Datos, innovación y colaboración: perspectivas para la transformación digital en 2024

  • Opinión

Enrique Martín Casado, SE Director de PUE

Son muchas las compañías que, en estas fechas del año, publican predicciones y tendencias de cara al año nuevo. Sin ir más lejos, en un estudio reciente, la firma Gartner anticipaba que la inversión en TI superará el billón de dólares en Europa al cierre de 2023, lo que supondrá un incremento del 5,5% en comparación con 2022. En esta línea, el gasto en centros de datos ha superado ya los 46.000 millones de dólares, registrando un aumento del 3%.

Estas cifras son solo una muestra del estado de la transformación digital de las organizaciones en todo el mundo, en la que la gestión de los datos y la información están tomando un peso muy relevante para mejorar la toma de decisiones. En este sentido, el próximo año se presenta como un ejercicio en el que la tecnología dará un paso adelante en la labor de ayudar a sacar el máximo partido de los datos a las empresas que se apoyen en ella.

Por ejemplo, los grandes modelos de lenguaje (LLM) seguirán teniendo protagonismo y las compañías seguirán asimilando los avances en machine learning a un ritmo más rápido, haciendo uso de técnicas de aprendizaje automático para aprender patrones complejos de lenguaje natural basados en cantidades de datos enormes.

Pese a que el procesamiento del lenguaje natural (PNL) seguirá siendo la tónica dominante en gran parte de los casos de uso, las compañías acelerarán la incorporación de LLM como GPT de OpenAI o Gemini de Google. Esto supondrá avances en la calidad de la interacción con proveedores y clientes, automatización de tareas de procesamiento de lenguaje natural, desarrollo de prototipos y aplicaciones en este ámbito, al igual que mejoras en la extracción de la información y la generación de contenidos creativos.

El 2024 será también el año de la consolidación del lakehouse como sistema de almacenamiento. Cada vez más empresas adoptarán arquitecturas data lakehouse, una solución innovadora que combina las ventajas de los datalakes y los data warehouse. Concretamente, los data lakehouse aprovechan la flexibilidad que ofrecen los datalakes, en los que el almacenamiento se realiza de manera cruda, sin procesar, con la capacidad analítica y la estructuración de los datos del data warehouse.

Esta es una forma de almacenamiento más completa y equilibrada para las labores de análisis que supone un paso adelante en la profesionalización de la gobernanza del dato en las empresas. Sobre todo, en lo relativo a la eficiencia, reducción de tiempos y optimización de procesos gracias a la aparición de nuevas funcionalidades más avanzadas para este tipo de arquitecturas, como ocurre con Apache Iceberg.

Otra tendencia en auge será la creación de espacios de datos para compartir información entre entidades. La compartición de información entre entidades en espacios de datos será una práctica que ganará cada vez más presencia en las colaboraciones empresariales. Se trata de entornos virtuales donde se ponen en común conjuntos de datos de distinta procedencia bajo unas mismas reglas, facilitando la divulgación de dichos datos entre compañías.

Por ejemplo, en el sector sanitario, compartir datos del historial de los pacientes permite tanto a los investigadores como a los gestores sacar conclusiones acerca de nuevos tratamientos o una mejora del uso de los recursos.

Las compañías también se aventurarán en la creación de data products propios para optimizar la gobernanza de sus datos y responder así a necesidades específicas de su negocio. Lo fundamental de estas herramientas es que trascienden el almacenamiento de los datos para convertirlos en información de utilidad que mejora los procesos.

En lo referente a la integración, la federación de datos será la tendencia dominante como respuesta al reto de dar acceso a datos distribuidos y descentralizados sin la necesidad de consolidarlos físicamente en un único repositorio central, lo que permite mantener la autonomía de su origen.

Esta es una solución acertada para aquellas empresas que, por la complejidad de sus procesos, los desarrollan en entornos híbridos y multicloud. En este sentido, la federación de datos permite sacar el máximo partido a los datos sin tener que moverlos físicamente, lo que supone una ventaja para la reducción de costes, optimización de recursos y aceleración de procedimientos.

En definitiva, el próximo año se vislumbra como un período clave para la transformación digital, con un crecimiento continuo en la inversión y la gestión eficiente del dato. La adopción generalizada de grandes modelos de lenguaje y arquitecturas data lakehouse indica una evolución hacia un análisis de datos más sofisticado y contextual. La colaboración empresarial a través de espacios de datos compartidos no solo refleja una tendencia hacia la transparencia, sino que también apunta a la creación de ecosistemas de información más robustos.

Además, la emergencia de la federación de datos como respuesta a la descentralización subraya la importancia de mantener la autonomía en entornos híbridos y multicloud, representando no solo una solución técnica, sino un paradigma transformador en la gestión de datos empresariales. El 2024 se presenta como un año crucial en el que la convergencia de estas tendencias promete una redefinición profunda de la gobernanza del dato y el uso estratégico de la tecnología.

Enrique Martín Casado, SE Director de PUE