Gestionar al equipo en remoto: claves para hacerlo bien y no sembrar el caos

 

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A raíz de la crisis desatada por el coronavirus, el 88% de las organizaciones ha impulsado o pedido a sus empleados que trabajen desde casa, según una encuesta global de RRHH realizada por Gartner que publicamos este martes. 

El documento también recoge una serie de consejos a las empresas para gestionar adecuadamente a los empleados que están trabajando desde sus casas durante la crisis. Son los siguientes:

- Contextualizar lo que supone la emergencia sanitaria para la organización. Los directivos deben ser una fuente confiable de información precisa y actualizada sobre el coronavirus y sobre cómo está afectando a la empresa. Por tanto, habría que evitar compartir información procedente las redes sociales y primar la proporcionada por recursos fiables como la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Hay que contextualizar la información y los datos lo máximo posible para relacionarlos específicamente con la organización.

- Fomentar interacciones intencionales entre los compañeros. Aunque no estén en la oficina, los empleados deben mantener interacciones profesionales y personales de forma regular con sus compañeros. Según Gartner, cuatro de cada diez compañías han establecido encuentros virtuales para empleados con gerentes y el 32% de las organizaciones han introducido nuevas herramientas para reuniones virtuales. En su opinión, desde RRHH deben alentar a los trabajadores a aprovechar las plataformas de comunicación que ya utilizan, ya sea en el trabajo o en sus vidas personales, para crear nuevas formas de trabajar juntos.

- Establecer pautas para el equipo. Cada empleado ve el trabajo remoto de forma diferente en función de sus necesidades y las de sus familias. Con el cierre de los colegios, muchos deben cuidar también a sus hijos durante la jornada laboral. Las empresas pueden ayudar en este tema permitiendo a los equipos que se organicen los tiempos de la forma más efectiva. Por ejemplo, organizar las reuniones durante los momentos en los que todos suelen estar disponibles y el resto del tiempo que cada uno trabaja en sus horas menos ‘conflictivas’.

- Ofrecer flexibilidad. Finalmente, cuando esté cercano el momento en el que se pueda volver a las oficinas, sería buena idea permitirles que decidan cuando incorporarse en función de sus necesidades y que elijan el horario que mejor les venga para evitar las horas pico de los trayectos.