Schneider Electric y Start Campus se alían para crear un modelo sostenible de centros de datos para la IA
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El proyecto Start Campus, que cuenta con las soluciones de energía y enfriamiento de Schneider Electric, pretende convertirse en uno de los principales centros de datos sostenibles pensados para la IA de Europa, con previsiones de alcanzar una capacidad total de 1,2 GW. La sostenibilidad de estas instalaciones no solo se basa en el uso de energía 100% renovable, sino también en un sistema de refrigeración líquida pionero en la Península Ibérica, que utiliza agua de mar para disipar el calor, y que es capaz de enfriar las infraestructuras empleadas para cargas de trabajo de IA y de la nube.
Schneider Electric y la firma de colocation Start Campus convocaron ayer a los medios europeos de tecnología en Sines (Portugal) para dar a conocer las claves de un proyecto que se puede considerar único en la región: un campus de centros de datos pensado para cargas de trabajo de alta potencia, como la computación acelerada por GPU para la inteligencia artificial, pero con un enfoque que podría considerarse como el más sostenible hasta la fecha. Esta apuesta por la innovación y la sostenibilidad le ha valido la consideración como Proyecto de Interés Nacional (PIN) en Portugal, y se espera que genere hasta 1.200 empleos directos altamente cualificados y 9.000 indirectos durante todo el ciclo de vida del proyecto.
Se trata de un modelo de centro de datos alimentado con energía 100% renovable, con un sistema de refrigeración que utiliza el agua del mar para disipar el calor proveniente de las salas de servidores. En la primera fase del proyecto han puesto en marcha la instalación SIN01, que alcanzará los 26 MW de potencia cuando esté acabada, y que cuenta con las soluciones de energía y enfriamiento de Schneider Electric. Pero los planes de Start Campus son mucho más ambiciosos, ya que pretenden escalar este modelo en diferentes fases, hasta alcanzar una potencia total de 1,2 GW.
En palabras de Jordi García, vicepresidente de Secure Power y Servicios de Schneider Electric en la zona ibérica, “la visión de Start Campus de crear uno de los mayores hubs de centros de datos de IA en Europa es algo sin precedentes, y para nosotros es un honor haber colaborado con ellos, aportando toda nuestra experiencia en centros de datos, edificios, energía e industria para ayudar a sentar las bases de SIN01”. Añadía que “esta nueva puerta de entrada digital no solo atraerá más inversión e innovación a la región, sino que también permitirá a los proveedores hiperescalares y cloud contar con una capacidad de centros de datos líder mundial para potenciar su infraestructura de IA”.
Evolución del centro de datos
En la segunda presentación del día, Marc Garner, recientemente nombrado vicepresidente senior del segmento de Cloud & Service Provider de Schneider Electric, ha destacado cómo la inteligencia artificial está transformando la industria datacenter, debido a que el gran aumento de densidad de computación que conlleva eleva los requisitos de suministro energético y enfriamiento. Pero quiso aclarar que “no podemos olvidar que la infraestructura en la nube y la infraestructura tradicional de los centros de datos seguirán representando el 65% del desarrollo futuro y de la infraestructura existente”. Por ello, según su visión, el futuro está en la “adaptabilidad para poder acceder a la computación de alta densidad”, a la vez que incrementar la eficiencia para optimizar recursos y reducir la densidad en la medida de lo posible.
Las previsiones más recientes de la industria de TI señalan que la potencia máxima por rack podría superar los 800 kilovatios, pero Marc Garner matiza estas afirmaciones, señalando que lo que se verán son arquitecturas de más diversidad, en las que convivirán racks de 200 kilovatios con otros de entre 10 a 20 KW. Esto pone el foco en la adaptabilidad de los sistemas de energía y enfriamiento, un desafío que la industria está abordando ahora, y en el que Schneider Electric está redoblando sus esfuerzos, desarrollando sistemas más integrados, capaces de adaptarse a condiciones muy cambiantes con más eficiencia y agilidad. En su opinión, “todo comienza con la GPU”, por lo que es vital colaborar con fabricantes como Nvidia para evolucionar de forma paralela y equilibrada tanto las tecnologías de computación como los sistemas de energía y enfriamiento.
En su presentación destacó la idea de que “acelerar las estrategias conocidas podría reducir el consumo de energía del centro de datos en un 17% para 2030”, y aportó cifras que apoyan esta afirmación, como que en estos años se prevé un descenso de la pérdida de energía que permitirá reducir el PUE promedio de 1,43 a 1,38, y que las mejoras en el rendimiento de la computación permitirán ahorrar un total del 14,4% en el TWh en 2030.
Tecnologías para un centro de datos más eficiente y sostenible
Un ejemplo de los esfuerzos de la industria para incrementar la eficiencia en los centros de datos está precisamente en la primera fase de Start Campus (SIN01), que cuenta con soluciones EcoStruxure para centros de datos y servicios de sostenibilidad de Schneider Electric, enfocados a maximizar la eficiencia y la sostenibilidad. En la compañía explican que permitirán “establecer nuevos estándares de resiliencia y sostenibilidad en cargas de trabajo para IA, cloud y clústeres de computación acelerada por GPU”. Entre estas soluciones están los SAI Galaxy VX, que no utilizan gases de efecto invernadero, celdas de media y baja tensión con monitorización térmica y otras soluciones de nueva generación, tanto en las salas de TI de alta densidad como en las áreas técnicas.
Además, desde Schneider Electric destacan una serie de tecnologías pensadas para garantizar el cumplimiento con los estándares más estrictos de disponibilidad, eficiencia y fiabilidad, como las soluciones EcoStruxure Buildings Management (BMS), Energy Management, Power Monitoring Expert (PME) y Planon, que proporcionan inteligencia en tiempo real, capacidades de automatización y medidas avanzadas de ciberseguridad. Todo ello respaldado con un acuerdo de servicios personalizado para la monitorización remota, la gestión de activos, el mantenimiento 24/7 y la disponibilidad de ingenieros de campo en las instalaciones.
Energía renovable para instalaciones de alta capacidad
Otro de los pilares de la sostenibilidad en el proyecto Start Campus es el uso de energías renovables, y en este sentido, Schneider Electric ha proporcionado sus servicios de sostenibilidad y consultoría. Esto ha contribuido al desarrollo de una estrategia de Power Purchasing Agreement (PPA) para la adquisición de energía 100% renovable, a través de un contrato que garantiza el suministro de más de 1 GW de energía de la red. Este hito, alcanzado el año pasado, convirtió al proyecto en el mayor centro de colocation europeo con un suministro energético completamente garantizado.
Robert Dunn, CEO de Start Campus, ha comentado que en su compañía están comprometidos con “construir la base para la próxima generación de infraestructuras digitales sostenibles y preparadas para la IA”, un logro que les permitirá contar con la estabilidad energética necesaria para la infraestructura digital moderna. Pero, recalcó, no basta con tener acceso a este recurso, sino que se trata de “gestionarlo de forma eficiente, inteligente, sostenible y a escala”. Y puso en valor que la colaboración con Schneider Electric “transforma nuestra forma de operar, integrando tecnología energética de primer nivel y visibilidad en tiempo real en todos los niveles de nuestra infraestructura”.
Un sistema de refrigeración pionero
Además de las garantías de acceso a energía renovable, si algo distingue a este proyecto de otros centros de datos de nueva generación es la utilización del agua de mar para el sistema de refrigeración. Su diseño combina las tecnologías de refrigeración líquida para servidores que ya se están utilizando en otras instalaciones de alto rendimiento con un sistema que emplea agua del Océano Atlántico para el intercambio de calor. Esto ha sido posible gracias a que han reutilizado una infraestructura de conducción de agua de mar que anteriormente servía para enfriar los reactores de una central térmica cercana, ahora en desuso, y que están adaptando para llevar el agua hasta el centro de datos con sistemas de bombeo modernos.
Otro punto interesante es que su diseño no requiere la desalinización del agua, ya que viaja por tuberías de polímero y los pocos elementos metálicos expuestos son de materiales como el titanio, menos susceptibles a la corrosión. Además, en los sistemas de intercambio de calor se evita la posible contaminación del agua, que retorna al océano solo con una variación de temperatura que, aseguran, no afecta negativamente a los ecosistemas marinos. Esta afirmación, como nos comentaba en una entrevista India Oliveira, sustainability manager de Start Campus, está avalada por diferentes instituciones de investigación del medio ambiente portuguesas, con las que llevan trabajando desde el inicio del proyecto, que se encargan de evaluar el posible impacto ambiental de este sistema.
Uno de los desafíos de este enfoque es llevarlo a la escala prevista para este campus sin reducir el grado de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Para ello, Start Campus está evaluando diferentes ubicaciones tanto para la entrada de más agua a las instalaciones como para su devolución al mar tras utilizarse en el sistema de enfriamiento. Además, están empleando tecnologías de monitorización para regular tanto el flujo de entrada como de salida, optimizando el uso de recursos según las necesidades de enfriamiento en cada momento.