser uno de los impulsores de la necesidad de modernización.

En este contexto, las aplicaciones y los sistemas de software deben adaptarse a las nuevas necesidades de negocio, integrarse en las nuevas tecnologías, garantizar la satisfacción de los clientes y reducir los costes de explotación y mantenimiento. Cuando no satisfacen las exigencias de los clientes y del mercado, rediseñar las aplicaciones constituye la opción más adecuada para adaptarlas a los nuevos entornos tecnológicos. 

Rediseñar una aplicación requiere esencialmente recurrir a una plataforma tecnológica para transformar el lenguaje y arquitectura de la aplicación en un lenguaje y arquitectura nuevos (y a menudo multicapa). Qué parte del proceso puede hacerse de manera automática y qué parte requiere trabajo de codificación manual depende del estado del código de la aplicación original, del propio lenguaje de origen y, sobre todo, de la calidad de la plataforma tecnológica utilizada.

En estos casos, las empresas deben tener en cuenta una serie de directrices y plantearse varias cuestiones a la hora de elegir un ISV (proveedor independiente de software) que le ayude en la tarea de rediseñar sus aplicaciones:

1.    Es necesario realizar una prueba de concepto (PoC) para asegurarse de que dicho proveedor puede ofrecer la solución que requiere la compañía.

2.    Hay que ser exigentes en relación con la complejidad y plazos de dicha PoC. En primer lugar, se puede realizar una PoC gratuita rápida y sencilla para desechar a los proveedores menos adecuados, a la que seguirá una PoC de pago de los dos o tres seleccionados.

3.    Debe preguntar si se pueden incluir mejoras como parte del proceso de transformación.

4.    De ser así, hay que preguntar por las mejoras proporcionadas como parte del proceso de transformación automatizado.

5.    Por ejemplo, hacer que una aplicación ofrezca una respuesta adecuada es algo que debería formar fácilmente parte del proceso de transformación.

6.    La compañía debe asegurarse de que el ISV ofrece evaluaciones de riesgos desde el principio. Así, tiene que proporcionar informes sobre la interdependencia de los módulos de la aplicación, además de indicar qué módulos presentan mayores riesgos.

7.    La empresa tiene que saber si el proveedor optimiza el código como parte del proceso de transformación, es decir, identifica código duplicado e inútil para reducir la redundancia en la aplicación.

8.    Si la extensibilidad es un requisito, hay que preguntar al ISV si ayudará a la compañía a afrontar las modificaciones en el decurso del proyecto.

9.    Si la accesibilidad es un requisito, es necesario saber si el proveedor ayudará a dar soporte para introducir la accesibilidad en la aplicación modernizada.

10.    Si la empresa dispone de varios productos con diferentes lenguajes que requieren una modernización, hay que plantearle al ISV si puede asumir todos los requisitos y conducirle hacia una oferta tecnológica estándar.

11.    Es necesario saber si se puede personalizar la interfaz del usuario del producto como parte del proceso de transformación.

12.    Hay que preguntar si el ISV migrará también la base de datos de la compañía y si puede hacerse cargo de este trabajo de transformación.

13.    Si la compañía pretende modernizar la aplicación y la base de datos a la vez, hay que preguntar al proveedor cómo va a gestionar el proceso y cómo garantizará la demarcación de QA entre la transformación de la aplicación y la migración de la base de datos.

14.    El cliente debe saber si el proveedor va a realizar todo el trabajo de servicio hasta completar el proyecto o si también tienen que participar los propios empleados de la compañía.

15.    Por último, si una empresa tiene varios proyectos de modernización, debe preguntar si su equipo puede completar alguno de ellos a nivel interno.

La decisión que se tome en relación a estos dos últimos puntos, depende de la decisión que tome la compañía. Disponer de la opción de dividir proyectos individuales con el proveedor o completar proyectos al 100% de forma interna puede resultar beneficioso en relación con los costes en caso de que existan recursos disponibles para realizar el trabajo. En definitiva, no se puede dejar al azar la tarea de modernizar el software de una organización, se debe tener en cuenta todos estos requisitos para garantizar el éxito del proceso. 


Carlos Machado. Country Manager de Morphis España

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