'Estamos viviendo la revolución de la Transformación Digital y en ella la IA es una pieza clave', Ramón Trias, AIS Group

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Ramón Trias, AIS Group

Ramon Trias, presidente de AIS Group (AIS Aplicaciones de Inteligencia Artificial), explica el efecto en las TI de la IA.

El término Inteligencia Artificial es tan amplio como cloud. ¿Cuál es, en su opinión, lo más importante de IA? ¿Por qué?

Estamos acostumbrados a asociar inteligencia artificial con robots, androides, o algo con apariencia humana, cuanto más futurista, mejor. Pero en realidad la inteligencia artificial es mucho más.  

Podríamos definirla como la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente sistemas informáticos. Estos procesos incluyen el aprendizaje, el razonamiento y la autocorrección. Pueden clasificarse en 4 grandes grupos:

  • Sistemas que piensan como los humanos
  • Sistemas que actúan como los humanos
  • Sistemas que piensan racionalmente (siguen una lógica)
  • Sistemas que actúan racionalmente (operan de acuerdo a unas reglas)

Bajo este prisma, vemos que los robots inteligentes son simplemente una de las muchas ramas que existen en inteligencia artificial. De hecho en AIS llevamos 30 años generando valor a las empresas con técnicas de inteligencia artificial, que nada tienen que ver con esta línea. Uno de los casos más emblemáticos fue el desarrollo del calendario de los Juegos Paralímpicos de Barcelona’92. Para programar la agenda de unos juegos paralímpicos hay que tener en cuenta que hay muchísimas más pruebas que en unas olimpiadas. Hay muchas más categorías de atletas, atletas que participan en distintas categorías y que, por lo tanto éstas no pueden solaparse. Además, deben conjugarse infinidad de intereses: los de las televisiones que quieren dar ciertas pruebas en horario de máxima audiencia, los de la organización para su venta de entradas, etc. Esto hacía que la agenda debía reprogramarse frecuentemente. El que hicimos con técnicas de inteligencia artificial en Barcelona fue el primer calendario que no tuvo que modificarse en todos los Juegos.

Y eso es sólo un ejemplo de uso de IA. La hemos aplicado para predecir el volumen de consumo de energía para una central térmica, para gestión de impagados, para la gestión de campañas y venta cruzada de productos en distintos sectores. Uno de nuestros proyectos más recientes consiste en la utilización de Machine Learning, un tipo de técnica de inteligencia artificial, para calcular automáticamente el precio de mercado de cada uno de los inmuebles de que disponen los bancos o inmobiliarias. En este sentido, el índice del precio oficial de la vivienda en México, lo hemos desarrollado en AIS.

 

¿Cuáles son principales hándicaps u obstáculos con los que se tienen que enfrentar?

Por un lado, hay que plantearse si la inteligencia artificial es tan inteligente como se supone. Lo cierto es que se han dado números experiencias en que ha quedado demostrado que existen limitaciones que todavía deben superarse. Recuerdo el caso del robot de Tay de Microsoft que aprendió a hacer comentarios a partir de lo que veía en Twitter. La empresa tuvo que desactivarlo a las 24 horas de su presentación, pues sus comentarios eran bastante desafortunados e incluso racistas.

A día de hoy no es posible recrear artificialmente la conciencia humana y por lo tanto, tampoco lo es desarrollar soluciones artificiales capaces de imitar y llevar a cabo todo el que un humano consciente puede hacer como, por ejemplo, tomar decisiones críticas o traspasar el marco conceptual previamente programado. La IA todavía carece de razonamiento generalizado, el que denominamos sentido común.

En vista de lo dicho y de experiencias como la de Microsoft, hay que decir que los sistemas son inteligentes, pueden aprender y actuar, pero es necesario un control, una supervisión para que el sistema aprenda bien. La riqueza de la experiencia del cerebro humano todavía no es automatizable. El experto sigue siendo una figura fundamental.

Y esto nos lleva al segundo gran hándicap. Hay una carencia de perfiles especializados en inteligencia artificial. Posiblemente con el tiempo se irá corrigiendo, pero actualmente hay déficit de profesionales en el sector IA.

 

¿En qué estado se encuentra la IA? (tanto en desarrollo de la tecnología como en implantación y aceptación por parte del mercado)

Estamos viviendo una época dorada para la IA. Estamos en plena expansión.

Cabe destacar que la base teórica de los algoritmos de inteligencia artificial data de décadas atrás. Las redes neuronales son de los años 40, los algoritmos genéticos de los 60, las redes bayesianas y los árboles de clasificación y regresión (CaRT) son de los 80. Sin embargo, ahora hay un boom de la inteligencia artificial. Éste se debe a que a fecha de hoy se combinan 3 factores fundamentales: los avances del hardware y software ofrecen una velocidad de cómputo anteriormente impensable; el coste del desarrollo de los equipos informáticos de gran potencia ha descendido considerablemente; y el gran acceso a la información gracias al big data da más sentido que nunca a los motores de IA, capaces de procesar estos enormes volúmenes de datos.

El mercado además está muy receptivo. Estamos viviendo la revolución de la transformación digital y en ella la IA es una pieza clave. Pero si bien la inteligencia artificial está de moda, los que llevan a cabo proyectos con algoritmos de IA (machine learning, deep learning, XGBoosting, sistemas expertos) y observan los resultados y la diferencia obtenida con los métodos tradicionales en sus balances, se dan verdadera cuenta de su gran efectividad.

 

¿Cómo está cambiando la tecnología gracias a la IA? ¿Cómo lo hará en el futuro?

Actualmente en nuestro sector, gran parte de las soluciones que se están desarrollando incluyen por lo menos alguna pieza de IA.

Ni que decir tiene que los gigantes del sector de la tecnología (Google, IBM, Facebook…) están apostando por ella de una manera apabullante y realizan inversiones millonarias en IA. No obstante, la inteligencia artificial no es algo al alcance sólo de unos pocos.

Pensemos que la tecnología cada vez permite avanzar cada vez más. Los ordenadores de hace 30 años 500.000 veces más lentos que hoy. Eso quiere decir que una cosa que entonces tardaba 4 meses en procesarse, hoy lo hace en unos 20 segundos, lo que es un tiempo plenamente industrial. Este hecho hace que ahora podamos utilizar técnicas y metodologías que antes eran impensables.

Además, no hablamos sólo de la mejora en la potencia de cálculo, sino también de su capacidad de almacenaje. Ahora hay grandes recursos que nos hacen posible guardar grandes volúmenes de datos sin apenas coste.

Con tantos ingredientes hay un sinfín de recetas que se pueden cocinar, por supuesto al alcance de todos los bolsillos.

Contribuye también a que la IA esté en plena cresta de la ola el tipo de sociedad en que nos hemos convertido. Somos individuos hambrientos de servicios y valoramos la inmediatez. Queremos poder hacer consultas y realizar tareas desde cualquier sitio, las 24 horas; sin necesidad de movernos de sofá. Por tanto, toda tecnología que nos permita ganar en automatización, inmediatez e inteligencia, está a la orden del día.

 

¿Y los negocios? ¿Cómo están cambiando?

Prácticamente estamos en el punto de renovarse o morir. Gran parte de empresas quieren incorporar técnicas novedosas y disruptivas no sólo para demostrar su carácter innovador (algo muy valorado en la actualidad), sino, en especial, para obtener ventajas competitivas frente a otras empresas. Aquí la rapidez y eficacia que logran las técnicas de inteligencia artificial, las hace muy atractivas para los negocios.

Luego está el debate sobre si apostar por la inteligencia artificial derivará en enormes pérdidas de empleo. En mi opinión, los empleos -como la energía- no se perderán, se transformarán. Seguramente cambiarán o desaparecerán algunos perfiles porque se automatizarán ciertos procesos, pero se crearán puestos nuevos que tal vez ahora ni imaginamos. Pero esto no es nuevo, se trata de adaptarse y responder a las necesidades de cada momento. ¿Quién había oído hablar en los 70 de un community manager, por ejemplo? Y ahora nos parece rara la empresa que no tenga uno.

 

¿Pueden las empresas implantar proyectos de IA? ¿Cómo?

Si, tal y como ya he comentado antes, la IA no es algo sólo para unos pocos. Hay muchas opciones para beneficiarse de este tipo de técnicas.

Obviamente, no es lo mismo adquirir robots para una fábrica que implantar un nuevo sistema que se ejecute en uno o varios ordenadores. Si me centro en éste último caso, en el que contamos ya con amplia experiencia, tal y como resumía al principio, prácticamente cualquier empresa puede implantar un proyecto de IA.

Supongamos por ejemplo que somos un e-commerce que llevamos ya un tiempo funcionando y queremos adquirir una herramienta para realizar campañas personalizadas. Un proyecto de este tipo podría pasar por estudiar la base de datos, crear los modelos pertinentes e instalar el resultado en nuestra empresa. No harían falta ni grandes despliegues ni complejas redes de servidores, etc. La mayoría de proyectos de IA, sobre todo los consistentes en modelajes de datos no son mucho más complejos en cuanto a instalación que los proyectos que han estado realizando hasta ahora.

Hay que quitarse el miedo, pues ahora es el momento de invertir en esta tecnología.

 

¿Qué debe tener en cuenta el CIO a la hora de realizar estos proyectos? ¿Se puede hablar de una infraestructura base a partir de la cual construir este proyecto?

Como decía antes, dependerá de la naturaleza del proyecto y de la infraestructura de cada compañía. Por ejemplo, para algunas soluciones de AIS no se necesitan recursos extra más allá de lo que dispone ya cualquier ordenador o servidor que puedan tener nuestros clientes.

En cambio, en casos en que se quiera trabajar con grandes volúmenes de datos y en local se va a necesitar una estructura que pueda soportar dichos datos.

 

IA viene envuelta en ciertas polémicas y temores. ¿Cree que es necesario regular esta tecnología antes de que esté implantada para evitar riesgos? ¿O considera que estos temores (como la posible dominación de las máquinas sobre los hombres o el sesgo que tienen) son injustificadas? ¿Por qué?

El desarrollo tecnológico, a fin de cuentas, es el motor fundamental del progreso en nuestra sociedad y éste dependerá siempre del uso que brindemos.

Son muchas las voces que alertan del gran riesgo que puede conllevar la inteligencia artificial, una de ellas, la de Elon Musk (Tesla), y que reclaman un que se establezca un marco legal antes de que la tecnología se vuelva peligrosa. Sin duda, Musk no se refiere a la IA que tenemos presente en nuestros móviles hoy en día, por ejemplo. En mi opinión habla más de tecnología aplicada a la carrera armamentística.

Algo más optimista es Mark Zuckenberg (Facebook), quien suele destacar más las bondades que supone y supondrá la IA en campos como la medicina, por encima de visiones más catastrofistas.

Yo creo que la tendencia general con casi todos los temas es a regular para evitar malos usos o abusos. La IA no creo que sea una excepción. No obstante, posiblemente esta regulación será más bien reactiva como ocurre en muchos otros ámbitos. La tecnología avanza más rápido que los reguladores.

 

Esta entrevista es una de las realizadas para la elaboración del reportaje En Portada de IT User 29. Puedes leer el resto de las entrevistas en este enlace, y descargar la revista, de forma gratuita, aquí.