La GSMA insta a los miembros de la OMC a que prioricen y aceleren la inversión en el futuro digital

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Durante la undécima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio que acaba de concluir, la GSMA ha instado a los países miembros a que reformen sus marcos regulatorios para promover una nueva ola de innovación e inversiones en infraestructuras y servicios digitales.

Así lo ha expresado la asociación que representa los intereses de los operadores móviles a nivel mundial a través de su director general, Mats Granryd.

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El directivo instó a los líderes gubernamentales a reformar sus marcos regulatorios para impulsar una nueva ola de innovación e inversiones en infraestructuras y servicios digitales. Actualmente, sólo 108 de los 164 miembros de OMC han asumido compromisos para facilitar el comercio en los servicios de telecomunicaciones, señaló.

“Hoy, más de 5.100 millones de personas, en torno a dos tercios de la población mundial está suscrito a servicios móviles. Con este amplio alcance, el sector móvil es uno de los grandes impulsores de la economía mundial, se espera que emplee a aproximadamente 31 millones de personas en el mundo y aporte un valor económico de 4,2 billones de dólares en 2020”, dijo Granryd.

Esto sería el 4,9% del PIB mundial. Sin embargo, sostuvo que su crecimiento continuado no está garantizado, sino se acaba con los marcos regulatorios desactualizados e inflexibles que están en vigor en muchos países del mundo. “Es imperativo que los gobiernos den los pasos necesarios para promover la inversión en nuestro futuro digital, y estimulen el comercio digital”, subrayó.

Para que no estén en riesgo el comercio, el crecimiento y la inclusión, la GSMA ha pedido a los países miembros de la OMC que impulsen la inversión en redes con políticas claras de desarrollo de banda ancha y una política de uso del espectro que favorezca las inversiones; promuevan el crecimiento económico a través de normativas de protección de datos y privacidad armonizadas a nivel internacional para favorecer los flujos de datos entre países y, finalmente, que actualicen los marcos regulatorios y los alineen con el nuevo mundo digital.