Redefinir los espacios públicos urbanos, siguiente frontera que cruzar en smart cities

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Gran parte del debate en torno a las ciudades inteligentes se ha centrado en cómo digitalizar la infraestructura mediante tecnologías de conectividad y de Internet de las Cosas, pero se ha prestado poca atención a la redefinición del espacio público para hacer frente a los nuevos paradigmas que impulsa la tecnología como la economía compartida, la automatización y, en general, la nueva economía urbana inteligente.

El estacionamiento es uno de los ejemplos más obvios de cómo la tecnología de movilidad inteligente y, en particular el uso compartido de automóviles sin conductor, transformará la forma en que se organiza el espacio público el futuro, según ABI Research, que estima que alrededor del 50% de las estacionamiento ubicado en inmuebles se habrá reutilizado en 2040.

Otro tema al que conviene poner organización es la organización del servicio de recogida y devolución de los vehículos de uso compartido que, a su juicio podrían estar en un espacio de almacenamiento común para coches, bicicletas y motos, con puntos para máquinas de venta móviles. Desde un punto de vista más general, las calles y carreteras tienen que rediseñarse para priorizar y aprovechar al máximo la movilidad no motorizada, el tránsito eléctrico y la vida urbana y, en la misma dirección, las instalaciones de generación de energía renovable distribuida se deben integrar en las carreteras, aceras, casas y edificios, de forma que se pueda llegar a una ciudad neutra en carbono.

Los proveedores de tecnología están empezando a diseñar conceptos y a desarrollar soluciones para espacios inteligentes como calles conectadas y dinámicas (Ford, Alphabet Sidewalks), pasos de peatones iluminados con LED (Umbrellium) que se adapten mejor a las calles del futuro y sistemas de captación de energía solar y cinética desde las aceras (Colas, Siemens, Pavegen).

Ayúdanos a conocer cuáles son las tendencias tecnológicas que se impondrán en la empresa el próximo año y más allá, y cómo se está construyendo el futuro digital.

Al mismo tiempo que se rediseñan los espacios urbanos, las ciudades comienzan a reunir datos sobre los patrones de la oferta y la demanda, y ya se están desarrollando estándares que faciliten el intercambio de datos y herramientas que permitan gestionar adecuadamente la oferta y la demanda. Un ejemplo de este tipo de iniciativas es el programa CCP de Waze, que permite compartir datos entre proveedores de tecnología y gobiernos sobre tráfico y las condiciones de las carreteras, y utilizarlos para diseñar nuevos planes de movilidad en centros urbanos.

A más largo plazo, se están explorando visiones holísticas de conceptos urbanos, que van desde jardines verticales y ciudades verdes hasta el uso de componentes modulares, reutilizables y reciclables para edificios y otras estructuras urbanas.