El volumen total de facturas electrónicas intercambiadas en B2B, B2G y B2C aumentó un 22,7% en 2022

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El último informe de SERES confirma que el volumen total de facturas electrónicas intercambiadas en los ámbitos de B2B, B2G y B2C superó los 379,2 millones, un 22,77% más que en 2021. En concreto, el ámbito B2B encabezó el ranking con casi 340 millones. Las pymes lideraron su uso.

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El "Estudio comparativo del uso de la factura electrónica en España", publicado por SERES, analiza la evolución del uso de la factura electrónica con información desglosada por comunidades autónomas, tamaño de empresas y sectores de actividad durante 2022.

Este informe del especialista en Intercambio Electrónico seguro de Documentos,actualiza los datos correspondientes al ejercicio anterior que, a diferencia de los informes publicados en años anteriores, se contextualizan como antesala a la aprobación de la Ley Crea y Crece, en vigor desde el 19 de octubre de 2022, y la obligatoriedad de emitir facturas electrónicas entre empresas y autónomos, al cual las grandes compañías tendrán que comenzar a acogerse a partir de 2024.

El estudio concluye que las pequeñas empresas fueron las más apostaron por el uso de la factura electrónica en 2022. En concreto, la comparativa indica que este tipo de empresas emitieron el mayor volumen de facturas electrónicas a nivel nacional, con un 36,17% del total, un 3,34% más que en 2021. Del mismo modo, también registraron un 32,12% de recepción de facturas electrónicas totales, un 1,09% más que en el año anterior.

Las medianas empresas se situaron en segundo lugar en emisión de facturas electrónicas, registrando un porcentaje del 27,48% del total, un 4,15% menos que en 2021. En lo que respecta a la recepción de facturas electrónicas, la comparativa se situó en el 21,78% del total, un descenso del 2,21% respecto al ejercicio anterior. Por otro lado, las microempresas se situaron en segundo lugar en la recepción de facturas electrónicas, representando un 31,99% del total, un 0,87% más que en 2021, mientras que la emisión de esta herramienta digital alcanzó el 14,87%, un leve descenso del 0,78% respecto al año pasado.

Por otro lado, las grandes empresas intensificaron los procesos de automatización y digitalización de los procesos de facturación de sus relaciones comerciales en 2022. En concreto, la emisión de facturas electrónicas representó un 21,48% del total, lo que supone un aumento del 1,59% respecto a 2021. En el caso de la recepción de facturas electrónicas, las cifras mantuvieron una tendencia similar al año anterior, representando un 14,11% del total, apenas un 0,15% más que en 2021.

Datos nacionales
El informe refleja que, en los ámbitos B2B, B2G y B2C, el volumen total de facturas electrónicas intercambiadas alcanzó las 379.203.250, un 22,77% más que en 2021. En concreto, el ámbito B2B encabezó el ranking con un total de 339.987.782 facturas electrónicas emitidas en transacciones comerciales entre empresas, una subida del 31,98% en comparación con 2021, lo que se traduce en 82.382.249 facturas electrónicas más.

Por otro lado, el estudio recoge las causas positivas que otorga el uso de la factura electrónica en el medioambiente que, sumado al ahorro de tiempo y material que este recurso conlleva, supone un ahorro significativo en costes para las compañías. En concreto, el uso de la factura electrónica en 2022 contribuyó al ahorro de 2.942.617.220 de euros en costes de gestión y evitó un uso de papel equivalente a 16.486 pinos, ahorrando un 30% en términos medioambientales y un tiempo en horas de trabajo equivalente a 740 años laborales. Finalmente, el uso de la factura electrónica en 2022 contribuyó al ahorro de más de 2.600 millones de euros en costes de gestión en entornos B2B, un 25,32% más respecto al ejercicio anterior.

Claves de la progresión positiva
La expansión de la factura electrónica en España viene explicada, en parte, por el aumento de la digitalización empresarial tras la pandemia. La Ley de Creación y Crecimiento impulsada por el Gobierno, que entró en vigor el 19 de octubre de 2022, introduce como novedad la obligatoriedad de uso de la facturación en las relaciones comerciales entre empresas privadas y profesionales del sector con el fin de impulsar el emprendimiento y el desarrollo empresarial. Esta normativa será obligatoria en la primavera de 2024 para empresas y autónomos que facturen más de 8 millones y para las demás en la primavera de 2025. Esto hace prever que el avance de la e-factura seguirá creciendo, convirtiéndose en una oportunidad única para agilizar, mejorar la eficiencia de las empresas y optimizar recursos.

Los datos reflejados en este estudio reflejan la importante actividad que la factura electrónica está teniendo en sectores como el de gran consumo, la automoción, la industria y la construcción. Sin embargo, su avance en otras áreas continúa siendo insuficiente, especialmente dentro de áreas de negocio más reticentes al uso habitual de estas herramientas en sus relaciones comerciales, como ocurre en el caso del sector primario. Las pequeñas empresas se sitúan a la cabeza en el uso de la factura electrónica, aunque en este último año también ha repuntado entre las grandes empresas. Son más de la mitad las empresas del sector terciario que ya emiten y reciben documentación electrónicamente, seguidos muy de cerca por los negocios industriales. Las cifras indican que la transformación digital en las empresas va en buena dirección, aunque todavía hay margen de mejora. 

Dentro del marco de la Unión Europea ha comenzado a implementarse la obligatoriedad de la facturación electrónica de manera gradual en las Administraciones Públicas centrales y regionales de todos los Estados Miembros. España, que incorporó la obligación de uso de este recurso en el ámbito B2G en el año 2015, ha extendido la obligatoriedad para los subcontratistas del Estado desde hace unos años.