El 96% de las organizaciones ya está implementando modelos de IA

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El 72% quiere usar IA para optimizar el rendimiento de las aplicaciones, mientras que el 59% soporta su uso tanto para optimizar costes como para implementar reglas de seguridad. La mitad de las organizaciones utilizan gateways de IA para conectar las aplicaciones a herramientas de IA.

Los líderes de TI confían cada vez más en la IA para llevar a cabo tareas críticas para el negocio, del mismo modo que existe una creciente disposición a integrar la IA en el núcleo de las operaciones empresariales. Así lo indica el Informe el Estado de la Estrategia de Aplicaciones 2025 (SOAS) de F5, que revela que el 96% de las organizaciones ya están implementando modelos de IA, frente al 25% en 2023.

Casi tres cuartas partes de los encuestados (72%) afirmaron querer usar IA para optimizar el rendimiento de las aplicaciones, mientras que el 59% soporta su uso tanto para optimizar costes como para implementar reglas de seguridad, mitigando automáticamente las vulnerabilidades de día cero.

Actualmente, la mitad de las organizaciones utilizan gateways de IA para conectar las aplicaciones a herramientas de IA, y otro 40% prevé hacerlo en los próximos 12 meses. Una mayoría utiliza esta tecnología para proteger y gestionar modelos de IA (62%), proporcionar un punto de control central (55%) y proteger a su empresa de filtraciones de datos confidenciales (55%).

 

Desafíos en el despliegue de la IA

A pesar de la creciente confianza en la IA, el informe destaca varios desafíos persistentes. Por ejemplo, la principal preocupación para las organizaciones que ya están desplegando modelos de IA es la seguridad del modelo.

Además, aunque las herramientas de IA son más autónomas que nunca, aún existen brechas en la preparación operativa. El 60% de las organizaciones se sienten sobrecargadas por los flujos de trabajo manuales, y el 54% afirma que la escasez de personal cualificado es un obstáculo para el desarrollo de la IA. Además, casi la mitad (48%) identifica el coste de crear y operar cargas de trabajo de IA como un problema, frente al 42% del año pasado.

Una mayor proporción de organizaciones también afirma no haber establecido una práctica de datos escalable (39% frente al 33% en 2024) y también que desconfía de los resultados de la IA debido a posibles sesgos o alucinaciones (34% frente al 27%). Sin embargo, menos profesionales se quejan de la calidad de sus datos (48%, en comparación con el 56% del año pasado).

Las API son otra preocupación. El 58% informa que se han convertido en un problema, y algunas organizaciones dedican hasta la mitad de su tiempo a gestionar configuraciones complejas que involucran numerosas API e idiomas. Trabajar con API de proveedores (31%), scripts personalizados (29%) e integrarse con sistemas de gestión y emisión de tickets (23%) se señalan como las tareas relacionadas con la automatización que consumen más tiempo.

 

Predominio de implementaciones de aplicaciones híbridas

A la creciente demanda de IA se suma una mayor dependencia de las arquitecturas de nube híbrida. Según el informe, el 94% de las organizaciones implementan aplicaciones en múltiples entornos —incluyendo nubes públicas, nubes privadas, centros de datos locales, edge computing e instalaciones de colocation— para satisfacer diversos requisitos de escalabilidad, coste y cumplimiento normativo.

La mayoría de los responsables de la toma de decisiones TI considera que los entornos híbridos son críticos para su flexibilidad operativa. El 91% menciona la adaptabilidad a las cambiantes necesidades de negocio como la principal ventaja a la hora de adoptar múltiples nubes, seguida de una mayor resiliencia de las aplicaciones (68%) y una mayor rentabilidad (59%).

El enfoque híbrido también se refleja en las estrategias de implementación de cargas de trabajo de IA, ya que el 51% planea utilizar modelos tanto en la nube como en entornos on-premises en el futuro próximo.

Cabe destacar que el 79% de las organizaciones repatrió recientemente al menos una aplicación de la nube pública a un entorno on-premises o de colocation, alegando el control de costes, las preocupaciones de seguridad y la previsibilidad. Esto supone un aumento drástico respecto al 13% de hace tan solo cuatro años, lo que subraya aún más la importancia de preservar la flexibilidad más allá de la dependencia de la nube pública. Aun así, el modelo híbrido puede ser un dolor de cabeza para algunos. Las políticas de entrega inconsistentes (reportadas por el 53% de los encuestados) y las estrategias de seguridad fragmentadas (47%) son las principales preocupaciones.