Líderes tecnológicos definen de 'inmoral y antiestadounidense' la política de inmigración de Trump
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La polémica política de inmigración que ha puesto en marcha el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha llevado a las principales compañías tecnológicas estadounidenses como Google, Apple y Microsoft a unirse para criticar la misma e, incluso, a financiar los procedimientos legales para impedir que ésta se ponga en marcha.
Y es que, y tal y como recuerda Reuters, el sector tecnológico de Estados Unidos es uno de los que más depende de la inmigración. No en vano, ha sido uno de los sectores que más se ha afanado en explicar los beneficios que ha tenido tanto para el crecimiento de su empresa como para el del sector TI y, por ende, para la economía estadounidense, la llegada de personal altamente cualificado a Silicon Valley.
A grandes rasgos, las medidas prohíben, de forma temporal, a los ciudadanos de siete países (Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen) la entrada a Estados Unidos, incluso si estos disponen de visados o permisos de residencia.
Netflix, Apple, Box, Google, Microsoft o Facebook son sólo algunas de las empresas cuyos principales directivos han criticado duramente las medidas de Trump. Además, algunas de ellas han decidido ofrecer asesoramiento legal a los empleados afectados por la decisión y varios ejecutivos han decidido incrementar sus esfuerzos legales para tratar de parar la política de inmigración.
Declaraciones de los líderes del sector TIC
Reed Hastings, presidente ejecutivo de Netflix, instó a los ciudadanos a “unirse” para “proteger los valores estadounidenses de libertad y oportunidad”, asegurando que el decreto es "antiestadounidense" mientras que Aaron Levie, CEO de Box, ha definido a las políticas de Trump sobre inmigración de “inmoral y contrario a nuestros valores”.
Tim Cook, CEO de Apple, ha enviado una carta a los empleados asegurando que el decreto “no es una política que apoyemos” y prometió ayuda legal a todos los trabajadores de Apple que se vean afectados por la misma.
Google ha instado a todos los empleados que se vean afectados por el decreto, y que se encuentren fuera de Estados Unidos, a volver al país y a aquellos que se encuentren dentro del territorio estadounidense a “no salir” del mismo. Sundar Puchai, presidente ejecutivo de Google, ha cifrado en un centenar las personas que trabajan en la compañía y que se verán afectados por la polémica Ley.
En el caso de Microsoft, Brad Smith, presidente legal de la firma, ha informado que 76 empleados de LinkedIn son ciudadanos de alguno de los siete países a cuyos ciudadanos se les prohíbe la entrada a Estados Unidos.
Elon Musk, CEO de Tesla, y Travis Kalanick, CEO de Uber, han asegurado que trasladarán las preocupaciones del sector TIC al consejo asesor de Donald Trump, del que forman parte. Kalanick ha asegurado que ésta es una política “equivocada e injusta” y ha anunciado que su compañía va a crear un fondo de tres millones de dólares para ayudar a los conductores que se vean afectados.
Mención especial para Cloud 66. Su CEO, Kash Sajadi, es una de las personas que se ve afectada por el decreto al ser de origen británico-iraní. Sajadi no puede volver a Estados Unidos (se encontraba en Londres) a pesar de disponer de un visado H1B y ha solicitado a las grandes tecnológicas, como Google y Facebook, a adoptar medidas legales para proteger a los empleados que se encuentren en su misma situación.
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