Inteligencia artificial, Metaverso y computación, juntas: “The Next Big Thing” (Steve Jobs)

  • Opinión

Conferencia de desarrolladores Apple

Las tecnologías de la información y la digitalización necesitaban un fuerte revulsivo, en este extraño 2023. Apple nos ha provisto de esa “Next Big Thing” (Steve Jobs). Nos esperan meses interesantes en esta carrera por dominar el espacio computacional, metaversiano e inteligentemente artificial que nos proveen las principales empresas de Tecnologías de la Información y digitalización.

Tribuna de opinión de Jorge Díaz-Cardiel, socio director de Advice Strategic Consultants

Nace una nueva etapa de la computación. Resucita el Metaverso. La inteligencia artificial forma parte de la vida de las personas, en todo, más allá de los chatbots. Todo esto y más significa el anuncio que hizo Apple el 5 de junio en su Conferencia de Desarrolladores (Apple WWDC 2023). No es cuestión de echar flores gratuitamente a Apple. Pero, desde 2001, con el lanzamiento del iPod, Apple ha mostrado al mercado que es capaz de cambiar las reglas de juego e iniciar una nueva etapa del “Information Technology”. Lo mismo sucedió con iPhone en 2007, iPad en 2010 y Apple Watch en 2015. La originalidad primaria de Apple dio lugar a imitadores en todos los segmentos de mercado y Google, Samsung, Amazon y muchos otros lanzaron, con mayor o menor fortuna, productos parecidos, habitualmente a menor precio.

La famosa “destrucción creativa” de la innovación tecnológica (Schumpeter) pasó factura en forma de quiebra a muchos que, incluso, ya tenían tecnologías, productos y servicios similares a los de Apple. Nokia fue líder absoluto de la telefonía móvil, con cuotas de mercado que excedían el 90%. Se le acabó la fiesta, con el triunfo del iPhone en 2007, porque Nokia, como otros fabricantes de teléfonos móviles y, también, de ordenadores, no comprendieron a tiempo lo que significaba (significaría) la “convergencia” de la telefonía móvil, la computación e Internet, como explica Richard Baldwin en “The Great Convergence”. Al economista Michael Spence le otorgaron el Premio Nobel de Economía (2001) por demostrar el valor económico de esa teoría de la convergencia de tecnologías: computación + movilidad + internet.

Barack Obama tuvo que imponer su voluntad como presidente de EEUU para que el Servicio Secreto le dejara utilizar “su BlackBerry”, sin la que, según, Obama, no podía vivir. La necesidad de “chequear el correo electrónico constantemente”, se convirtió en una necesidad imperiosa, adictiva, para millones de personas en el ámbito profesional. Palm puso al “alcance de la palma de la mano”, toda tu información computerizada. La antigua Hewlett-Packard no quiso perder ese tren de la movilidad y compró Palm. Al igual que Microsoft decidió comprar Nokia, lanzando su propio teléfono móvil. Amazon lanzó su teléfono móvil y Jeff Bezos se lo comió con patatas sin freír, a pesar de bautizarlo “Amazon Fire”… Todos ellos (Amazon, BlackBerry-RIM, Nokia, Microsoft, Hewlett-Packard, Palm, etc) fueron pasados por la izquierda por Apple.

Apple no ha llegado a dominar enteramente los mercados que ha creado. Samsung tiene excelentes teléfonos móviles; Google ha “embebido” su sistema operativo Android en otros fabricantes de móviles dando lugar (como Apple Store) al lucrativo negocio de desarrolladores de aplicaciones. A diferencia de Google, cuyo ecosistema es abierto, Apple crea ecosistemas cerrados (con Mac y resto de productos; es lo que, en el sector TIC, denominamos “Walled Garden”) y puede hacerlo exitosamente, porque muchos millones de sus clientes son mucho más que compradores / consumidores: son fans que se ponen como motos (gritan, chillan, se desmayan) cuando Tim Cook (CEO de Apple) anuncia una actualización del sistema operativo iOS. Lo que no pondría como un torpedo a un zorro en un gallinero, le pone como un misil al fan de Apple.

Mira que hay otras empresas con un valor en bolsa que sigue de cerca al de Apple”, dijo una analista de Forrester entrevistada por Bloomberg Technology TV el 6 de junio, como Microsoft de Satya Nadella, Google (Alphabet) de Sundar Pichai y Amazon de Jeff Bezos. Clientes y desarrolladores, distribuidores, analistas y demás gente de buen vivir asisten a las presentaciones de nuevos productos y servicios de estas empresas y, sí, muestran entusiasmo, pero, como dice el poema, “no tienen orgasmo”. Ni siquiera Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp) con tres billones de usuarios, despierta esas pasiones.

Hace décadas que investigadores y empresas trabajan en el desarrollo de la inteligencia artificial. “Tecnología”, ésta, que ha estado muy alejada del mundo del gran consumo y, cuando ha sido comercializada, ha estado ubicada en el mercado B2B o Enterprise, empresarial, pero no en el de consumo o B2C. Apple ha cambiado esto con el lanzamiento de “Apple Vision Pro”. El 5 de junio, Tim Cook anunció “una nueva era de la computación”, más una “plataforma de inteligencia artificial” y lo denominó “Apple Vision Pro”. Podía haber dicho que Apple estaba anunciando el lanzamiento de unas gafas de realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA) (para primeros de 2024 y así queda más de medio año para que los desarrolladores de aplicaciones hagan su agosto… y su otoño y su invierno, generando millones de aplicaciones para Apple Vision Pro).

No. Tim Cook pensó como lo hubiera hecho Steve Jobs: el marketing, el “packaging” lo es todo. Es muy inteligente. Los intelectuales, a menudo y desde tiempo inmemorial, piensan que “la verdad se impone por sí sola”. Desgraciadamente, ese adagio no se cumple. La maquinaria de marketing más fuerte acaba imponiendo su verdad. Lenin lo denominaba “Agit-Prop”, “Agitación y Propaganda” y así, cuatro bolcheviques se hicieron con todo el imperio ruso de los zares y otros quince países más. Goebbels, ministro de propaganda nazi, hizo creer a millones de alemanes aquella chorrada & ordinariez de la superioridad de la raza aria, con ideales de belleza masculina y femenina tan alejados de la normalidad habitual cotidiana, como las “Angels” de lencería de Victoria’s Secret.

Dios me libre de comparar la propaganda de Lenin y la de Goebbels con el marketing de las empresas tecnológicas de hoy, aunque en ámbitos académicos se estudian con más libertad “estrategias de marketing” que levantan sospechas, como la publicidad subliminal, el “producto placement” y, a día de hoy las “fake news” y, con la inteligencia artificial de andar por casa, gracias a la cual, muchos desvergonzados inventan videos, fotografías, conversaciones, etc, que pueden afectar, incluso, a los procesos electorales de las democracias occidentales. Lo dicho no aplica a Corea del Norte: sus elecciones siempre superan el 100% a favor del líder. Como si fuera posible exceder el 100% de algo…

Meta compró Oculus y, desde entonces, ha comercializado sus gafas de RV y RA Meta Quest para entretenimiento, videojuegos y, más recientemente se ha expandido a la educación, la salud, las finanzas y otros ámbitos más serios. Algo parecido ha hecho Microsoft con HoloLens, dispositivo de “realidad mixta” que, con matices, podría asemejarse a Meta o serían muy parecidos. Según Bloomberg, Apple, con “Apple Vision Pro” daría un salto muy fuerte respecto a Meta Quest y Microsoft Hololens y Google Glass. En 2022 estas empresas se lanzaron al anuncio y desarrollo del Metaverso. La tecnología ya estaba disponible: estas empresas -y otras- llevaban más de una década desarrollando Web3 para hacerlo posible. Y el desarrollo de la computación, sin llegar a ser cuántica, prometía la capacidad de procesamiento necesaria para vivir experiencias inmersivas. ¿Inmersivas, he dicho?  Según The Wall Street Journal “todos los expertos que han probado -durante media hora- Apple Vision Pro, afirman que es la única realidad inmersiva que han vivido, superando todo lo previamente existente”.

Aunque lo que vieron estos cientos de expertos durante media hora al probar en Cupertino “Apple Vision Pro”, fue una versión grabada previamente, es decir, una demo, lo cierto es que, versus los largos videos de Mark Zuckerberg (Meta) sobre el futuro del Metaverso y las profundas presentaciones de Satya Nadella sobre la transición de Microsoft Azure y Microsoft Dynamics al Metaverso, diez minutos de video grabado de Apple, sobre la confluencia de la inteligencia artificial, la realidad inmersiva -virtual, aumentada, mixta- han resucitado el Metaverso, sin citarlo, y dado alas a la inteligencia artificial gracias a “spatial computing” de Tim Cook, en que lo digital y lo físico se fusionan.

Apple lleva desarrollando sus propios procesadores hace años. Lo publicamos aquí, en IT User hace cuatro años, porque publicando a posteriori todos somos muy listos, pero la gracia está en anticiparlo, porque la decisión de Apple iba a suponer un cambio radical del equilibrio de fuerzas en el mercado de semiconductores y chips; liderado durante décadas por Intel y, hoy, repartido entre TSMC, Qualcomm, Samsung Electronics, AMD, Intel y Nvidia, algo que también, en IT User, anticipamos, con cuotas de mercado acertadas, hace tres años.

El caso de Nvidia es “extraordinario”: parece estar preparada siempre para todo: aparece el Metaverso y ya tiene GPUs disponibles. Se disparan los chatbots como mushrooms-setas & inteligencia artificial con Google Bard y ChatGPT Open AI Microsoft y, por supuesto, ya estaba preparada Nvidia, cuya cotización llegó al trillón de dólares a primeros de junio por tener listos chips para la inteligencia artificial. Creo que el fundador de Nvidia, Jen-Hsun Huang, se llevará algún premio este año…

Las tecnologías de la información y la digitalización necesitaban un fuerte revulsivo, en este extraño 2023. Apple nos ha provisto de esa “Next Big Thing” (Steve Jobs). Nos esperan meses interesantes en esta carrera por dominar el espacio computacional, metaversiano e inteligentemente artificial que nos proveen las principales empresas de Tecnologías de la Información y Digitalización.

Jorge Díaz-Cardiel. Socio director general de Advice Strategic Consultants. Economista, Sociólogo, Abogado, Historiador, Filósofo y Periodista. Ha sido Director General de Ipsos Public Affairs, Socio Director General de Brodeur Worldwide y de Porter Novelli International; director de ventas y marketing de Intel Corporation y Director de Relaciones con Inversores de Shandwick Consultants. Autor de miles de artículos de economía y relaciones internacionales, ha publicado una veintena de libros, sobre economía, innovación, digitalización y éxito empresarial. Es Premio Economía 1991