La sostenibilidad dominará la agenda de los constructores de centros de datos

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Las estrategias de sostenibilidad y el uso responsable de la tecnología van a ser objetivos empresariales prioritarios para 2023, y esto afecta al futuro de los centros de datos. Tanto sus operadores como los clientes tendrán en cuenta factores como el desarrollo sostenible, la eficiencia energética y los criterios ESG.

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Una reciente encuesta de Gartner revela que el 87% de los líderes empresariales esperan aumentar la inversión en sostenibilidad durante 2023 y 2024, impulsados por la presión de los clientes, inversores y reguladores, y el equipo de TI debe estar alineado en todo momento con los objetivos de negocio. Al adoptar una estrategia sostenible, debe optar por soluciones innovadoras  diseñadas para cumplir con los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) e impulsar el concepto de Green IT.

Uno de los campos más propicios para aplicar principios sostenibles son las instalaciones de centros de datos, ya que emiten a la atmósfera un gran volumen de gases de efecto invernadero. En este sentido, Chris Pennigton, director de energía y sostenibilidad en los centros de datos de Iron Mountain, opina que tanto los operadores de centros de datos como los clientes centrarán sus esfuerzos en cuestiones que van desde la resiliencia operacional frente a la escasez energética global y la anticipación de una mayor regulación de los informes ESG, hasta las actitudes culturales y climáticas, que son "prioridades empresariales".

En definitiva, para el especialista, los objetivos de descarbonización, la crisis energética actual, las regulaciones van a estar muy presentes en la evolución de los centros de datos en 2023. Estas son las cuatro tendencias principales:

Diseño sostenible
La crisis energética ha tenido un gran impacto en 2022. Una serie de eventos geopolíticos preocupantes y la escasez y el desorbitado coste de los combustibles fósiles, además de la frecuencia creciente de eventos climáticos, han demostrado, inequívocamente, la necesidad de una inversión en energías limpias para prevenir futuras crisis energéticas y mitigar el cambio climático. Para los proveedores de centros de datos esto significa más presión a la necesidad de transicionar, de ser intensivos en carbono sobre el consumo masivo de recursos naturales, a ser neutrales en carbono y sostenibles por diseño.

En línea con la guía marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (UNSDG) sobre futuras construcciones, los constructores de centros de datos tendrán que ser responsables cuando se tenga que extraer recursos naturales, tanto directa como indirectamente. Además de aspirar a alimentar las instalaciones con energía 100 % limpia de carbono. Los diseñadores deben buscar maneras para mejorar los flujos de residuos y optimizar los ciclos de vida de los activos y los recursos al pasar de los diseños de un solo uso a un modelo de reciclaje, reutilización y refabricación eliminando así el impacto de los vertederos y creando un ciclo de vida perpetuo para materiales y equipos.

La eficiencia energética es una función de un buen diseño y de muchas de las construcciones más novedosas y más eficientes energéticamente en la industria de la colocación que están comprometidas con los estándares de construcción ecológica BREEAM. Las firmantes del Pacto Neutral de Centros de Datos para el clima, por ejemplo, se han comprometido a alcanzar un bajo uso energético eficaz (PUE), responsabilizándose del uso de agua y de la reutilización del calor residual. Mas allá de esto, muchos centros de datos están ahora diseñando un enfoque modular para gestionar el incremento a gran escala del megavatio con la intención de evitar el aprovisionamiento. Sería bueno que los operadores considerend el Coste Total de la Propiedad más allá del coste empresarial por megavatio contratado y repensar el estatus quo. Tienen una oportunidad de aprovechar y llevar adelante este “momentum” que los retos globales han inspirado y tomar una vista en conjunto de un impacto mas grande de la construcción y las operaciones de sus centros de datos. En un tiempo en el que la cadena de suministro de energía es poco confiable, confiar en una construcción sostenible dentro del centro de datos por diseño es un atajo para asegurar la resiliencia a largo plazo.

El futuro de la energía de los centros de datos
Los centros de datos son algunos de los mayores compradores de energía en infraestructura y, además, continúa la disrupción de las líneas de suministro de energía tradicionales, por lo que es crítico que el sector trabaje conjuntamente para descarbonizar las redes internacionales. Muchos de los proveedores de centros de datos ya están en el camino de reducir la demanda de combustibles fósiles al cubrir el 100% de su consumo de electricidad con compras de energías renovables. De hecho, Iron Mountain y otras compañías han llevado la descarbonización más lejos, comprometiéndose a igualar su consumo de energía con el consumo local, con energía limpia cada hora de cada día para 2040. Mientras tanto, se espera que aumente la inversión en investigación de fuentes de energía alternativas para proporcionar energía de reserva en caso de interrupción, con pruebas recientes de sistemas de celdas de combustibles de hidrógeno con resultados positivos.

El hidrógeno tendrá un rol que desempeñar en nuestro futuro energético neutro de carbono, pero ya que el 99 % del hidrógeno sigue siendo derivado de combustibles fósiles según la Agencia Internacional Energética (IEA), y el almacenamiento in situ de la energía sigue siendo un reto desde la perspectiva de la capacidad total, todavía queda trabajo por hacer para desarrollar alternativas limpias basadas en el hidrógeno, hasta que seamos capaces de eliminar los generadores diésel de energía de reserva.

Afortunadamente, el hidrógeno se puede producir desde varias fuentes de energías limpias como la electrolisis impulsada por la energía eólica y solar. Por tanto, si en el futuro se mantiene el desarrollo de un hidrógeno ecológico como una alternativa libre de carbono, la industria se encontrará así misma moviéndose inevitablemente hacia su objetivo. Es crucial que la regulación pueda acelerar este viaje incentivando un seguimiento y un certificado en aquellas fuentes donde el hidrógeno ecológico ha sido producido.

Más regulaciones
A medida que crece la conciencia sobre el impacto de las emisiones de carbono y aumenta la presión de los reguladores y los inversores, cada vez más los clientes y los gobiernos, conscientes del clima, están preparando el terreno para avanzar en obligar a las organizaciones a realizar un seguimiento de sus emisiones de Alcance 3, y se prevé que se implementarán requisitos adicionales de informes de ESG en la agenda legislativa.

Según Deloitte, las emisiones de Alcance 3 pueden representar hasta el 70 % de la huella de carbono de una organización, lo que significa que ellos, y el mundo, solo pueden alcanzar el cero neto si dan grandes pasos para reducir sus emisiones indirectas. Esto se puede hacer, en primer lugar, midiéndolos con precisión e informando sobre ellos, y luego haciendo un seguimiento tomando medidas rápidas para mitigarlos.

Los informes son cruciales, ya que solo se puede administrar lo que mide. Sin embargo, históricamente la presentación de informes ha sido difícil e inconsistente porque las organizaciones no controlan sus emisiones indirectas y los datos importantes no siempre son identificables, medibles o accesibles. Por lo tanto, en el futuro, el aumento de los estándares de informes ayudará a las empresas a trabajar en colaboración con sus socios de centros de datos para informar con precisión sobre su producción de carbono y aprovechar esa oportunidad para detectar áreas donde se pueden realizar reducciones dentro de la cadena de suministro. La transparencia y la contabilidad serán clave, con los operadores de centros de datos preparados para liderar la carga.

Empoderamiento de los clientes
Según la AIE, los centros de datos y las redes de transmisión de datos son responsables de casi el 1 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas con la energía a nivel mundial. En los últimos años, el carbono se ha convertido en un indicador de riesgo, y se espera que los informes de GEI se sometan a un mayor escrutinio debido al creciente enfoque gubernamental. Pronto será insostenible para las empresas mantenerse al margen de la conversación ESG.

Tradicionalmente, los clientes se han anclado en sus expectativas de la provisión de su centro de datos, pero el mundo simplemente ya no puede admitir solicitudes de miles de generadores diésel adicionales in situ y el escalado con soluciones de combustibles fósiles ya no es viable. Algunos clientes se están dando cuenta de la trayectoria hacia la descarbonización y recurren a sus proveedores de colocación para que les brinden orientación y apoyo, así como conocimientos sobre cómo instalar su hardware teniendo en cuenta la eficiencia, ocupando solo el espacio que necesitan y evitando el exceso de enfriamiento de los sistemas y midiendo su propio PUE para seguir su progreso.

En relación con sus emisiones de Alcance 3, muchos clientes ahora también reconocen la necesidad de identificar mejoras en su cadena de suministro y buscan socios con soluciones menos intensivas en carbono para ayudarlos a cumplir sus objetivos, habiendo reconocido la energía que consumen sus equipos de TI como parte de su propia huella energética. Los proveedores están bien posicionados, por lo tanto, para comprar energía 100 % limpia a escala, de acuerdo con los protocolos de informes de GEI, y proporcionarla a los clientes cuando la necesiten, desde una sola estantería hasta una sala de datos completa.