Los agentes de IA autónomos transforman la gestión del transporte
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El 61% de las organizaciones prevé contar con inteligencia artificial autónoma plenamente funcional. Las dificultades de integración y la calidad de los datos siguen siendo barreras importantes para las organizaciones que buscan aplicar la IA en la gestión del transporte.
Manhattan Associates ha publicado los resultados de un estudio en colaboración con Vanson Bourne, que revela como muchas empresas del sector del transporte están bien posicionadas para aprovechar las ventajas en costes, eficiencia y escalabilidad que ofrecen los agentes autónomos. Aquellas que no actualicen su estrategia de IA corren el riesgo de perder una cuota de mercado significativa —e incluso irreparable— frente a sus competidores.
El 61% de las organizaciones prevé contar con inteligencia artificial autónoma (IA agéntica) plenamente funcional, capaz de actuar de forma independiente para lograr objetivos específicos en los próximos cinco años. Sin embargo, solo el 37% ha integrado profundamente la IA y el aprendizaje automático en sus sistemas de gestión de transporte (TMS) en la actualidad.
Aunque cinco años en el ámbito de la IA puedan parecer una eternidad, la brecha entre las expectativas futuras y el uso actual es significativa, ya que la adopción rara vez es sencilla: aunque casi la mitad (48%) afirma sentirse muy preparada para trabajar con agentes autónomos de aquí a 2030, prácticamente todas las organizaciones (99%) reconocen enfrentarse —o esperar enfrentarse— a obstáculos, entre los que destacan la escasez de habilidades (49%), las dificultades de integración (44%) y los problemas de calidad y disponibilidad de los datos (44%).
Cumplimiento en sostenibilidad como prioridad
El impulso hacia un transporte más sostenible es una tendencia generalizada. El 69% de las organizaciones reconoce que la sostenibilidad es un mandato global o un área de fuerte presión, mientras que un 62% ya ha comenzado a implementar la Directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa.
Sin embargo, la complejidad y constante evolución de los requisitos normativos continúa representando un desafío a nivel mundial. De hecho, el cumplimiento en materia de sostenibilidad es señalado con mayor frecuencia como el principal obstáculo que podría afectar el rendimiento organizacional en los próximos cinco años.
En este contexto, un TMS moderno ofrece la visibilidad y funcionalidad necesarias para medir el progreso y garantizar el cumplimiento, factores clave para mantener la sostenibilidad en el centro de la estrategia empresarial.
“La gestión moderna del transporte exige que las organizaciones equilibren múltiples prioridades. La investigación deja claro que muchas aún no están preparadas para hacer frente a las nuevas exigencias en sostenibilidad, al avance de la inteligencia artificial o a la necesidad de contar con datos más visibles y accionables. De cara a 2030, estas exigencias no harán más que intensificarse, y eso aumentará la presión sobre las organizaciones para que gestionen sus operaciones de transporte de forma más inteligente e intuitiva”, señala Bryant Smith, director de Transportation Management Systems en Manhattan Associates.
Además, también destaca que “el 87% de los encuestados anticipa que los desafíos relacionados con la visibilidad operativa, la adopción de IA y el cumplimiento normativo en sostenibilidad se intensificarán, dejando a los sistemas TMS actuales incapaces de seguir el ritmo. No actuar ahora expondrá a las organizaciones a un aumento de costes, dudas sobre su eficacia a largo plazo y al riesgo de no cumplir las promesas hechas a sus clientes.”