9 de cada 10 centros educativos creen que la inclusión de tecnología en el aula es positiva
- Estrategias digitales

Un 57% reconoce que han facilitado el acceso a contenidos y materiales educativos, pero que todavía hay mucha disparidad entre centros. El 10% percibe la IA como un riesgo para la educación y el aprendizaje, y un 64% reconoce su utilidad, pero con ciertos recelos sobre su correcto uso.
El 90% de los centros educativos cree que la inclusión de herramientas digitales en el aula, tales como pantallas, Chromebooks o Google Classroom, ha tenido un impacto positivo en la enseñanza porque ha mejorado la participación de los alumnos y facilitado el acceso a contenidos y materiales educativos más interactivos. No obstante, un 57,1% también reconoce que la implantación todavía no es homogénea en todo el sistema educativo y eso genera mucha desigualdades entre centros, según revela una encuesta de MediaMarkt Business.
La encuesta arroja opiniones bastante fragmentadas en algunos ámbitos puesto que, por ejemplo, 4 de cada 10 encuestados cree que el problema no está tanto en la cantidad de tecnología con la que cuenten los niños y jóvenes en clase, sino con modular el uso que se le pueda dar en el aula. Un 32%, en cambio, piensa que se ha hecho un uso excesivo de las pantallas y las herramientas tecnológicas en las aulas y preferiría limitarlas; y otro 30% no cree que reducir el uso de tecnología en las aulas en este momento vaya a suponer una mejora, ya que son herramientas muy integradas en la sociedad actual.
Donde sí hay unanimidad es sobre qué dispositivos eliminarían de las aulas en caso de necesitar retirar alguno, y ahí los centros consultados lo tienen claro: estarían las tablets con un 62,5% de los votos y los móviles personales elegidos por el otro 37,5%.
Los centros concretan específicamente que las razones que más les motivan hacia la inclusión de tecnología en las aulas son básicamente dos. Por un lado, porque han detectado que contribuyen a la mejora del aprendizaje y el rendimiento de los alumnos en clase (mencionada por el 96%). Por otro, porque permiten aprovechar variedad de formatos explicativos como juegos, videos y dinámicas interactivas, que ayudan a conectar con los alumnos de una forma más lúdica (mencionada en el 50%).
Actitud abierta frente a la integración de la IA en la docencia
Solo el 10% de los encuestados percibe la IA como un riesgo para la educación y el aprendizaje, porque puede generar dependencia y desinformación si no se sabe utilizar correctamente. En un punto intermedio se encuentran un 64%, que reconocen su utilidad, pero con ciertos recelos sobre su correcto uso; y el 26% restante la ve como una gran oportunidad para mejorar la enseñanza por su capacidad para optimizar el aprendizaje, personalizar la educación y facilitar el trabajo docente.
En esta línea, casi 6 de cada 10 centros afirman utilizar ya la IA en algunos de sus procesos y están explorando más aplicaciones de la misma y otro 28%, aunque reconoce que no la usa habitualmente, está analizando su implementación.
Sobre cuáles creen que son los principales retos que implica la integración de la IA en la aulas, los centros destacan por orden, en primer lugar, la importancia de enseñar a los estudiantes a utilizar la IA de forma ética y responsable, fomentando el desarrollo de pensamiento crítico para su uso correcto (escogida por el 86%). Y, en segundo lugar, con un 60% de votos, la formación continua de los propios docentes sobre el uso de la IA para que puedan integrarla de manera eficaz en las aulas.
Por último, a pesar de que la ciberseguridad es un tema que preocupa mucho a los centros educativos, más de la mitad (54%) de los encuestados afirma tener medidas activas para proteger los datos y prevenir ciberataques. Un 32% reconoce que ha implementado algunas medidas pero que aún les queda trabajo por hacer y el 14% restante considera poco necesario o innecesario preocuparse por la ciberseguridad.