Las ciberamenazas serán más inteligentes, autónomas y complejas de detectar
- Seguridad
La expansión de la superficie del ataque, sumado a la carencia de expertos en ciberseguridad y a la presión que ejercen las medidas regulatorias, impulsarán las amenazas cibernéticas en 2017.
El equipo de investigación de amenazas de Fortinet, los Laboratorios FortiGuard, ha publicado sus predicciones sobre ciberseguridad para 2017, en las que anticipa cómo será el comportamiento y las herramientas que emplearán los cibercriminales el año que viene. En primer lugar, prevén que los ataques serán cada vez más inteligentes y tendrán una mayor autonomía para operar. De hecho, durante el próximo año estiman que haya malware diseñado “emulando al ser humano” con capacidad de adaptación y de aprendizaje, para mejorar el impacto y la eficacia de los ataques.
Asimismo, estos expertos consideran que se seguirán incrementando el número de ataques ransomware dirigidos contra perfiles de alto nivel, como “celebrities”, políticos o grandes empresas. Es más, los ataques automatizados introducirán una economía de escala para el ransomware que permitirá a los hackers extorsionar a un gran número de víctimas simultáneamente con pequeñas cantidades de dinero, sobre todo dirigidos a dispositivos IoT.
Por otro lado, los fabricantes de dispositivos IoT serán responsables de muchas de las brechas de seguridad existentes si fallan a la hora de proteger mejor sus dispositivos. Por ello, predicen un incremento en la llamada a la acción por parte de los consumidores, proveedores y otros grupos de interés para la creación y aplicación de estándares de seguridad que los fabricantes de dispositivos se responsabilicen del comportamiento de los mismos. Y es que, con la cantidad de dispositivos IoT conectados se incrementarán los ataques diseñados para explotar vulnerabilidades de los endpoints, con el fin de atacar desde ellos y vulnerar de forma efectiva a los proveedores cloud.
El equipo de los Laboratorios FortiGuard espera también un incremento en el número de sistemas de automatización y gestión de edificios, lo que les convertirá en objetivo de los hackers. El potencial para generar disturbios masivos entre la población civil puede provocar que estos sistemas integrados sean comprometidos por el gran valor que tienen para los cibercriminales.
Y a todo esto se añade la actual escasez de profesionales en ciberseguridad, lo que implicará que muchas organizaciones y países que deseen participar de la economía digital global tendrán que asumir un gran riesgo. No en vano, carecerán de la experiencia y la formación necesaria para desplegar una política de seguridad, proteger sus activos críticos que se mueven libremente en la red o identificar y responder a ataques sofisticados.
A modo de resumen, Derek Manky, global security strategist de Fortinet, estima que la expansión de la superficie del ataque, facilitada por las innovaciones tecnológicas como el cloud computing o los dispositivos IoT, sumada a la carencia de expertos en ciberseguridad y a la presión que ejercen las medidas regulatorias, impulsarán las amenazas cibernéticas. Según el directivo, “nos encontramos en una situación sin precedentes que marca un punto de inflexión en el impacto de los ciberataques, ya que van más allá de las víctimas, con consecuencias personales, políticas y de negocio”, concluye.
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