Aumenta la automatización inteligente en las utilities pero su implantación generalizada plantea retos

  • Estrategias digitales

La automatización inteligente está mejorando la eficiencia operativa, la generación de ingresos y la relación con el cliente de las empresas de energía y utilities, según un nuevo estudio del Instituto de Investigación de Capgemini.

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Desde 2017, el sector de energía y utilities a nivel mundial hace un uso cada vez mayor de la inteligencia artificial. Según el estudio de Capgemini, titulado “Intelligent Automation in Energy and Utilities: The next digital wave”, cerca de la mitad de los directivos consultados reconoce haber infravalorado el potencial de este tipo de iniciativas de automatización inteligente, pero que las empresas que ya las están llevando a cabo, están viendo una serie de beneficios en determinadas áreas.

En este sentido, el 40% afirma haber incrementado la calidad de las operaciones (el 30% para el conjunto de sectores); un 45% afirma haber incrementado los clientes potenciales (el 27% para el conjunto de sectores); el 81% afirma que ha mejorado la experiencia del cliente gracias a mayor agilidad de respuesta (el 60% para el conjunto de sectores); el 78% afirma haber reducido del número de procesos relacionados con peticiones de información y compras (el 61% para el conjunto de sectores), y un 32% afirma haber incrementado de la productividad del personal (el 26% para el conjunto de sectores).

También desde la perspectiva de resultados, el 47% de los directivos de empresas de energía y utilities señala que el ahorro de costes conseguido con la automatización inteligente está por encima de lo que esperaba. Lo mismo ocurre con la contribución a la generación de ingresos incrementales (top-line growth), que ha superado las expectativas del 45% de los directivos, y con el efecto en la satisfacción del cliente, cuyo desempeño estuvo por encima de lo previsto por un 48%.

Aunque el sector está obteniendo resultados significativos con la automatización inteligente en comparación con otros, la aplicación a escala, la implantación de proyectos quick-wins y abordar la carencia de competencias digitales serán cuestiones fundamentales para que la automatización se generalice.

En lo que respecta a la implementación de los iniciativas a escala, Estados Unidos es el país más adelantado, donde un 23% de las empresas de energía y utilities han puesto en marcha iniciativas de esta naturaleza. Le siguen Francia e India (ambas con un 16%), por delante de Alemania (13%) y Reino Unido (8%).

Respecto a subsectores, el petrolífero y gasista lidera la clasificación: un 20% de las empresas lleva casos de uso a escala, mientras que las vinculadas al suministro de agua se sitúan a la cola, con solo un 6%.

Barreras para implantar proyectos a escala
Aunque la adopción general de la inteligencia artificial ha avanzado en el sector —el 52% afirma haber implantado proyectos a escala, frente al 28% de hace dos años—, solo una minoría (15%) afirma haber puesto en marcha iniciativas de automatización inteligente a escala.

El estudio también aborda cuáles son las barreras que las empresas tendrán que sortear para lograr la implantación generalizada de la automatización inteligente. Aquí, los directivos destacan la falta de coordinación entre las diferentes unidades de negocio (37%), la ausencia de determinación o compromiso desde la dirección (35%) y la reticencia en sí a experimentar con tecnología que pueda sustituir a trabajadores humanos (34%).

Muchos directivos también apuntan que la carencia de competencias es otro de los problemas. La mayoría (55%) señala la falta de personal especializado en tecnologías de automatización. En esta línea, un 47% identifica como limitación los escasos esfuerzos dedicados a dotar a los empleados de las competencias necesarias (reskilling); un 42%, la dificultad de retener a los trabajadores con los conocimientos necesarios; y un 41%, la resistencia de los empleados a adquirir nuevas competencias.