España ocupa la novena posición de la Unión Europea en competitividad digital

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DESI 2021

Según los resultados de la edición de 2021 del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), España ocupa el noveno puesto en materia de competitividad digital. Por delante, por este orden, se sitúan Dinamarca, Finlandia y Suecia, Holanda, Irlanda, Malta, Estonia y Luxemburgo.

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La Comisión Europea ha publicado de 2021 de este índice anual que hace un seguimiento de los progresos realizados por los Estados miembros de la UE en materia de competitividad digital en los ámbitos del capital humano, la conectividad de banda ancha, la integración de las tecnologías digitales por parte de las empresas y los servicios públicos digitales.

El último análisis -con datos de los primeros trimestres de 2020-, concluye que, aunque todos los Estados miembros de la UE han avanzado en el ámbito de la digitalización, el panorama general es desigual, y, aunque se observa una cierta convergencia, la brecha entre los pioneros de la UE y aquellos con las puntuaciones más bajas en el DESI sigue siendo grande. Además, subraya que, a pesar de estas mejoras, todos los Estados miembros tendrán que realizar esfuerzos concertados a fin de cumplir los objetivos para 2030 establecidos en la Década Digital de Europa.

Conclusiones generales
En lo tocante a las capacidades digitales, el 56% de los ciudadanos europeos ha adquirido como mínimo un nivel básico de capacidades digitales. Los datos muestran un ligero aumento del número de especialistas en TIC en la población activa: en 2020, la UE contaba con 8,4 millones de especialistas en TIC, frente a 7,8 millones el año anterior. El 55% de las empresas declaró haber tenido dificultades para contratar especialistas en TIC, y esa carencia de trabajadores con capacidades digitales avanzadas también ha de tenerse en cuenta como uno de los factores que influyen en la ralentización de la transformación digital de las empresas en muchos Estados miembros.

Los datos apuntan a la clara necesidad de incrementar la oferta y las oportunidades de formación para alcanzar los objetivos de la Década Digital en lo referente a las capacidades (conseguir que el 80% de la población posea capacidades digitales básicas y sumar veinte millones de especialistas en TIC).

Según el informe, cabe esperar mejoras notables en los próximos años, en parte porque el 17% de las inversiones en digitalización previstas en los planes de recuperación y resiliencia adoptados se destina al ámbito de las capacidades digitales (aproximadamente 20.000 millones de euros).

Relacionao con este tema, la Comisión ha publicado también un cuadro de indicadores de la mujer en el ámbito digital, en el que se confirma que sigue existiendo una importante brecha de género en relación con las competencias digitales especializadas. Las mujeres solo representan el 19% de especialistas en TIC y alrededor de un tercio de quienes se gradúan en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Los datos sobre conectividad, área que acapara el 11% de las inversiones digitales de los planes de recuperación (13.000 millones) , muestran una mejora en lo referente a las “redes de muy alta capacidad”. Estas redes ya están disponibles en el 59% de los hogares de la UE, frente al 50% hace un año, aunque la cifra aún se sitúa lejos de la cobertura universal de las redes gigabit (objetivo de la década digital para 2030). En las zonas rurales, su cobertura ha pasado del 22% en 2019 al 28% en 2020.

Además, 25 Estados miembros ya han asignado una parte del espectro de 5G, frente a 16 hace un año, y la tecnología ya comenzado su andadura comercial en 13 países, principalmente en zonas urbanas.

Respecto a la integración de las tecnologías digitales, se ha producido un marcado aumento del uso de las tecnologías en la nube (del 16% de las empresas en 2018 al 26% en 2020) y hay un claro liderazgo de las grandes compañías en este ámbito.

Este tipo de organizaciones sigue liderando el uso de las tecnologías digitales, como soluciones ERP (80%) y software cloud (48%), frente a las pymes, cuyos ratios bajan hasta el 35% y 25%, respectivamente.

No obstante, solo una parte de las empresas recurre a las tecnologías digitales avanzadas (14% para los macrodatos, 25% para la inteligencia artificial y 26% para la nube).

Estos datos señalan que el estado actual de la adopción de las tecnologías digitales está lejos de los objetivos de la Década Digital: la ambición de la UE para 2030 es que el 90 % de las pymes alcance como mínimo un nivel básico de intensidad digital, frente al escenario de referencia del 60 % en 2020, y que al menos el 75 % de las empresas utilice tecnologías digitales avanzadas de aquí a 2030.

Cerca del 15% de las inversiones digitales de los planes de recuperación y resiliencia (aproximadamente 18.000 millones de euros) se destina a las capacidades digitales y la investigación y el desarrollo en el ámbito digital.

El índice también concluye que “los datos sobre los servicios públicos digitales todavía no reflejan una mejora importante de los servicios de administración electrónica”. Durante el primer año de la pandemia, varios Estados miembros crearon plataformas digitales o mejoraron las ya existentes a fin de prestar más servicios online.

El 37% de las inversiones en el ámbito digital de los planes de recuperación y resiliencia (en torno a 43.000 millones de euros) se destina a los servicios públicos digitales, por lo que “se esperan mejoras significativas en los próximos años”, asegura la Comisión.

Resultados locales
España ocupa el puesto número 9 de los 27 Estados miembros de la UE en el informe, con buenos resultados en materia de servicios públicos digitales y en conectividad, aunque persisten algunas diferencias entre las zonas urbanas y rurales.

En cuanto al capital humano, España ocupa el puesto número 12 y durante los últimos años ha subido posiciones, pero aún existe margen de mejora, especialmente en el indicador de especialistas en TIC.

En integración de las tecnologías digitales, ocupa el decimosexto lugar. Su puntuación coincide con la media de la UE y ha aumentado considerablemente el número de pymes españolas que venden a través de Internet. Sin embargo, las empresas aún no están aprovechando lo suficiente tecnologías como la inteligencia artificial (IA), los macrodatos y lcloud, que podrían contribuir a un mayor desarrollo de la productividad y el comercio electrónico.