Qué supone el fin del roaming en la UE

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El próximo 15 de junio, los cerca de 500 millones de habitantes de la Unión Europea podrán realizar llamadas y utilizar sus datos de la misma forma que lo hacen en su país de origen. Y es que ese día llega el fin del roaming, las tarifas que están obligados a pagar los usuarios de telefonía móvil cada vez que se desplazan a otro país, en la Unión Europea.

Fue hace dos años cuando el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea llegaron a un acuerdo para que el mercado único de telecomunicaciones fuera una realidad. En ese momento, la UE fijó el 15 de junio de este año la fecha en la que el roaming desaparecería en territorio de la Unión.

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Las operadoras de telecomunicaciones ante la era digital

Largo camino

Hasta alcanzar un acuerdo, la propuesta para acabar con las tarifas tuvo que recorrer un largo camino. No en vano, ésta fue presentada en la Comisión cuatro años antes, en 2011, y se incluyó en la nueva normativa de telecomunicaciones que fue aprobada el año pasado.

Andrus Ansip, vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo para el Mercado único Digital, confirmó, en 2015, que “los europeos han estado esperando el fin de las tarifas del roaming, así como unas nuevas reglas de neutralidad en la Red. Sus palabras han sido escuchadas”.

En qué consiste

En un primer momento, la Comisión había establecido un límite de 90 días de itinerancia gratuita al año, de los cuales más de 30 de ellos no podían ser seguidos. El pasado mes de septiembre, el mismo organismo decidió cambiar la propuesta obligando a las operadoras de la Unión Europea a ofrecer este servicio sin coste a sus clientes en los 28 países y sin límite de días al año.

Con esta decisión “garantizamos a los usuarios de toda Europa unos precios bajos que les permitan hacer pleno uso de los nuevos servicios móviles. Los consumidores europeos no aceptarían que no fuera así”.

De esta forma, todos los viajeros que utilicen la tarjeta SIM de un Estado miembro en el que residen o con el que mantienen vínculos estables puedan usar su dispositivo móvil en otro país de la UE de la misma forma en que lo haría en el propio, pagando los precios de su país de origen al llamar, enviar mensajes de texto o navegar por la red con sus dispositivos móviles, y teniendo pleno acceso a otros aspectos de su contrato de móvil.

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Países a los que afecta

Además de eliminar el roaming en los 28 países que forman parte de la Unión Europea (incluido Reino Unido, aunque esta situación podría cambiar dependiendo de las negociaciones del Brexit), algunas operadoras lo han extendido a otros territorios. En el caso Movistar y Orange, éstas lo han ampliado a Noruega, Islandia y Liechtenstein, mientras que Vodafone incluye, además de los tres países anteriormente citados, a Estados Unidos, Suiza, Albania y Turquía.

Entre los colectivos que más beneficios van a sacar del fin del roaming se encuentran los trabajadores que a diario pasan a otro país a trabajar, los expatriados que vuelven con frecuencia a su país de origen o los estudiantes de Erasmus.

Protección a las operadoras

Pero la Comisión Europea no mira únicamente por los ciudadanos, sino que también buscan ofrecer protección a las operadoras.

En este sentido, estas compañías podrán actuar contra abusos cuando se den situaciones como que el uso de la línea doméstica sea insignificante en comparación con el tráfico en itinerancia, que haya una gran inactividad de la SIM asociada mayoritariamente para roaming, o que se detecte el alta y uso de varias tarjetas SIM en el extranjero por parte de un mismo cliente.

En esos casos, las operadoras aplicarían una serie de sobrecostes que la Comisión Europea ha propuesto que sean de, como máximo, 0,04 euros por minuto de llamada, 0,01 euro por SMS y 0,0085 euros por cada megabyte consumido.

No habrá sobrecostes

El último escollo del roaming tenía a la fijación de precios como eje. En un primer momento, los 28 países miembros querían reducir, de manera progresiva, la tarifa máxima para el paquete de datos desde los 0,01 euros por MB en junio de 2017, hasta los 0,005 euros por MB en junio de 2021. Esta posición contrastaba con los deseos de la Comisión Europea, quien creía que lo mejor era permitir un cargo máximo de 0,0085 euros desde el 15 de junio de 2017, fecha en el que el roaming desaparecerá. El Parlamento Europeo, por su parte, abofa por que las tarifas se vayan reduciendo desde los cuatro euros por giga el primer año, hasta un euro al final del proceso de transición.

El pasado 10 de abril, el Parlamento Europeo respaldo un acuerdo para limitar los precios que los operadores se cobran entre ellos por los servicios de telefonía en otros países. Con esto, se asegura que los europeos puedan acceder a su correo electrónico, consultar un mapa, subir fotos a las redes sociales, llamar y escribir en el extranjero sin pagar más por ello.

¿Subirán los precios?

Desde que se conociera la decisión de la UE de eliminar el roaming, los rumores sobre una posible subida de precios no han dejado de sucederse. La eurodiputada Pilar del Castillo ha asegurado que no cree que se vaya a producir la tan temida subida de precios, algo en lo que no están de acuerdo los expertos del sector, como Altran España, quien en un informe vaticinaba una próxima subida de las tarifas de telefonía debido al efecto del roaming.