Principales tendencias tecnológicas a tener en cuenta en 2024

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Además de la IA generativa, otras áreas sobre las que habrá que poner el ojo en 2024 son la evolución de los semiconductores, la criptografía post-cuántica, las tecnologías de baterías y la nueva exploración espacial, todas ellas decisivas para afrontar los retos de nuestras economías, comunidades y ecosistemas.

Durante 2023, la IA generativa ha tenido un papel protagonista en el debate público y empresarial a nivel mundial, aumentando las expectativas sobre esta tecnología, encaminadas a que podría catalizar el progreso en los negocios y la sociedad. Aunque seguirá siendo un tema candente el próximo año, se espera que otras tecnologías clave también alcancen una etapa de madurez o avance decisivo en 2024, para contribuir a resolver los retos actuales más importantes para las empresas, la sociedad y el medio ambiente. Capgemini ha presentado su “TechnoVision: 5 Principales Tendencias Tecnológicas a tener en cuenta en 2024”, centrado en las tecnologías que alcanzarán un punto de inflexión el próximo año.

IA generativa: lo pequeño será ahora lo más valorado

Durante todo el 2023, la IA generativa ha ocupado una posición relevante en el debate mundial sobre tecnología y negocios, con expectativas de un impacto empresarial significativo. La pregunta ahora es si en 2024 estará a la altura de la enorme expectación que ha generado. La respuesta corta es sí.

Mientras los LLM (grandes modelos de lenguaje) seguirán creciendo, también aumentará la necesidad de modelos más pequeños y rentables. Estos modelos se harán cada vez más pequeños para funcionar en instalaciones que ocupen poco espacio y tengan una capacidad de procesamiento limitada, por ejemplo, en el perímetro o en arquitecturas empresariales más pequeñas. En 2024, las nuevas plataformas de IA también combatirán cada vez más el contenido generado por la propia imaginación de los diferentes modelos, combinando los propios modelos de IA generativa con información de alta calidad procedente de los Knowledge Graphs. En apoyo de todo esto, surgirán plataformas que proporcionarán herramientas para que las empresas aprovechen la IA generativa sin necesidad de tener grandes conocimientos técnicos. Esto conducirá, a largo plazo, a la creación de redes interconectadas de modelos diseñados y ajustados para tareas específicas, y desarrollar verdaderos ecosistemas generativos multiagente.

Estos avances en IA generativa están indicando una evolución hacia una tecnología más accesible, versátil y rentable, que permitirá a las organizaciones ampliar más rápidamente sus casos de uso de IA generativa y obtener más valor a largo plazo de la tecnología.

Tecnologías cuánticas: cuando lo cibernético se une a lo cuántico

Está en marcha una auténtica carrera armamentista cibernética, en la que los avances en potencia informática deben ir acompañados de mecanismos de defensa digitales reforzados. Por ejemplo, la IA y el aprendizaje automático (ML) se utilizan cada vez más en la detección y respuesta a las amenazas, mientras que el modelo de seguridad de confianza cero puede convertirse en una norma mundial. Pero está surgiendo rápidamente una nueva amenaza, impulsada por el desarrollo de la computación cuántica, que puede dejar obsoletos nuestros actuales estándares de cifrado, como RSA y ECC. Por tanto, el desarrollo de algoritmos resistentes a la tecnología cuántica se está convirtiendo en una necesidad urgente para mantener la privacidad y la seguridad de los datos en el futuro.

En Estados Unidos, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología publicará en 2024 los estándares para la criptografía post-cuántica (PQC), es decir, algoritmos de cifrado que se cree serán resistentes a los ataques cuánticos. Dado que la Ley de Preparación para la Ciberseguridad de la Computación Cuántica exige que las organizaciones públicas y privadas que suministran al gobierno de EE.UU. estén preparadas para migrar a PQC en el plazo de un año tras la publicación de las normas del NIST, es probable que este tema tenga un lugar destacado en las conversaciones de las salas de juntas en 2024.

Este cambio emergente promete alterar la base misma de los estándares de ciberseguridad a nivel mundial. Todos los líderes empresariales y expertos en tecnología se verán afectados por este hito que se aproxima, mientras cada vez más organizaciones inician su transición cuántica.

Semiconductores: la Ley de Moore está cambiando

Los semiconductores son un factor crucial de la transformación digital. La Ley de Moore establece que la potencia de cálculo de un microchip se duplica cada dos años, mientras que su coste se reduce a la mitad, pero la industria de los semiconductores está a las puertas de una era transformadora, con múltiples factores que convergen para redefinir su panorama en 2024.

Los chips están alcanzando los 2 nm y los transistores se acercan al tamaño de unos pocos átomos; y las inversiones cada vez mayores en I+D y en instalaciones de fabricación de vanguardia se están convirtiendo en un desafío incluso para los mayores fabricantes de chips. 2024 debería ser testigo de una evolución de la ley de Moore, con nuevos paradigmas: a pesar de acercarse al límite físico absoluto de la miniaturización de los chips, los chiplets deberían ver avances en el apilamiento de chips 3D, innovaciones en la ciencia de los materiales y nuevas formas de litografía para seguir aumentando la potencia informática.

Se espera una transformación digital acelerada en todos los sectores, posibilitada por objetos conectados más potentes. Estos avances tecnológicos se reflejarán en cambios en el propio ecosistema de los semiconductores, con la aparición de nuevas gigafábricas, normativas, modelos de negocio y servicios de fundición en 2024.

Baterías: el poder de la nueva química

Mejorar el rendimiento y reducir los costes de las baterías es uno de los principales objetivos tanto de las empresas como de los gobiernos. El objetivo es apoyar la movilidad eléctrica y acelerar el almacenamiento de energía de larga duración, fundamental para acelerar la transición energética hacia las energías renovables y el progreso acelerado de las redes inteligentes.

Mientras que el LFP (ferrofosfato de litio) y el NMC (níquel manganeso cobalto) se están convirtiendo en estándares para las aplicaciones de los vehículos eléctricos, se están explorando varias tecnologías con la química de baterías, como las baterías sin cobalto (de iones de sodio) o las de estado sólido, con una aceleración probable en 2024. Estas últimas representan un cambio importante en la tecnología de las baterías, principalmente para los vehículos eléctricos, ya que tienen mayores densidades de energía a un precio que será inferior al de las baterías tradicionales. También reducen la dependencia de materiales como el litio, el níquel, el cobalto, los minerales de tierras raras y el grafito, al tiempo que prometen una vida útil más larga y una seguridad más sólida.

En un mundo empresarial impulsado por la transición energética y la lucha contra el cambio climático, estos avances emergentes pueden ofrecer una vía hacia mayores opciones para la industria de las baterías y un uso más sostenible de los materiales.

Tecnología espacial: abordar los desafíos de la Tierra desde el espacio exterior

En 2024, la humanidad se prepara para regresar a la luna. Este renovado interés por las tecnologías espaciales pretende impulsar los descubrimientos científicos y ayudar a resolver los retos más críticos de la Tierra, como el monitoreo de los riesgos y desastres climáticos, un mejor acceso a las telecomunicaciones, así como la defensa y la soberanía.

La nueva era espacial está impulsada no solo por organismos públicos, sino también por agentes privados, desde startups hasta corporaciones, y cuenta con el apoyo de diversas tecnologías como el 5G, los sistemas avanzados de satélites, el big data, la computación cuántica, etc. En 2024, esto debería acelerar la innovación y respaldar proyectos tecnológicos muy prometedores en el campo de la propulsión sostenible de naves espaciales y nuevas constelaciones de órbita terrestre baja para comunicaciones fluidas y criptografía cuántica.