Cómo estar listo para la era de los datos

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Los datos son cada vez más esenciales para el éxito de los negocios, pero también más difíciles de gestionar. Se está evolucionando hacia datos más inteligentes y autogestionados, dice Veritas. Además, será clave garantizar su seguridad, así como la calidad de los datos y la eficiencia de su gestión.

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Durante 2020, el 83% de las cargas de trabajo corporativas se migrarán a la nube y el uso en modo local disminuirá un 10%. A medida que las empresas migran este entorno, se enfrentan tanto al reto como a la necesidad de ordenar este universo de datos, en los que la gestión es clave.

Veritas ha querido arrojar luz sobre cómo va a evolucionar la situación en torno a los datos y qué tendencias hay que tener en cuenta para gestionarlos de forma que se consiga una ventaja competitiva. Sus predicciones tecnológicas son las siguientes.

Los datos adquieren su propio ADN
IDC prevé que los datos mundiales aumentarán hasta los 175 Zettabytes en los próximos cinco años. Este explosivo crecimiento implica una enorme complejidad a la hora de gestionar los datos. Para responder a este reto, las organizaciones se apoyarán en el aprendizaje automático y una mayor automatización.

Con sus funcionalidades de cálculo numérico, la inteligencia artificial y las aplicaciones de machine learning constituyen una solución perfecta para predecir una posible interrupción de datos y resolver de forma automática los desafíos de capacidad. Por ejemplo, estas aplicaciones podrían comprar automáticamente almacenamiento en la nube o reasignar volúmenes cuando detectan una carga de trabajo a punto de exceder su capacidad.

A su vez, los datos se volverán más inteligentes, autogestionados y capaces de auto-protegerse. Veremos un nuevo tipo de automatización donde los datos estarán vinculados con una especie de ADN digital. Este ADN no sólo identificará los datos, también los programará con instrucciones y políticas. Al agregar inteligencia, podrá comprender dónde residen los datos, quién puede acceder a ellos o incluso cuándo deben eliminarse. Estos procesos podrán llevarse a cabo de forma independiente, con datos que actúan como células vivas en un cuerpo.

Innovar en el extremo de la red y garantizar la seguridad
5G es sólo el comienzo de una ola de servicios inmersivos y en tiempo real. Alimentados por Internet de las Cosas (IoT), estos servicios se procesarán en el extremo de la red, reduciendo la distancia entre los datos y el usuario.

Gartner prevé que a finales de año habrá 5.800 millones de dispositivos empresariales conectados a escala global, lo que supondrá un aumento del 21% si se compara con 2019. Si esta tasa de crecimiento continúa, habrá más datos en el extremo de la red que en el centro. Los ‘micro’ centros de datos que se construyen para procesarlos pronto se convertirán en procesadores de ‘macro’ datos.

Los datos en tránsito o temporales que se analizan en el extremo de la red, esencial para procesos en tiempo real como la navegación de vehículos autónomos, facilitan la innovación, pero también son objetivo potencial de los ciberdelincuentes. Blindar los datos es fundamental. Empresas y operadoras responderán construyendo centros de respaldo en el extremo para mantener sus servicios y aplicaciones disponibles, o utilizando la red centralizada para ello.

Incorporar estándares para garantizar la calidad
La acumulación de datos es solo uno de los desafíos a los que se están enfrentando las organizaciones. El siguiente reto más apremiante consiste en garantizar la calidad de los datos y la eficiencia de su gestión. Aunque regulaciones como GDPR están ayudando a priorizar la protección y la higiene de los datos, no existe un marco global único que fije normativas para almacenar, administrar, clasificar y proteger los datos corporativos.

2020 verá un movimiento en todos los sectores para incorporar estándares de calidad de datos. Estas buenas prácticas verticales y globales, con independencia del país de origen o la ubicación de los clientes, promoverán nuevos roles en las organizaciones: en lugar de tener un solo Chief Data Officer (CDO) o Data Protection Officer (DPO), diferentes departamentos comenzarán a emplear expertos ‘verticales’ o bien personal con múltiples competencias incluyendo la experiencia en gestión de datos, trasladando así las competencias de un único responsable central a distintos profesionales.

José Manuel Petisco, director general de la firmas en España explica que una combinación de tecnología y automatización transformará la manera en que las organizaciones utilizarán y protegerán sus datos más críticos en el futuro. Sin embargo, estas soluciones actuarán sobre datos ya centralizados, tratados y etiquetados correctamente. Por tanto, considera que “es fundamental adoptar en el presente herramientas de gestión de datos que rompan los silos y proporcionen visibilidad y calidad, pasando después a la inteligencia arificial y el aprendizaje automático para automatizar las tareas”.