Propósitos para 2024: ¿Podemos hacer algo ante la falta de talento IT en España?

  • Opinión

Miguel Abreu B-FY

Durante este año 2023, hemos escuchado desde diversas fuentes, que en España no tenemos suficiente talento en tecnología para poder cubrir, no solo la demanda actual, sino la de futuro, que será mucho mayor.

Para muestra el artículo publicado en el Cinco Días que habla de 14.500 millones de euros perdidos cada año: la falta de talento digital pasa factura a España.

Y aunque es cierta esta lectura de la situación, también es cierto que en mis 23 años de experiencia profesional en el sector IT, siempre ha existido un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda de profesionales de tecnología, desequilibrio que se ve más evidente cuando hay grandes avances tecnológicos: Las .com y el comercio electrónico, las aplicaciones móviles, las fintech y ahora la ciberseguridad y la inteligencia artificial, por nombrar solo algunos de los cambios tecnológicos que más evidente han hecho este desequilibrio durante el siglo XXI.

Durante todo este tiempo este problema se ha intentado resolver de la misma manera: intentar contratar personas a tiempo completo que hagan el trabajo necesario. Como todas las empresas quieren tener al empleado a tiempo completo, y tenemos falta de talento, se produce una “guerra económica” que termina haciendo que los salarios suban cada vez más, y además, en un gran número de los casos, esa persona está infrautilizada en su empresa, porque podría hacer más cosas, pero con la lentitud de las operaciones de la empresa, esa persona no es lo suficientemente productiva. Por tanto, tenemos una productividad similar, pero a un coste cada vez mayor. Esto no está nada bien para la economía de ningún país, y menos para la de España.

Lo que tenemos que hacer como sociedad, es fomentar el trabajo por proyectos, y que los profesionales IT puedan ser trabajadores autónomos que puedan entrar y salir de proyectos de forma más ágil, y que puedan trabajar para varias empresas sin que haya demasiadas trabas tributarias ni legales, y sin que deban pasar por una subcontratación de una empresa intermediaria. En el mundo anglosajón esto se está haciendo cada vez más, y no solo con perfiles tecnológicos, también con perfiles directivos, y este enfoque tiene las siguientes ventajas:

- Para las Pymes, el poder contar con expertos a un precio que pueden asumir, y con la dedicación que necesitan, dado que no necesitarán un experto en ciberseguridad o en inteligencia artificial a tiempo completo, solo lo necesitarán unas horas al mes, y además podrá mentorizar a una persona con poca experiencia, que no podría haber hecho el trabajo sola, para que poco a poco vaya mejorando y pueda ser independiente en el medio plazo.

- Para los profesionales TI, porque podrán cobrar el dinero que merecen cobrar, sin que lo tenga que asumir una única empresa.

- Para las grandes empresas, porque podrán ser más innovadoras, al poder reorganizar equipos y asumir nueva tecnología de forma más rápida y eficiente.

El talento tecnológico se mueve por proyectos y por retos, no se mueve por dinero, y esto tiene que quedarle muy claro a todos los directivos. Actualmente lo que ocurre es que acceder a proyectos innovadores muchas veces implica tener que cambiar de empresa, y allí es dónde viene el cambio salarial.

Yo he tenido en mis equipos auténticos cracks de la tecnología, que nunca se fueron por un mayor salario, y me consta que varios, en mis distintas etapas, tuvieron varias ofertas con aumentos de hasta un 35% de su salario, lo cual era mucho dinero, teniendo en cuenta que siempre he estado pendiente de que sus salarios estén “en mercado”. ¿Cómo hemos conseguido esa lealtad mis equipos directivos y yo? Dándole la oportunidad a cada persona de tener su parcela de innovación, además de autonomía en sus funciones y de escuchar todas y cada una de las sugerencias que querían hacer a la empresa; generando un ambiente de confianza máximo, y de gestión real de conflictos, que nos permitía generar el compromiso necesario para que cada persona asumiera un alto grado de responsabilidad y se pudieran conseguir así los resultados empresariales esperados. Básicamente aplicar los principios de la Pirámide de Lencioni.

Por tanto, yo siempre digo a las empresas que la “guerra económica” a nivel de sueldos es evitable, pero para ello tenemos que tener el ambiente de trabajo adecuado, que además es el que nos conviene a nivel empresarial, porque nos permitirá tener equipos de alto rendimiento, y hacer mucho más con un número reducido de empleados.

En conclusión, llevamos 23 años en desequilibrio de oferta y demanda a nivel de tecnología, y no parece que esto vaya a cambiar en el corto plazo (ni siquiera con, o a pesar de, la llegada de la inteligencia artificial), y menos en España, que se está erigiendo en un país near-shore para contratación de talento IT, dónde el equilibrio entre “inversión salarial y calidad del trabajo” es uno de los mejores del mundo. Por lo tanto, se hace necesario, como propósitos para 2024, debemos aspirar a dos cosas: transformar nuestra economía en un mercado laboral más líquido, y aprovechar mejor el talento TI del que ya disponemos, dándole espacio para innovar y para aportar más, aumentando con ello la productividad de nuestras empresas.

Por Miguel Abreu, Tu Ceo Copiloto