Soluciones a la brecha digital (¡ya!)

  • Opinión

La brecha digital es el problema más serio de Occidente en su transformación digital. Gobiernos y empresas deben coordinarse para educar a niños/as en digitalización y formar a los trabajadores en las tecnologías exigidas para acceder a los trabajos del futuro. World Economic Forum propone soluciones que, desde España, Fundación La Caixa, Fundación Telefónica, ProFuturo y Telefónica Tech con sus partners, ya están llevando a cabo.

Tribuna de opinión de Jorge Díaz-Cardiel, socio director de Advice Strategic Consultants

La disrupción causada por la Cuarta Revolución Industrial se ha visto acelerada por el COVID-19 y ha aumentado nuestra necesidad de agilidad, adaptación y transformación digital. A medida que la economía mundial se digitaliza rápidamente (Estados Unidos, Europa, China, etc), el 70% del nuevo valor económico creado durante la próxima década se basará en modelos de negocios de plataformas habilitadas digitalmente (WEF, FMI, Banco Mundial, OCDE).

Sin embargo, casi la mitad de la población mundial sigue sin estar conectada a Internet. Si bien las tecnologías digitales tienen el potencial de crear valor para todos, corren también el riesgo de exacerbar aún más la exclusión, la concentración desigual de poder y riqueza y la inestabilidad social. Gobiernos y empresas deben usar la infraestructura y los datos digitales para desarrollar modelos educativos innovadores y hacer la transición a una nueva normalidad: postpandemia, impulsada por un propósito, sostenible e inclusiva.

La innovación tecnológica está transformando fundamentalmente la educación y actualizando las habilidades requeridas para el trabajo moderno. La creación de sistemas educativos preparados para el futuro (y a prueba de pandemias) requiere planes de estudios adecuados para el siglo XXI, junto con la formación constante y accesible, que construya una base sólida, para una vida de continua adaptación y desarrollo de nuevas habilidades tecnológicas y digitales para trabajar. La educación debe centrarse en las habilidades que están en demanda en el mundo laboral y profesional real y abordar la desconexión entre las necesidades de los empleadores y los potenciales empleados/as.

Es verdad que la tecnología, la digitalización, han brindado un salvavidas crucial durante el COVID-19 al conectar a las personas con sus seres queridos y el trabajo, de manera que dejan más claro cuán digitalizado será el futuro cercano. Las formas híbridas de trabajo, que han surgido a medida que avanzamos hacia una nueva normalidad, presentan sus propios desafíos y pueden agravar las desigualdades ya existentes: para prosperar en un lugar de trabajo contemporáneo, los jóvenes deben desarrollar la llamada fluidez digital y las habilidades de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), desde una edad temprana. La fluidez digital real comienza con la alfabetización digital básica.

Los sistemas educativos deben garantizar que los planes de estudios (tecnológicos) estén actualizados y los maestros necesitan oportunidades para actualizar sus propias habilidades y conocimientos para mantenerlos también al día con los desarrollos del mundo actual.

Combinar adecuadamente las habilidades STEM con una sólida base ética requiere inversión, aunque los beneficios en términos de una mayor fluidez digital pueden superar claramente los costes relacionados. Esto es cierto para las empresas que contratan a jóvenes equipados con fluidez digital. Muchos de los trabajos más deseables requieren una sólida comprensión de las matemáticas y las ciencias; según las proyecciones realizadas por el Departamento de Trabajo de EEUU, las 20 ocupaciones de más rápido crecimiento entre 2022 y 2026 requerirán habilidades digitales: cloud, big data, robótica, ciberseguridad, etc.

Y, el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop) ha estimado que habrá un crecimiento del empleo del 11% dentro de la Unión Europea, para ocupaciones vinculadas a la ciencia, la ingeniería y las tecnologías de la información y la digitalización entre 2022 y 2030. Dada la importancia de STEM de alto valor añadido, en los lugares de trabajo del futuro, es imperativo garantizar el acceso a la educación digital para personas de todos los grupos socioeconómicos. Las niñas y las mujeres están particularmente subrepresentadas dentro de las disciplinas STEM, y es fundamental encontrar formas de aumentar de manera proactiva su participación durante la educación secundaria y terciaria.

La igualdad de oportunidades requiere acceso a una educación digital básica

Menos del 10 % de los países tienen leyes que ayuden a garantizar la plena inclusión digital en sus sistemas educativos, según el último informe de la UNESCO, publicado en 2021, y el 40 % de los países más pobres no han proporcionado apoyo a los "estudiantes en riesgo de exclusión", durante el COVID-19. Según UNICEF, más de 175 millones de niños en todo el mundo no han recibido educación preescolar, y la desigualdad en términos de acceso a la educación básica y digital sigue siendo alta, especialmente entre los más desfavorecidos.

Precisamente desde España, hay una iniciativa de alcance mundial (FroFuturo) en que Fundación La Caixa y Fundación Telefónica, con los recursos y tecnologías de la digitalización que provistas por Telefónica Tech y la conectividad el Grupo Telefónica, trabajan para cerrar la brecha digital tanto en España como en el mundo, en la escuela y en el lugar de trabajo.

El Observatorio Social de Fundación La Caixa estudia la brecha digital para poder poner soluciones prácticas y reales: la brecha digital, entendida como las desigualdades en el acceso y en el uso de las tecnologías de la información y la digitalización, genera consecuencias sobre la igualdad de oportunidades de los ciudadanos. Esta problemática no es reciente; los investigadores sociales la estudiamos desde 1990, cuando “estalló” la Computación.

ProFuturo es uno de los programas de educación digital más grandes del mundo, impulsado por Fundación ¨la Caixa¨ y Fundación Telefónica, para reducir la brecha educativa digital en el mundo, mejorando la calidad educativa de millones de niños y niñas que viven en entornos vulnerables de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia, como apuntábamos más arriba con datos de World Economic Forum. Obviamente, también Fundación La Caixa trabaja en educación básica y digital en España, donde viven 4,5 millones de pobres, según el INE.

Fundación ¨la Caixa¨ y Fundación Telefónica se apoyan en las nuevas tecnologías digitales que provee Telefónica Tech, para llegar a más países y a más personas y usan experiencias digitales de enseñanza-aprendizaje innovadoras, para potenciar el desarrollo de competencias digitales que permitan a los docentes, alumnos y directores de escuelas hacer frente a los retos del siglo XXI y para conseguir que todos los niños y niñas tengan igualdad de oportunidades independientemente del lugar donde nazcan.

En línea con el objetivo 4 de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS4), Fundación ¨la Caixa¨ y Fundación Telefónica aspiran a mejorar la educación de millones de niños y niñas a través de la tecnología y la digitalización, convirtiéndose en un referente mundial de la transformación digital e innovación educativa con las TIC.

A través de ProFuturo, Fundación ”la Caixa” y Fundación Telefónica trabajan para reducir la brecha educativa digital en el mundo, proporcionando una educación digital de calidad a los niños y niñas que viven en entornos vulnerables de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia.

Este programa de carácter mundial pone la tecnología al servicio de la sociedad para que estos niños y niñas tengan las mismas oportunidades de acceso a una educación de calidad que el resto, estén donde estén.

La educación es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la desigualdad y construir las bases de un futuro sostenible. Sin educación no hay progreso; por eso, Fundación La Caixa y Fundación Telefónica se dirigen a comunidades en vías de desarrollo, que tienen dificultades para acceder a una formación de calidad. Promueven alianzas locales con instituciones, empresas o agencias internacionales y ONGs que quieran ayudar a llevar la educación a niños, jóvenes y profesores de todo el mundo.

¿Cómo se hace en la vida real el cierre de la brecha digital? Con prácticas concretas:

- Promover la educación a través de contenidos digitales y avanzados métodos de enseñanza-aprendizaje, modulares y adaptados a cada entorno y contexto.

- Mejorar la formación de los profesores y facilitarles las mejores herramientas tecnológicas y digitales para fomentar la calidad educativa en sus aulas.

- Personalizar el aprendizaje para cada alumno.

- Crear contenidos educativos accesibles para jóvenes y niños con discapacidad.

- Utilizar la tecnología para eliminar las barreras educativas y la brecha digital en el mundo.

Por cierto, una obviedad que tendemos a pasar por alto muchos: los docentes son la figura clave de cualquier sistema educativo. Por eso, la propuesta educativa de Fundación La Caixa busca formar a los profesores en el uso de las herramientas digitales esenciales para la educación del siglo XXI. Y educarles para que sean capaces de aplicarlas en las aulas.

Terminamos repitiendo una frase anteriormente escrita en esta tribuna, porque entendemos es el mensaje más importante: La educación digital es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la desigualdad social y construir las bases de un futuro sostenible.

Jorge Díaz-Cardiel. Socio director general de Advice Strategic Consultants. Economista, Sociólogo, Abogado, Historiador, Filósofo y Periodista. Ha sido Director General de Ipsos Public Affairs, Socio Director General de Brodeur Worldwide y de Porter Novelli International; director de ventas y marketing de Intel Corporation y Director de Relaciones con Inversores de Shandwick Consultants. Autor de miles de artículos de economía y relaciones internacionales, ha publicado una veintena de libros, sobre economía, innovación, digitalización y éxito empresarial. Es Premio Economía 1991