"Hay que buscar soluciones que al usuario le permitan cumplir con sus máximas y a la organización sufrir el mínimo daño en el cambio al teletrabajo". (Santiago Campuzano, Citrix)

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Queremos teletrabajar con los compañeros en tiempo real. También queremos tener acceso a las aplicaciones corporativas de manera ágil y segura, garantizando la productividad. Pero, ¿sabemos cómo crear este espacio de trabajo digital? Para responder a la pregunta, según Santiago Campuzano, Regional Director Spain, Andorra & Portugal de Citrix Iberia, lo primero es señalar dos perspectivas distintas: la de las organizaciones y la de los trabajadores. El directivo participó el pasado mes de abril en el IT Webinar Teletrabajo: productividad, flexibilidad y seguridad a pleno rendimiento y explicó que “respecto a las primeras, debemos preguntarnos si están preparadas de verdad para dar continuidad de negocio. Las organizaciones tienen que redefinir los puestos de trabajo para poder trabajar desde cualquier lugar. También realizar un cambio último en el managment, pues trabajar con familias alrededor implica ser más comprensivo con la situación de los empleados. Aquí es donde entra en contexto la segunda perspectiva: qué es lo que el usuario espera. Y lo que espera no es más que un entorno que sea lo más parecido a su entorno laboral habitual". 

Se trata, entonces, de construir un nuevo entorno; uno que aporte flexibilidad, seguridad y productividad. Ahora bien, ¿sabemos cómo hacerlo? "Primero tenemos que valorar el hecho de que la tecnología está probablemente un paso atrás de lo que necesitan los empleados. No por madurez de la propia tecnología, sino por adaptación de la empresa. Nos encontramos con demasiadas aplicaciones, un escaso uso de muchas de ellas y una enorme complejidad de las mismas, lo que redunda en improductividad”, comentó Campuzano. Un complejo panorama en el que se deben asegurar cinco puntos:

1. Un espacio de trabajo unificado.

2. Una experiencia del usuario homogénea y de rendimiento óptimo. 

3. Que haya un acceso limitado a aplicaciones y escritorio virtual, que sea independiente del dispositivo. 

4. El modelo debe ser flexible, permitiendo el desbordamiento en la nube. 

5. La rapidez de adaptación, en función de los escenarios. 

"Nuestra visión es que hay que ofrecer puestos fáciles de desplegar, que sean una extensión del puesto de trabajo, en un entorno totalmente homogéneo y con una cultura hacia la nube que le permita un desbordamiento en cloud importante", insistió l entrevistado. Y añadió: "Existen también otras soluciones, como dar acceso al portátil del usuario allá donde esté. No es la solución ideal desde el punto de vista de empresa, pero es una solución muy segura que al usuario le va a dar la misma experiencia que ha tenido hasta ahora sin apenas otra inversión que el modelo de licenciamiento".

Y ya que dinero hablamos, ¿cuál será el impacto económico de implantar estas políticas de trabajo flexible? Santiago Campuzano respondió: "En nuestro caso, la productividad no cambia desde el punto de vista organizativo, lo que le da transparencia a nivel económico para muchas de las funciones. En cuanto a la adaptación, puedo decir que nuestra tecnología ha puesto a 500.000 personas a teletrabajar. Y en un modelo global, centrándonos en la situación generada por el COVID-19, alrededor de 750.000 personas ya acceden cada día a sus puestos de forma virtual gracias a Citrix". 

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