¿Reemplazará FinOps a SAM?
- Opinión

Mientras que SAM se enfoca en eliminar software innecesario o infrautilizado para reducir costes, FinOps identifica ineficiencias en las cargas de trabajo cloud y aplica medidas como instancias reservadas, rightsizing o Bring-Your-Own-License (BYOL) para optimizar el consumo.
Por Oscar Gala, Team Lead del área de Software & Cloud Advisory de Crayon España
La Gestión de Activos de Software (SAM, por sus siglas en inglés) lleva más de dos décadas ayudando a las organizaciones a controlar su gasto en software. Aunque no todas disponen de una práctica de SAM completamente madura, la mayoría aplica al menos elementos esenciales de la disciplina. FinOps, en cambio, es una práctica más reciente centrada en la gestión financiera del consumo en la nube. De forma similar, muchas organizaciones están adoptando componentes de FinOps sin haber desarrollado aún una práctica completamente consolidada.
En este contexto, surge la pregunta: ¿Está FinOps reemplazando a SAM? Desde mi experiencia, la respuesta es clara: no.
Ambas prácticas ofrecen beneficios similares y persiguen objetivos comunes, aunque difieren en parte en su enfoque, herramientas y métricas.
Beneficios compartidos: eficiencia, control de costes y visibilidad
El dimensionamiento adecuado de los recursos y el control del gasto son beneficios centrales tanto en SAM como en FinOps. Mientras que SAM se enfoca en eliminar software innecesario o infrautilizado para reducir costes, FinOps identifica ineficiencias en las cargas de trabajo cloud y aplica medidas como instancias reservadas, rightsizing o Bring-Your-Own-License (BYOL) para optimizar el consumo.
Ambas prácticas promueven también la transparencia. La visibilidad clara del gasto permite tomar mejores decisiones y establecer responsabilidades. Es fundamental que los equipos dispongan de información precisa —y, en el caso de FinOps, en tiempo real— que explique qué se está consumiendo, por qué y con qué impacto para el negocio. Mientras SAM opera con una base más estática, FinOps requiere adaptarse a la naturaleza dinámica de la nube.
Seguridad y colaboración como ejes comunes
Tanto SAM como FinOps contribuyen a reforzar la seguridad de la compañía. SAM lo hace asegurando el uso de software autorizado y correctamente actualizado. FinOps, por su parte, mejora el control de accesos en la nube, evitando configuraciones erróneas que podrían derivar en brechas de seguridad o exposiciones innecesarias.
Ambas disciplinas fomentan la colaboración entre finanzas, operaciones y tecnología, rompiendo silos tradicionales. SAM optimiza los procesos de adquisición, despliegue y gestión del software. FinOps impulsa la creación eficiente de nuevas cargas de trabajo cloud y establece políticas de optimización proactiva (etiquetado, auto escalado, etc.).
Y, como punto común esencial, ambas prácticas deben alinearse con los objetivos estratégicos del negocio, maximizando el retorno de cada euro invertido.
Diferencias clave: licenciamiento vs. consumo
Una diferencia fundamental entre ambas prácticas radica en el enfoque. SAM está fuertemente ligado al cumplimiento de los contratos de licenciamiento, lo que incluye entender condiciones de uso, derechos de despliegue y riesgos de sobreutilización de licencias adquiridas. Una situación de incumplimiento puede derivar en sanciones económicas o legales.
FinOps, en cambio, no se ve afectado por la gestión de licencias, ya que la nube se factura exclusivamente por uso. El reto aquí es otro: controlar un entorno altamente dinámico y escalable donde los costes pueden crecer rápidamente si no se gestionan adecuadamente.
Por eso, FinOps requiere una revisión continua y proactiva, con una frecuencia de revisión mucho mayor que en el caso de SAM.
Conclusión: prácticas complementarias, no excluyentes
Ni SAM ni FinOps son iniciativas puntuales: son prácticas vivas que requieren evolución continua, sustentadas por personas, procesos y tecnología. Aunque sus herramientas y enfoques difieren, su objetivo final es el mismo: maximizar el valor de la inversión tecnológica y optimizar los costes.
Lejos de competir, SAM y FinOps deben convivir como funciones complementarias, esenciales para una gestión integral del gasto en TI y cloud. Solo combinando ambas disciplinas es posible alcanzar una gobernanza efectiva, una transparencia real y una eficiencia operativa sostenida.