Así evoluciona el cierre de las centrales de cobre de Telefónica

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Telefónica inició el cierre de las centrales de cobre en 2016, proceso que concluirá en 2025, cuando se complete también el apagado de la tecnología 3G. Hasta ahora, se han clausurado 1.000 de ellas, a medida que avanza la fibra FTTP.

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El progreso digital es una revolución cuyo ritmo no tiene freno. Las nuevas herramientas tecnológicas sustituyen a sus antecesoras sin parar, un ejemplo de ello son las centrales de fibra que relevan a las de cobre.

Hasta ahora han sido más de 1.000 las centrales de cobre cerradas por parte de Telefónica, que son sustituidas por las de fibra, que dan servicio al mismo número de accesos que se atiende desde cuatro de las de cobre y la tecnología de acceso fibra ocupa solo el 15% del espacio del acceso de cobre.

La operadora inició el plan de cierre en 2016, con el objetivo de que en 2025 se hayan clausurado todas ellas, cuando se complete también el apagado de la tecnología 3G. Su desmantelamento ha supuesto en cifras desmontar unas 65.000 toneladas de cable y reciclar 7.140 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, los llamados RAEEs. Además, se han reutilizado más de 128.000 tarjetas en su red y como, hemos mencionado antes, se ha ahorrado alrededor de 1000 Gwh.

Cada uno de los cierres supone un avance en sostenibilidad, ya que permite ahorrar más de 1000 GWh, es decir, unas 355.000 toneladas de CO2, equivalente a plantar seis millones de árboles.

El avance de FTTP
Lógicamente el desmantelamiento forma parte del proceso de evolución tecnológica, con la implantación de fibra óptica que representa un gran aumento de velocidad, la mejora en la estabilidad y el ancho de banda, además de una significativa reducción en la latencia.

Según el informe del FTTH Council Europe, datos de septiembre de 2020, España ocupa el tercer lugar de Europa en redes de fibra absoluta, tan sólo por detrás de Islandia y Bielorrusia, aunque con la importante diferencia de que se trata de países con dimensiones muy distintas a las de la Península.

España con unos 47 millones de habitantes y 506.000 km2 tiene una tasa de penetración del 70% en los hogares; un 8% menos que Islandia, con tan sólo 360.000 habitantes y una superficie de 103.000 km2, o Bielorrusia, con una extensión de 207.600 km2 para 9,5 millones de habitantes.

En comparación con países de magnitudes más similares a española, Francia, por ejemplo, ocupa el duodécimo puesto, con menos de un 30% de FTTH.