Los vehículos conectados, reto y oportunidad para los fabricantes

  • Estrategias digitales

El 44% de los usuarios todavía no tienen ningún servicio conectado en sus vehículos, y más de la mitad de los que sí, no los utiliza frecuentemente. Aún así, los servicios conectados son el futuro, y abren una oportunidad para los fabricantes de componentes de automoción tradicionales si se imponen a un duro competidor: las compañías digitales.

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El estudio ‘Connected Vehicle Trend Radar 2’, realizado la marca de innovación consultoría y transformación de Grupo Capgemini, revela que cerca de la mitad (44%) de los clientes globales no tiene todavía ningún servicio conectado en sus vehículos y que solo el 51% de los que sí los tienen lo utiliza frecuentemente, lo que significa que a los fabricantes aún les falta bastante para penetrar de manera efectiva en el mercado de los servicios conectados. De hecho, la investigación afirma que las empresas de tecnología entraron con éxito en el espacio con servicios de teléfonos inteligentes y conexiones fáciles hacia el automóvil. Ahora, los fabricantes “deben esforzarse más para mantenerse relevantes”.

Según los resultados obtenidos tras encuestar a más de 3.000 usuarios de todo el mundo, la ampliación de la cartera de servicios conectados con la inclusión de aplicaciones de terceros ayudaría a los fabricantes a volver a situarse entre los primeros frente a sus competidores digitales, que han visto el potencial del mercado. En este sentido, explica que “los usuarios ya utilizan aplicaciones desarrolladas por las grandes empresas tecnológicas, por lo que permitir el acceso a estas aplicaciones a través de la interfaz de su vehículo es fundamental para recuperar clientes, y sus datos”.

Tendencia imparable
La firma estima que el valor del mercado seguirá creciendo asociado a una rápida proliferación de datos que pueden ser monetizados para ayudar a reducir costes; optimizar I+D, productos y servicios; y limitar emisiones. Su cálculo es que el número de vehículos conectados habrá aumentado a 352 millones en 2023, frente a los 119,4 millones que había en 2018.

Sin embargo, para reunir datos suficientes que les permitan seguir estando al frente, los fabricantes de componentes deben contar con una base de datos considerable en comparación con la de sus competidores tecnológicos y, en este momento, los niveles de uso son insuficientes.

De acuerdo con la investigación, los fabricantes tradicionales deben ofrecer a los consumidores los servicios que desean: de las 23 categorías de caso de uso estudiadas en el informe, la seguridad y los servicios relacionados con la protección son los que más se valoran, y los que menos, la entrega de paquetes en el maletero del vehículo (in-car delivery) y comprar desde el automóvil.

De momento, el interés por pagar por servicios conectados es relativamente bajo en todas las categorías: el 39% de los consumidores manifiesta que los servicios son útiles, pero no están suficientemente desarrollados, mientras que un 23% afirma no conocer sus beneficios. La tarea de divulgación, por tanto, desempeñará un papel fundamental para que las herramientas conectadas adquieran relevancia en el interés de los usuarios.

La sostenibilidad, un aspecto clave para el usuario
Un aspecto a explotar será la sostenibilidad, ya que es un aspecto cada vez más importante para los consumidores en la cartera de servicios conectados. En total, el 60% de los encuestados cree que los servicios conectados pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente: en Europa, en concreto el 42% de los propietarios de vehículos asegura que estarían dispuestos a cambiar de marca de coche si supieran que otras marcas ofrecen servicios conectados sostenibles.

Según el informe, los fabricantes deben encontrar su sitio en el ecosistema de la conectividad porque “los servicios conectados no solo ofrecen una amplia variedad de oportunidades para los fabricantes tradicionales de automóviles, sino que son críticos”, y las empresas digitales se han dado cuenta de que el automóvil es simplemente un componente más del entorno digital del consumidor.

Se juegan mucho porque los servicios de conectividad en los automóvles pueden impulsar la fidelidad del cliente y, para eso, la experiencia de conducción debe integrarse cómodamente en la vida digital de una persona.

En este sentido, el estudio llama la atención sobre que los fabricantes suelen externalizar actividades que se alejan de sus competencias principales y han aplicado un enfoque similar a la conectividad. Así, pese a que estos servicios conectados se han ido incorporando fácilmente al conjunto de las prestaciones ordinarias que se ofrecen con el vehículo, no siempre pueden actualizarse después, durante la vida del automóvil. Además, los servicios que actualmente se ofrecen varían en gran medida de un modelo a otro dentro de una misma marca del fabricante.