¿Qué esperar de la Web3?

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La Web3 o la tercera generación de servicios de Internet promete un nuevo paradigma, marcado por la descentralización y la vuelta del control de los datos a manos del usuario. ¿Qué es y qué podemos esperar en los próximos años de esta evolución? Echamos una mirada al futuro de la mano de los expertos de IEBS Business School.

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Hace ya años, el científico de la computación británico al que todos conocemos por ser el padre de la World Wide Web, Tim Berners-Lee, acuñó el término ‘Web Semántica’ para describir una red en la que las máquinas procesarían el contenido de forma similar a la humana y en la que todos los datos estarían conectados y se entenderían tanto contextual como conceptualmente. Hoy, en pleno desarrollo de la Web 2.0, ya se pueden atisbar lo que IEBS Business School llama “primeros brotes” que emergen del próximo cambio del paradigma en las aplicaciones de Internet denominadas Web 3.0 o Web3, que se centrará en el uso de una comprensión de datos basada en máquinas para proporcionar una Web semántica y datificada.

“El objetivo final de la Web 3.0 es crear sitios web más inteligentes, conectados y abiertos. Aunque todavía no está implementada, existen algunas tecnologías que definirán esta nueva web que ya se están desarrollando”, explican desde esta escuela de negocios digital aludiendo, como ejemplo, a los electrodomésticos inteligentes que utilizan redes inalámbricas e IoT.

Según su análisis, los principales beneficios que ponemos esperar de la próxima generación de Internet serán los siguientes:

- Fiabilidad: esta red dará a los creadores y usuarios más libertad en general. Garantizará que estos últimos siempre tengan control sobre sus datos online mediante la utilización de redes descentralizadas. También se espera que la próxima versión de Internet sea más fiable dada su naturaleza descentralizada, lo que elimina la posibilidad de un punto único de falla.

- Para todos: no necesita ser controlada por una sola entidad. Es posible que las empresas más grandes ya no tengan un control total sobre Internet. Como resultado, las aplicaciones descentralizadas o apps no se pueden censurar ni restringir de ninguna forma.

- Personalización: también se podrá personalizar la experiencia de navegación del internauta porque este tipo de web podrá entender sus preferencias. Esto también permitirá navegar de forma más productiva.

- Vender mejor: los vendedores entenderán mejor las necesidades de compra de sus clientes y les mostrarán aquellos productos y servicios que les interesa comprar con la ayuda de la inteligencia artificial. Esto permitirá ver mejores anuncios y más relevantes, que tendrán más probabilidades de conversión.

- Menos interrupciones: dado que los datos se almacenarán en bases distribuidas por la descentralización, los usuarios no tendrán que preocuparse por interrupciones del servicio o por suspensiones de cuentas por motivos técnicos.

- Más segura: la Web3 utiliza tecnología blockchain, a diferencia de la Web 2.0, que aprovecha Internet para desarrollar aplicaciones. Es técnicamente más seguro almacenar datos de clientes en una cadena de bloques, ya que está descentralizado y su uso por parte de las empresas es transparente, por lo que los protege de los piratas informáticos.

- Descentralizada: la tecnología blockchain, además, integra la descentralización. Esto permite a los usuarios dos cosas: por un lado, protege sus datos y, por otro lado, establece una interacción directa sin intermediarios.

Los próximos años van a ser decisivos para que se lleve a cabo esta evolución.

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