La digitalización de la sanidad avanza, pero no siempre en la dirección adecuada
- Estrategias

Aunque se habla mucho de innovación tecnológica en hospitales, la realidad es que los centros hiperconectados conviven con otros sin acceso básico a herramientas como la telemedicina o la robótica quirúrgica. Además, en un país con 17 sistemas de salud, compartir datos sigue siendo una utopía.
Sin cuestionar los beneficios tecnológicos, es necesario mantener el vínculo profesional-paciente como eje central del ejercicio clínico. Es una de las principales conclusiones del estudio “Digitalización, cambios en las ocupaciones y nuevas competencias en el sector hospitalario en España”, que ha realizado el Observatorio de Competencias Digitales y Empleo, con más de 500 profesionales de distintas categorías laborales del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, en colaboración con el Consejo General de Enfermería. El informe concluye que no es lo mismo hablar de digitalización que hablar de transformación digital real.
Una sanidad a dos velocidades
Aunque se habla mucho de innovación tecnológica en hospitales, el estudio revela una realidad desigual: centros hiperconectados conviven con otros sin acceso básico a herramientas como la telemedicina o la robótica quirúrgica. Además, en un país con 17 sistemas de salud, compartir datos sigue siendo una utopía. Sin historia clínica compartida ni conexión real entre atención primaria, especializada y sociosanitaria, hablar de transformación digital es aún prematuro.
A nivel global, la digitalización ha penetrado sobre todo en aspectos como la mensajería, los historiales de los pacientes y los procesos administrativos. Si entramos en el terreno de mayor especialización, se aprecia una mayor diferencia por categorías laborales. Mientras que la mayoría de los médicos y enfermeras presentan un nivel de preparación digital medio-alto, aquellas categorías de asistencia directa o que ejercen trabajo físico y manual, apenas disponen de recursos ni formación en este ámbito.
?La digitalización está modificando los roles tradicionales y está redibujando fronteras profesionales?, generando tensiones internas y transformando profundamente el día a día del personal sanitario. Se demandan nuevas competencias transversales y se redefine la organización del trabajo en los centros, lo que supone un impacto en la práctica clínica diaria.
La incorporación de tecnología ha supuesto un incremento en las tareas administrativas, especialmente para médicos y enfermeras, hecho que genera percepciones opuestas: mientras algunos profesionales sienten que les facilita su trabajo, otros consideran que se desvirtúa su labor asistencial. Además, existe una clara desconexión entre el diseño de las soluciones digitales y las necesidades reales de los profesionales ya que, a menudo, se crean los programas sin contar con su opinión. Por ello reclaman poder formar parte de este proceso de diseño para crear tecnología facilitadora e inspiradora.
Formación digital insuficiente y poco alineada con la práctica
Se identifica una demanda generalizada de programas de formación continua en competencias digitales, adaptados a las necesidades específicas del personal sanitario. La mayoría de los profesionales adquieren competencias digitales gracias a la práctica diaria, ya que la oferta formativa institucional no suele incorporar la referente a cuestiones digitales.
Además, existe una evidente falta de recursos destinados a este tipo de preparación, por lo que los profesionales demandan que las instituciones apuesten por una formación continuada, de calidad y bien planificada.
A nivel universitario o de formación profesional del ámbito sanitario, se están introduciendo asignaturas sobre transformación digital en los planes de estudios, pero no son suficiente ya que el alumnado no las percibe como interesantes para su formación. Por ello, es necesario hacer un replanteamiento de estos contenidos que se imparten y adecuarlos a la demanda informativa real. Un claro ejemplo de ello es el examen MIR, una prueba que todavía no ha sido digitalizada.
En suma, en un contexto marcado por la aceleración tecnológica y los desafíos crecientes de los sistemas de salud, la transformación digital del sector hospitalario se ha convertido en una prioridad estratégica, la cual requiere más que tecnología: necesita estrategia, formación adecuada y una cultura institucional que sitúe al profesional y al paciente en el centro.