Así trabajan las empresas con cultura innovadora

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La cultura empresarial no solo depende de valores y procesos, y la mejor manera de cambiarla es modificar la forma de trabajar en equipo, según un estudio. Esto es importante porque los trabajadores calculan que pierden la mitad de sus horas más productivas en cuestiones como reuniones e hilos de correos improductivos. Esta pérdida podría reducirse combinando el entorno físico adecuado, las herramientas tecnológicas y un responsable de equipo o líder más práctico.

La creación de una cultura innovadora en el trabajo se convierte en un claro indicador de éxito futuro cuando se trata de la transformación digital, según una investigación de Microsoft, que ha sido dirigida por KRC Research y supervisada por la London Business School. 

Los autores del estudio han analizado dónde centran sus capacidades de innovación los directivos de las compañías, explorando tres aspectos diferentes: productos y servicios; operaciones comerciales y formas de trabajar. Y es en este último aspecto en el que ponen el énfasis los líderes de las empresas más innovadoras.

Uno de los datos más reveladores de la investigación fue que los trabajadores indicaran que perdían hasta un 52% de sus horas más productivas (un 50% en España). Específicamente, señalan que las reuniones e hilos de correos improductivos, las interrupciones innecesarias y el tiempo que dedican a hacer seguimiento de la información, les supone una pérdida de tiempo que podrían emplear en sus tareas prioritarias.

Esta pérdida de tiempo puede reducirse a la mitad, según los resultados del estudio de Microsoft, al combinar el entorno físico adecuado, las herramientas tecnológicas y un responsable de equipo o líder que ofrezca más oportunidades para realizar las tareas de una forma que permita a los empleados dar lo mejor de sí mismos. Cuando la gente puede trabajar de esta forma, hay un triple de posibilidades de que sean felices con su trabajo.

Hay tres características resaltables y que comparten las culturas empresariales altamente innovadoras: los empleados pueden abordar los problemas desde nuevos ángulos y de nuevas maneras, se apoya a los empleados en el desarrollo de nuevas ideas y las organizaciones son flexibles para adaptarse a los cambios en sus operaciones.

Según el informe, si las empresas se aseguran de que ciertos empleados y equipos están preparados para abordar estos retos a su manera, podrán obtener un impacto positivo en el flujo de trabajo. La investigación también puso de manifiesto que el 61% de los empleados - 54,62% en España- que trabajan en este estado de rendimiento óptimo afirman que pueden elegir cómo quieren trabajar; frente al 37% en Europa y el 28,20% en España que declara que trabajan en un estado de rendimiento bueno, pero que no tienen flexibilidad a la hora de elegir cómo trabajar.  

Cómo mejorar
La investigación identifica tres maneras a través de las cuales los líderes exitosos pueden mejorar para impulsar una cultura de la innovación en sus compañías: no limitarse a derribar silo, sino construir puentes, capacitar a los equipos y crear una cultura de aprendizaje continuo, y proteger la atención y promover el flujo de trabajo.

Al preguntarles por la importancia que tenía para ellos la colaboración, tanto interna como con clientes o partners, para el crecimiento en un futuro, las diferencias entre empresas estaban claras. Un 86% afirmó que la colaboración interna entre equipos es clave para crecer, en comparación con el 72% de los directivos de empresas menos innovadoras. En España, estos datos son de un 86,27% y un 87,10%, respectivamente.

Un alto porcentaje de directivos -un 79% en Europa y un 82,35% en España -, dijo que colaborar de forma externa con sus partners es vital para el crecimiento de sus empresas, en comparación con el 54% y el 74,19% respectivamente de sus homólogos en organizaciones menos proclives a innovar. Además, la flexibilidad en cuanto a que los empleados puedan elegir cuándo y dónde quieren trabajar, así como asegurarse de que tienen la tecnología adecuada que les permita hacerlo se convierten para estos líderes empresariales en temas clave para mejorar la productividad y la satisfacción de los empleados.

Otro dato destacable es que los empleados de las compañías más innovadoras se sienten verdaderamente respaldados por sus directivos. De hecho, tienen el doble de posibilidades de afirmar que se sienten capacitados para tomar decisiones. Y más aún, son más propensos a decir no sólo que su opinión se tiene en cuenta en la empresa (un 74% entre las compañías con cultura innovadora en Europa y un 80,25% en España, y un 43% y 49,88%, respectivamente, entre las de menos), sino también que “no pasa nada si cometen un error”.

Es evidente que cualquier cambio significativo en la cultura empresarial debe venir del más alto nivel de la organización. Sin embargo, una vez que la dirección está alineada, la figura de los responsables, jefes o líderes resulta fundamental para el cambio.