Los usuarios de dispositivos móviles usan menos medidas de seguridad de las que realmente creen

  • Seguridad

Mientras que el 73,7% de los usuarios de dispositivos Android confirma que tienen instalada en su terminal una aplicación antivirus, realmente es menos de la mitad quien cuenta con ella.

El Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (ONTSI) acaba de publicar el “Estudio sobre la ciberseguridad y confianza en los hogares españoles”, correspondiente al segundo semestre de 2016. En él se compara, gracias al uso del software Pikerton, el nivel real de incidentes que sufren los equipos y dispositivos móviles de los usuarios con las percepciones que éstos tienen, y se constata que, en la mayoría de las ocasiones, no coincide.

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Por ejemplo, en el caso de los dispositivos móviles con sistema operativo Android, las principales medidas de seguridad declaradas por los usuarios son el software antivirus (73,7%), el uso de sistemas de desbloqueo seguro mediante PIN o patrón (71,2%) y el bloqueo automático del dispositivo tras periodo de inactividad (62,6%). Sin embargo, el dato declarado sobre medidas de seguridad es superior al real, pues sólo el 49,1% de los dispositivos analizados dispone de un programa antivirus, y únicamente el 30,2% utiliza un PIN, patrón u otro sistema seguro de desbloqueo.

En cuanto a los ordenadores personales, el estudio confirma que hay una tendencia a la baja en el uso de medidas de seguridad. En cuanto a las dos automatizables más utilizadas (los programas antivirus y las actualizaciones del sistema operativo) declaran usarlas el 72% y el 55,5% de los hogares, respectivamente, frente al 74,3% y el 58,5% del primer semestre. Por su parte, el uso de cortafuegos desciende del 40,6% al 39,6%. Una tendencia similar se aprecia en las medidas de seguridad no automatizables o activas, donde el uso de las dos más comunes (contraseñas y eliminación de archivos temporales y cookies) se sitúa a finales de 2016 en 55,7% y 43,6%, frente al 59,1% y 48,5% del primer semestre.

No obstante, al contrastar el dato real con el declarado por los usuarios, se observa que, aunque menos del 40% de los internautas encuestados declara utilizar software cortafuegos en sus ordenadores, en realidad este tipo de programas se encuentra en el 93,1% de los analizados. Para los programas antivirus el dato real y el declarado son semejantes, el 77% frente al 72%, respectivamente.

El estudio también fija su atención en los hábitos de comportamiento en navegación y usos de Internet. En general, en los usuarios de los servicios de banca y/o comercio a través de Internet se mantienen altos, cerrando la sesión al terminar la operación (91,6%), vigilando periódicamente los movimientos de la cuenta bancaria online (90,8%) o evitando el uso de equipos públicos o compartidos (87,1%), entre otros. El uso de estos hábitos minimiza el riesgo de consumación de un intento de fraude. Precisamente, en torno al 95% de estos usuarios no sufrieron perjuicio económico.

A pesar de ello, se siguen produciendo incidentes de seguridad. Según el informe, el 64,2% de los usuarios encuestados declara haber sufrido alguno. Entre los más frecuentes están la recepción de correos electrónicos no solicitados (86,4%) y los virus informáticos u otros códigos maliciosos (24,9%). En lo referente al dato real detectado, se observa que el 63,9% de los ordenadores analizados presentaba virus, y en la mayoría de los casos (53,7%) el usuario no se había percatado. Igualmente, en el 17,4% de los dispositivos Android escaneados se detectó presencia de malware, y parte de sus usuarios no lo detectaron (14,6%).

Finalmente, la peligrosidad del malware viene determinada en función de la gravedad de las consecuencias sufridas. El 71,8% de los ordenadores infectados con malware presentan un riesgo alto, mientras que este porcentaje se reduce al 44,3% en los dispositivos Android. A pesar de los incidentes de seguridad, más del 41,2% de los usuarios encuestados confía bastante o mucho en Internet y un 42,5% lo percibe como más seguro cada día.