Los buenos resultados y una cultura del trabajo innovadora, parte de una misma ecuación

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Un estudio paneuropeo de Microsoft revela que las empresas que implantan una cultura de trabajo innovadora son más propensas a obtener porcentajes de crecimiento de dos cifras. Conseguirlo no es sencillo, ya que más del 90% de los directivos encuestados dicen que el cambio de cultura empresarial es el reto principal dentro de los procesos de transformación.

Microsoft ha llevado a cabo una investigación paneuropea que tenía como objetivo profundizar en el crecimiento de las organizaciones, el compromiso de los empleados, los estilos de liderazgo y la tecnología en la era digital. De sus resultados parece desprenderse que “las empresas que triunfarán el día de mañana no están pensando en estos momentos qué pueden hacer para que sus empleados sean más productivos, sino cómo pueden ayudarles a ser más innovadores”, según explica Vahé Torossian, vicepresidente corporativo de Microsoft y presidente de Microsoft Western Europe.

La principal conclusión que se extrae del estudio es que acertar e implantar una innovadora cultura en el trabajo supone una enorme ventaja para las organizaciones y les posiciona hacia el éxito y crecimiento. Así, los resultados de este trabajo, dirigido por KRC Research y supervisado por la London Business School, dejan patente que, más allá de las formas tradicionales en las que una compañía trata de mantenerse un paso por delante de la competencia (pone como ejemplos la adopción de la última tecnología hasta un cambio de estrategia, la diversificación o el desarrollo de su fuerza de trabajo), la creación de una cultura innovadora en el trabajo se convierte en un claro indicador de éxito futuro cuando se trata de la transformación digital.

Las compañías que asumen aplicar una cultura empresarial innovadora (es decir, aquellas en las nuevas ideas se aceptan y se apoyan) tienen el doble de posibilidades de obtener un crecimiento de dos cifras. Estas organizaciones también parecen estar en la posición adecuada para ganar lo que se suele llamar la "batalla por el talento", pues la mayoría de su plantilla (un 86% en Europa y un 92,16% en España) no tiene pensado cambiarse de trabajo; mientras que en aquellas cuya cultura es menos innovadora, solo un 57% de los empleados afirma lo mismo. Este porcentaje asciende a un 79,03% en España. 

No obstante, llegar a ese tipo de cultura es complicado. Un 92% de los directivos europeos y el 96,46% de los españoles encuestados afirmó que su empresa ha experimentado una gran transformación recientemente y que el cambio de cultura empresarial se posiciona para ellos como el reto principal dentro de los procesos de transformación. Y es que, aunque la innovación avanza rápido y las decisiones de los ejecutivos pueden tomarse de forma ágil, a las personas les cuesta aceptar los cambios.

Los autores han utilizado para llevar a cabo esta investigación una metodología de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y para su realización se ha sondeado a 9.113 directivos y empleados de organizaciones de más de 250 trabajadores en plantilla de 15 países europeos, entre los que se incluye España.