Carlsberg incorpora la inteligencia artificial en sus procesos de producción

  • Casos de éxito

En su laboratorio de innovación, la firma danesa trabaja en un proyecto, denominado Beer Fingerprinting Project, en el que se utiliza la inteligencia artificial para predecir el sabor de la cerveza.

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La compañía danesa, que cuenta con dos siglos de historia, está abordando su transformación digital sin abandonar, por supuesto, su larga tradición innovadora, que le ha llevado a que hoy su levadora se utilice se utilice en prácticamente todos los procesos de fabricación de cerveza “Lager” en el mundo.

Carlsberg quiere seguir liderando la innovación en su sector a través de su Laboratorio de Investigación y está encabezando la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) a una de las industrias de larga tradición. El Beer Fingerprinting Project da soporte a los investigadores de Carslberg al utilizar sensores avanzados y métricas que mapean y predicen más rápido los sabores. Todo ello, asistido por un cambio a la nube, que acelera la estrategia de crecimiento de la compañía (denominada “Sail’22”) y que hace frente a la creciente presión competitiva.

Conocido como “Dr. Beer”, Jochen Förster es el director de levaduras y fermentación para el Laboratorio de Investigación de Carlsberg, cuya principal tarea es desarrollar una base científica tan completa como sea posible para los procesos de malteado, elaboración y fermentación de la cerveza. “Puede sonar muy bien tener que probar litros y litros de cerveza al día, pero en realidad, creamos cientos de microlitros de cerveza, en volúmenes tan pequeños que ni siquiera son evaluables, por lo que nos dimos cuenta de que, si contáramos con sensores que nos dijeran desde un primer momento si la levadura se podría utilizar para la producción de cerveza a gran escala, y que reconociera los químicos y sabores que la componen para predecir cómo sería el sabor final de la propia cerveza, nos ahorraríamos muchísimo trabajo y avanzaríamos en nuestra investigación más rápido”, explica.

El laboratorio comenzó a trabajar entonces en el desarrollo de estos sensores con la Universidad de Aarhus (institución danesa líder en investigación), con la Universidad Técnica de Dinamarca para establecer cómo implementarlos en los diferentes escenarios del proceso de fermentación, y con Microsoft para analizar las señales de los propios sensores utilizando la Inteligencia Artificial, incluyendo algoritmos de machine learning, que miden los sabores y aromas creados por la levadura y otros ingredientes.

El proyecto empezó hace aproximadamente seis meses y tiene una duración estimada de tres años, por lo que aún es pronto para hablar de resultados detallados. Sin embargo, los sensores ya pueden diferenciar entre diferentes Pilsen y Lager, y los investigadores se encuentran actualmente afinando el sistema y desarrollando software que facilite el trabajo a los técnicos, que no están acostumbrados a utilizar la inteligencia artifical para su trabajo diario, según Förster.

El objetivo es trazar una huella del sabor para cada muestra y reducir hasta un tercio el tiempo que se tarda en investigar sus diferentes combinaciones, y así ayudar a la compañía a obtener un mayor número de tipos de cervezas que puedan ser comercializadas más rápidamente.

El Beer Fingerprinting Project da soporte a los investigadores de Carslberg, la cuarta cervecera más grande del mundo con 140 marcas de bebidas en 150 países, al utilizar sensores avanzados y métricas que mapeen y predigan más rápido los sabores.

Cuando Förster empezó a trabajar hace 20 años, un consorcio internacional de docenas de investigadores acababa de descifrar y publicar el genoma de la levadura, después de años de investigaciones. Ahora, se pueden obtener datos sobre cualquier cepa en una semana y con mucho más detalle. Esta velocidad ha creado una gran cantidad de datos, y es aquí donde aparece la IA, analizando rápidamente estos conjuntos de datos y mostrando los patrones que tienen en común.