"Las mujeres podemos aportar otro enfoque al desarrollo de productos o negocios", Cristina Aranda (San Francisco International Women Entrepreneurs Forum)

Cristina Aranda Gutiérrez es consultora de Marketing y Comunicación, enlace del San Francisco International Women Entrepreneurs Forum y Social Innovation Fellow por el Meridian Intl. Center y la Embajada de EEUU. Es, además, impulsora de iniciativas destinadas a potenciar el papel de la mujer en el sector tecnológico.

ITU: ¿Cómo ha ido avanzando el papel de la mujer en el sector tecnológico?, ¿por qué reivindicar su mayor presencia?

C.A.: El papel de la mujer en el sector tecnológico en sus inicios fue clave. Basta con pensar en figuras de los años 40 como Jean Jennings Bartik, Betty Snyder Holberton, Frances Bilas Spence, Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, Marlyn Wescoff Meltzer y Ruth Lichterman Teitelbaum, creadoras del primer computador ENIAC o Grace Hopper, responsable en programción del ordenador Harvard Mark I y finales de los años 60 con Jean E. Sammet quien desarrolló el lenguaje de programación FORMAC y fue la primera que escribió sobre la historia y clasificación de los lenguajes de programación. Esto hizo que muchas mujeres se interesaran por la informática, siendo los 80 la década con más mujeres licenciadas en informática o ciencias relacionadas con la tecnología. Sin embargo hoy estamos viviendo un retroceso tanto el número de licenciadas en informática como presencia de mujeres programadoras o ejecutivas en las empresas tecnológicas, salvo conocidas excepciones como Marissa Meyer en Yahoo!, Sheril Sandberg en Facebook, Meg Whitman en HP o Marta Martínez, presidenta de IBM España. 

Según el documental CODE: Debugging the Gender Gap Theatrical Trailer, solo el 20% de los programadores en Apple, 17% en Google o un 15% en Facebook son mujeres. Y en Twitter esta cifra baja aún más, a un 10%. Estas empresas están perdiendo mucho potencial puesto que las mujeres podemos aportar otro enfoque al desarrollo de productos o negocios existentes o que están por venir.

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Crecen los movimientos que reinvidican el papel de la mujer en la tecnología.

En el ecosistema de las startups, del emprendimiento tecnológico, ocurre algo similar. Menos de un 20% de las mujeres crea empresas con base tecnológica. Muchos gobiernos y empresas privadas están viendo en el emprendimiento un valor social y económico de invertir su dinero, puesto que en muchos de los casos se puede generar empleo y, por consiguiente, impactar positivamente en la economía del país. Y por qué no empezar ayudando también a las mujeres que con la crisis muchas han renunciado a su promoción dentro de la empresa para hacerse cargo de la casa o de la familia o, peor aún, han quedado en paro.

Esto exige un cambio de mentalidad en todos los agentes implicados. En especial, en el de los hombres. Que piensen en sus mujeres, sus hijas, sus familiares, sus amigas… en todas las mujeres que le rodean y se imagine cómo sería si ellas tuvieran los mismos sueldos que sus compañeros hombres y las mismas oportunidades de promoción. No se trata de imaginarlo. Se trata de cambiarlo. Por ello, es necesario contar con la ayuda de los hombres para no solo ayudar a que haya una mayor presencia femenina sino también, y para los más reticentes, incrementar las ventas de su empresa. Según un estudio de Credit Suisse, las empresas con mayor participación femenina a nivel directivo presentaron mayores retornos, valoraciones e índices de desembolso. Así pues una mayor presencia femenina en la empresa influye positivamente en su productividad. Basta con que los hombres se acostumbren a tener mujeres a su lado tomando decisiones o fabricando prototipos, creando negocios... Además luego esto se puede vender como el siguiente valor de marca: “apostamos por el talento femenino y la hacemos de verdad”. 

 

 

 

 

 

 

 

 


 


Cristina Aranda (centro) en Washington DC, con un grupo de estudiantes de instituto interesadas en ciberseguridad, las "Digital Divas". 

ITU: ¿Qué papeles ocupa principalmente la mujer en el sector TI?

C.A.: Los puestos que ocupan las mujeres en el sector TI están vinculados sobre todo con la ejecución. Ya sea en el desarrollo como en la dirección de proyectos. En estos puestos estoy incluyendo también a las que trabajamos en el sector digital tanto en el ámbito consultoría como en del marketing y/o comunicación, en áreas como posicionamiento web (SEO), marketing en buscadores (SEM), afiliación, analítica web, ecommerce, etc.

Es frecuente encontrar en la ejecución de proyectos digitales a mujeres pero no lo es tanto dirigiendo a varios equipos o como directiva o ejecutiva. Esto quizás tiene que ver con que no las mujeres no tienen los mismos salarios que los hombres por lo que deciden no asumir más responsabilidades de la cuenta y también guarda relación con la utópica conciliación familiar, esto es, en caso de tener una familia en la mayoría de los casos son las mujeres quienes se hacen cargo de los niños y de la casa.  

Otro factor a destacar y con el que coincido con Sara Alvarellos, fundadora de Makespace Madrid, es el hecho de que muchas mujeres se sienten que no saben tanto como creen y ellas mismas cuestionan sus propias competencias. Mientras que los hombres se suelen mostrar mucho más seguros. Esta falta de autoestima, de confianza a la hora de gestionar los retos, es otra de las razones por las que no solemos encontrar a muchas mujeres en puestos directivos o emprendiendo. Esto puede deberse a que existe al síndrome Pigmalión negativo por el que muchos profesores motivan a los niños a emprender o estudiar ciencias mientras que a las niñas les inculcan que se declinen por las humanidades. Hay dos estudios en UK e Israel que han probado esta tesis. Y si vamos al factor cultural, basta con pensar el nombre de los héroes de la gran pantalla que salvan al mundo y el nombre de las heroínas. Para dar con estas últimas hay que pensar un buen rato y no son muchas, ¿verdad? 

ITU: La mujer que trabaja en el entorno tecnológico, ¿tiene una formación técnica o procede de otras ramas?

C.A.: Una de las ventajas que tiene el sector tecnológico es que da cabida a muchos perfiles. Además de la formación técnica relacionadas con las tecnologías (informática, telecos, industriales, etc.), hay muchas mujeres en el sector digital que proceden de otras ramas formativas multidisciplinares. Por ejemplo, yo tengo formación humanística, soy doctora en Lingüística y filóloga. Pero como yo hay muchas otras filólogas, historiadoras, psicólogas… que  hemos sabido reconducir nuestra carrera hacia este sector para el que muchas de sus áreas no hay todavía una formación reglada como ocurre en las diferentes especialidades del marketing digital. Hoy aún no puedes licenciarte en analítica web por ninguna universidad, aunque este perfil sea muy demandado. Es cierto que hay cursos, posgrados, etc. pero una licenciatura. En mi caso, hice un Master en Internet Business pero estoy segura de que si hubiese tenido la oportunidad de mezclar disciplinas cuando estaba estudiando la carrera seguro que una de ellas hubiese estado relacionada con Internet.

Esta enorme brecha existente entre la formación y en muchos de los puestos que se demandan es una oportunidad única para muchas de las personas que quieren acceder a un sector emergente como es el digital o el IT. Además, esto permite algo que da una riqueza de perspectivas y productividad a cualquier empresa como es la creación de equipos multidisciplinares.

En muchas startups americanas estos equipos multidisciplinares son clave para resolver problemas rápidamente. Amy Wilkinson en su libro “The Creator´s Code” lo denomina “Network minds”, y dentro de esta “red de mentes”, hay unos equipos compuestos por perfiles muy dispares que se constituyen rápidamente para solucionar un problema puntual. Se llaman “Flash teams”.  Esta metodología de trabajo aún está por explotar en España. Nos queda un trabajo personal de admiración mutua, esto es, de admirar el conocimiento y la experiencia ajena sea cual sea su procedencia, centrándonos más en la práctica y no tanto en el origen del título o en la clase de estudios. Una filóloga o un sociólogo tiene mucho que aportar a un desarrollador o una Project manager y a la inversa.  Solo se trata de usar la inteligencia colectiva, la diversidad cognitiva, en el beneficio de la empresa, generando mejores productos e incrementando las ventas.

ITU: ¿Cuáles son las principales barreras para su entrada y permanencia en el sector?

C.A.: Considero que tanto el acceso como la permanencia en el sector es similar al de muchos otros sectores en España: se accede a través de una beca o un trabajo no remunerado en una startup para coger experiencia. Y más adelante, queda en manos de cada cual ir escalando posiciones a través de la participación o el trabajo en diferentes proyectos.

Aunque el papel de la tecnología es relevante en el sector IT no nos olvidemos que quien trabajamos en él somos personas a las que se nos motiva con sistemas tan arcaicos de recompensa como el reconocimiento público, el libre ejercicio de las tareas, la confianza en nuestras competencias, entre otras cosas que nada tienen que ver con la tecnología y sí con las relaciones interpersonales.  De hecho, en la mayoría de las ocasiones, la gente no se va de las empresas, se va de su jefe/a.

ITU: ¿Qué iniciativas está llevando a cabo su organización para potenciar la presencia de la mujer en el ámbito tecnológico?

C.A.: Desde el San Francisco International Women Entrepreneurs Forum (SFIWEF), cada año organizamos un encuentro internacional con el fin de crear una red de contactos entre las emprendedoras que les puedan resultar útiles para el progreso de su empresa o les motive a poner en marcha su empresa. Este año tuvo lugar en Las Palmas de Gran Canaria. Al CGForum2015 acudieron más de 60 personas y participaron ponentes de Silicon Valley y España, además se impartieron talleres de IoT, Business Model Canvas y marketing de contenidos. En el 2016 os esperamos a todos.

Y desde enero de 2015 estamos desarrollando el proyecto “Mujeres en la Tecnología”, el cual lidero como enlace del SFIWEF y en el que participan activamente Makespace Madrid, Betabeers, Agile Girls, Tech&Ladies, GirlsinTech, HackathonLovers, TeamLabs, Utopicus o IEÁrea31, entre otras comunidades de “doers”. Contamos con el apoyo de la Embajada de EE.UU. y el Meridian International Center, los cuales han seleccionado este proyecto para el Social Innovation Fellowship.

“Mujeres en la Tecnología” busca cambiar ratio de la presencia femenina en el sector IT, en todas sus áreas e incluido el ecosistema del emprendimiento tecnológico, y despertar la curiosidad por la tecnología entre las niñas y las adolescentes por medio de talleres en sus aulas y contenidos en la web que estamos desarrollando y que esperamos presentar en breve. Queremos usar todo el potencial positivo que ofrece internet, en especial, la inteligencia colectiva puesta al servicio de la creación de una sociedad mejor y más productiva. Como dijo el poeta uruguayo Eduardo Galeano: "Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo". Y en ello estamos.