Brexit: Una salida sin acuerdo impactará negativamente en la economía digital del Reino Unido

  • Actualidad

La decisión de Boris Johnson, Primer Ministro del Reino Unido, de cerrar el Parlamento británico aumenta la probabilidad de que el país se vaya de la Unión sin acuerdo. Según diferentes estudios, un Brexit sin acuerdo tendrá consecuencias negativas en el sector tecnológico de Gran Bretaña.

Isabel II ha aprobado la petición de Boris Johnson, Primer Ministro británico, de cerrar el Parlamento británico, en una acción que ha generado más que polémica y que augura que la salida del Reino Unido de la Unión Europea se puede llevar a cabo sin acuerdo. Johnson ha reiterado en más de una ocasión que su país se irá de la Unión con o sin acuerdo el próximo 31 de octubre, algo que preocupa al sector tecnológico.

No en vano, y según un estudio de CW Jobs, el Brexit es la mayor preocupación para la fuerza laboral tecnológica británica, que ven que con una salida sin acuerdo el acceso al talento se puede ver mermado. A principios de año, el Colegio Profesional de Computación BCS ((The Chartered Institute for IT), que representa a la industria en el país, ya advirtió de las consecuencias de un Brexit duro para el sector. En su informe aseguraba que una salida sin acuerdo comprometería la posición de liderazgo del país en la economía digital, y que las restricciones de libre circulación de las personas y los datos, y la falta de financiación europea, dañarían seriamente a la economía nacional. 

A esto hay que unir el peso que tiene Europa en el sector tecnológico del Reino Unido. Un informe del Departamento de Cultura, Medios y Deporte (DCMS) del Gobierno británico, que recoge ZDNET, cifra en 21.350 millones de euros el importe de las exportaciones de servicios del sector digital del Reino Unido a la Unión Europea en 2017, siendo “la programación de ordenadores, consultoría y actividades relacionadas” el sector más exportador alcanzando un valor superior a los 10.000 millones de euros. Más del 40% de las exportaciones de servicios del sector digital británico van a los países de la Unión Europea. Con estos datos en la mano, no es de extrañar que saber cuál va a ser la normativa que rija las exportaciones tras el Brexit sea una de las grandes preocupaciones del sector tecnológico del Reino Unido, que ven que la posibilidad de tener que hacer frente a dos marcos regulatorios a partir del 31 de octubre crece. De ser así, las empresas tecnológicas con sede en Gran Bretaña no podrán garantizar que los servicios sean proporcionados a los clientes en los mismos términos, con lo que dificultaría su competitividad en Europa.

Estados Unidos es el país al que más exportan las empresas digitales británicas, pero, por detrás se sitúan cuatro miembros de la UE: Alemania, Irlanda, Francia y Países Bajos.  

Las empresas tecnológicas ya han advertido que, si no hay acuerdo con la UE sobre el comercio, les resultará mucho más difícil competir. Es más, el 70% de las empresas tecnológicas aseguran que un Brexit duro tendrá un impacto muy negativo o bastante negativo en sus cuentas de resultados.

Flujo de datos

A esto hay que unir la preocupación por qué va a pasar con el flujo de datos entre Reino Unido y la Unión Europea. Según el estudio “Flujo de datos UE-Reino Unido, Brexit sin acuerdo”, las empresas tendrán que hacer frente a una mayor burocracia y a más impuestos para asegurar la transmisión de datos. Esto supone un gran problema, más si se tiene en cuenta que “el 80% de la economía del Reino Unido corresponde al sector servicios. La interrupción de los flujos de datos podría ser tan perjudicial desde un punto de vista económico como la interrupción del comercio de bienes”, reza en estudio que recoge Techxplore. En él se destaca que no existe una garantía de que el Reino Unido obtenga un acuerdo de adecuación positivo debido a las preocupaciones de la Unión Europea en materia de vigilancia y seguridad nacional. La intención de la UE es que, tras la salida, Reino Unido será tratado como “un país tercero” con lo que se tendrá que adecuar a una normativa más estricta.

“Tres cuartas partes de los flujos de datos internacionales del Reino Unido son con la UE y gran parte de la actividad económica británica depende de estos flujos. La interrupción, particularmente en el caso de un Brexit sin acuerdo, impondría una enorme carga de cumplimiento a las empresas”.

Efectos negativos para Londres

El Brexit también tendrá consecuencias negativas para Londres. La capital británica todavía mantiene el liderazgo europeo en lo que a mayor número de compañías tecnológicas de más de mil millones de dólares se refiere, algo que podría cambiar con la salida.

Un estudio de fDi Markets publicado el pasado mes de marzo pronostica una desaceleración del número de empresas que apostarán por Londres tras su salida del Reino Unido. Es más, en el último año, la inversión tecnológica en Gran Bretaña se redujo considerablemente, mientras que la inversión en otras ciudades europeas creció rápidamente.

Casi cuatro de cada diez compañías tecnológicas están considerando o bien abandonar Londres o bien establecer sedes fuera del Reino Unido por el Brexit. Las empresas tecnológicas líderes están buscando sedes dentro de la UE para establecer sus operaciones europeas para no perder los beneficios que aporta la Unión, como la libertad de movimiento de sus ciudadanos. Ésta es una de las grandes preocupaciones del sector tecnológico británico que han manifestado sus quejas por el Brexit asegurando que es mucho más difícil atraer talento al Reino Unido.