Así transforma la tecnología la banca, la sanidad, la educación y la forma de trabajar

Seis especialistas en diferentes disciplinas han expuesto su visión el papel transformador de la tecnología en diferentes sectores y áreas de gran impacto en el día a día de las personas.

Tecnología y sanidad, un gran tándem
El papel habilitador que tiene la tecnología a la hora de transformar el sector sanitario se plasma en un abaratamiento de los costes de investigación que facilita que se investigue a gran escala y, por tanto, se avance más rápido. Así lo subrayó Cristina Palomo, doctora en Bioquímica y con Máster en Data Science, destacó que “se está realizando una gran inversión en informatizar los historiales clínicos, a partir de lo cual se puede extraer una información muy valiosa para conseguir mejoras que redundan en los pacientes”.

En el futuro, tendencias que se están viendo ya hoy, serán más palpables. “Las capacidades de explotación de la información darán como resultado una atención al paciente mucho más personalizada. Todos los datos que se recopilen de nosotros servirá para ayudar a otras personas”, sostuvo.

Hacia la banca personalizada
Por su parte, Celia Domínguez, ingeniera informática experta en el desarrollo de arquitecturas para proyectos de software, profundizó en los orígenes de la digitalización del sector financiero, resaltando que viene impulsada por un cambio en los hábitos del consumidor, que quiere acceder a los servicios en cualquier momento y desde cualquier lugar. Al mismo tiempo, según la experta, los bancos también han cerrado muchas sucursales, lo que ha obligado a la población a desplazarse o a utilizar los servicios bancarios digitales.

La evolución digital en este sector ha propiciado que “la confianza personal con el gestor de tu banco se haya desplazado a un sistema basado en el historial financiero del cliente y en datos estadísticos y, en consecuencia, es fundamental la tecnología porque es la que permite recopilar toda esta información y explotarla”.

Respecto al futuro, subraya que estas tecnologías estarán más integradas en los servicios para recabar y analizar los datos, y definir patrones basados en edad, salarios, geografías e, incluso, estilo de vida. “Vamos hacia una banca cada vez más personalizada”, concluyó.

Impulsando un cambio de sistema educativo
De la aportación de la tecnología a la Educación habló Azahara Fernández, doctora en Inmunología y formada en programación y desarrollo de aplicaciones mediante un curso de FP. En su opinión, lo mayor contribución ha sido la democratización, eliminando barreras de acceso, como la distancia, y a la vez contribuyendo a dar soporte a la neurodiversidad, ya que las características de cada persona son distintas, cada niño es diferente y tiene unas necesidades. Citó como ejemplos que hoy se puede hacer un curso de la Universidad de Harvard desde España o buscar apoyo a través de tutoriales en Internet y, en el futuro, entrarán en liza los chatbots para ayudar a los estudiantes.

Durante su intervención, esta desarrolladora experta en el lenguaje .Net centró su atención en una serie de asignaturas pendientes del mercado educativo. Según sus datos, el 95% de los profesores consideran que “las competencias digitales son críticas porque el día a día del trabajador es con un ordenador o con cualquier tipo de dispositivo electrónico”.

Partiendo de este dato, sostuvo que es necesario cambiar el currículum escolar y el sistema educativo. “Hay generaciones que están viviendo un choque porque el mercado laboral pide cosas que no se enseñan, como el pensamiento crítico, capacidad de negociación, el trabajo en equipo, la gestión de frustración, etc.”, opinó.

La digitalización puede ser una palanca para el cambio a un nuevo sistema en el que tenga cabida una mayor personalización en función de las necesidades de cada niño a través de la ‘mochila digital’. Con ella, el alumno puede acceder a unos contenidos y los prepara, y el profesor se convierte en un mentor que le anima a aprender.

Según Azahara Fernández, una de las tecnologías que más puede contribuir a motivar a los alumnos es la Realidad Virtual o Aumentada, que puede ayudar a entender mejor las materias e, incluso, a bajar los costes en la formación superior en cuestiones como las prácticas de laboratorio.

Nuevas formas de trabajo
Por su parte, Gabriela Arriaga, ingeniera cibernética, electrónica y robótica y especialista en Scrum Master, narró su experiencia coordinando e gestionando proyectos a través de equipos deslocalizados, una estrategia que Sngular adoptó en 2011 para convertirse en una empresa ágil, capaz de ayudar a sus clientes a abordar su transformación digital y a innovar.

Esta fórmula se basa en la creación de equipos con las competencias necesarias para llevar a cabo proyectos complejos, primando su conocimiento y la creación de un entorno de colaboración sin importar desde dónde trabajan. Muchos de ellos lo hacen en remoto y esto, sin duda, conlleva beneficios para la persona en conciliación.

Aunque pueda parecer sencillo de implantar, asegura “supone un cambio muy radical en la forma de trabajar para muchas compañías y no todas tienen una cultura lo suficientemente madura para abordarlo”.

A su juicio, cuando hay que garantizarle un soporte 24x7 al cliente, un equipo distribuido por zonas geográficas es la mejor opción pero eso exige “coordinación, un buen sistema de transferencia del conocimiento que asegure la continuidad, una comunicación eficiente… Si no hay un buen engranaje, no funciona”.

Los riesgos de seguridad en la era digital
Día tras día se publican informes sobre el aumento de los delitos cibernéticos tanto en cantidad como en sofisticación. El phishing, el ransomware, la suplantación de identidad y las fugas de datos, entre otros muchos tipos de ataques, están a la orden del día.

Durante el evento, Sonia Contero, licenciada en Ciencias de la Información y Máster en Big Data, centró su reflexión en las fake news, noticias falsas que tienen como objetivo la desinformación para manipular las opiniones, y las deep fake, una técnica que combina la propagación de bulos en Internet, con la potencia del vídeo y la inteligencia artificial, y que da como resultado un contenido audiovisual similar a la realidad.

Para esta experta en gestión de proyectos, en una sociedad más digitalizada ya no son solo los medios de comunicación y los periodistas, que tienen una serie de códigos para verificar fuentes, los que tienen la confianza de la audiencia. “Internet se ha convertido en una tribuna para mucha gente que puede decir lo que quiera, prácticamente sin ningún filtro. Hay todo un caldo de cultivo ha generado el ambiente propicio para que la desinformación campe un poco a sus anchas”.

El problema es que no todos los ciudadanos tienen los mecanismos necesarios para cuestionarse si algo es real o no. “Tenemos los medios para lidiar contra ello, pero se necesita preparación”, dijo.

En su opinión, “depositamos tanta confianza en la tecnología que sobrevaloramos la función en esta cuestión. Hay muchas herramientas (fact checkers de todo tipo) pero comprueban a posteriori si un contenido dudoso es real o no. La solución es la educación. Tenemos que fomentar desde edades muy tempranas la capacidad de pensamiento crítico, la capacidad de hacernos preguntas ante lo que vemos y no creer todos los estímulos que tenemos a nuestro alrededor”.

Todas ellas trabajan en diferentes oficinas de Sngular, compañía global de tecnología, que ha organizado el primero de una serie de eventos en los que la pretende visibilizar la diversidad de sus equipos. La moderadora del panel ha sido Nerea Luis, ingeniera informática y doctora cum laude en Inteligencia Artificial (IA), que combina su trabajo en Sngular con su labor como investigadora, divulgadora y comunicadora científica.

La intención de la compañía es que esta iniciativa tenga continuidad y trasladar a la sociedad la visión de sus expertos sobre el papel de la tecnología en la sociedad y la economía.