Escasez de chips y lucha por el podio entre Intel, Nvidia, Samsung, Apple, AMD, TSMC y Qualcomm

  • Opinión

El gigante de chips gráficos Nvidia está aumentando la presión competitiva sobre Intel con planes para comenzar a vender unidades de procesamiento central (CPU) y atender al floreciente mercado de centros de datos. Nvidia dijo que su primer procesador para data centers funcionaría 10 veces más rápido que los chips de Intel. Llamado Grace, en honor a la famosa científica de la computación y militar norteamericana, Grace Hopper, el chip se basa en tecnología desarrollada por ARM el diseñador de chips del Reino Unido que Nvidia está en proceso de compra por 40.000 millones de dólares.

Tribuna de opinión de Jorge Díaz-Cardiel, socio director de Advice Strategic Consultants

El nuevo chip pone a Nvidia, con sede en Santa Clara, California, conocida por sus veloces procesadores que impulsan el hardware de los videojuegos, en plena competencia con Intel, que domina el mercado global en el suministro de chips a los data centers, según Mercury Research. Advanced Micro Devices Inc. (AMD) está situado en muy un distante segundo lugar en cuanto a chips para centros de datos.

La competencia apreta: en 2020 Nvidia superó a Intel como el mayor fabricante de chips por valor de mercado en bolsa. Sus acciones se han disparado debido a su apuesta por algunos de los campos más candentes de la tecnología, los videojuegos y la inteligencia artificial.

Según Nvidia, el chip Grace -que a Intel y a AMD no les hace nada de Grace- tiene como objetivo poder manejar un segmento específico de la informática, donde los procesadores necesitan analizar grandes conjuntos de datos rápidamente, un proceso que requiere un rendimiento informático rápido y una memoria masiva. Se puede utilizar para tareas como el procesamiento del lenguaje y la inteligencia artificial.

El valor de mercado de Nvidia se ha disparado a 319,800 millones, superando la valoración de Intel de 214,500 millones, a pesar de que Nvidia tuvo 10,920 millones en ventas anuales en su último año fiscal, en comparación con 71,970 millones de Intel, siete veces más. El enfado en Intel fue tan gordo que, entre otros motivos, por esto, cambiaron en febrero de CEO.

Y, hasta aquí todo…, casi normal: business as usual y competencia entre Intel y Nvidia y AMD. Pero es contexto, la madre del cordero, es la escasez de chips, que afecta tanto a quien los fabrica como a sus clientes, desde electrónica de consumo e informática a la industria del automóvil que, por falta de componentes, han tenido que retrasar la fabricación temporalmente, perdiendo billones de dólares.

En EEUU, Joe Biden se reunió el 12 de abril con representantes de la industria de semiconductores para presentar su propuesta de infraestructura de 2.3 billones de dólares, dentro de la cual, prevé dedicar una partida específica para impulsar la fabricación de microprocesadores, chips y semiconductores en América, “Made in América”: "Siempre he dicho que, respecto a las tecnologías de la información (TIC), China y el resto del mundo NO nos están esperando". “Y no hay ninguna razón por la que los estadounidenses deban esperar. Estamos invirtiendo agresivamente en áreas como semiconductores y baterías; eso es lo que están haciendo ellos y otros, también debemos hacerlo nosotros ". Obvio.

Biden habló con los CEO de Ford Motor Co., General Motors Co., Intel Corp., Alphabet Inc. (Google, YouTube) y otros fabricantes (Apple, a pesar de fabricar ahora sus chips, abandonando a Intel, como anticipamos aquí en IT User hace un año, no cualifica como fabricante de chips todavía, para el gobierno norteamericano…) para abordar la escasez global de chips, que ha provocado una desaceleración de la producción con la fabricación de automóviles y otras industrias, incluida la de fabricantes de ordenadores, tabletas y smartphones, entre otras.

Clientes y proveedores de chips enfatizaron ante Biden la necesidad de poner foco en la cadena de suministro de semiconductores para ayudar a mitigar la escasez. Si Biden les entendió es harina de otro costal, porque toda su carrera es política y su única relación con las empresas y más aún con las TIC es lo que ha visto en las películas, aunque también esto es dudoso, porque por edad, solo ve cine en blanco y negro… Anyway, la transparencia es esencial para ambas partes: por ejemplo, los fabricantes de automóviles necesitan una mejor percepción de los fabricantes de chips sobre cuántos y cuándo estarán disponibles antes de arrancar la producción. Los fabricantes de chips quieren tener una idea más clara de la demanda real, con la esperanza de evitar posibles pedidos fantasma que acaban por cancelarse, como sucedió en 2020.

La gran escasez de chips para automóviles es mala para la industria automotriz, pero solo temporalmente. Los verdaderos perdedores son los consumidores que necesitan coches para volver al trabajo, especialmente en EEUU, donde hay demanda. En España, no aplica, porque apenas se venden coches.

General Motors ha suspendido la actividad en 3 fábricas afectadas por la escasez mundial de semiconductores. La mayoría de los grandes fabricantes de automóviles han reducido la producción. Los microchips para automóviles son pocos, debido a los recortes de pedidos realizados al inicio de la pandemia y la fuerte demanda de otros sectores.

La menor producción afecta los resultados de los fabricantes de automóviles porque registran las ventas al enviar el inventario a los concesionarios. En febrero, GM y Ford pronosticaron que el impacto negativo en sus resultados operativas de 2021 ascendería a miles de millones de dólares. Desde entonces, la escasez de semiconductores ha empeorado, por lo que el impacto estimado podría ser aún mayor cuando las empresas informen los resultados del primer trimestre de este mes.

Por contraste con la industria automovilística, la escasez mundial de semiconductores, que obstaculiza la disponibilidad de todo, desde automóviles hasta refrigeradores, no ha reducido las ganancias de las grandes tecnológicas.

Un barómetro temprano de la fortaleza financiera de la industria TIC es Samsung Electronics Co. que anticipa un aumento del 44% de su resultado operativo, a pesar de que su producción de chips en Estados Unidos se paró durante semanas debido a la fortísima nevada en Texas.

Por su parte, Intel tiene un nuevo chip de centro de datos (al igual que nuevo CEO, desde febrero de este año). Después de varios trimestres de retrasos, Intel lanzó oficialmente sus chips de servidor "Ice Lake" Los nuevos chips Ice Lake de Intel cuentan con un aumento de rendimiento del 46%, y están hechos con su procesador de 10 nanómetros. Intel comenzó el envío del producto en el primer trimestre, una señal para los inversores de que la compañía está comenzando a recuperarse de los retrasos en la fabricación antes comentados. Es una tecnología dirigida específicamente a acelerar los cálculos de inteligencia artificial y las características de ciberseguridad. El chip también incluye funciones que ayudan con el cifrado y el descifrado, tareas que son particularmente difíciles de realizar para los microprocesadores.

La nueva generación de chips para servidores de Intel llega cuando la compañía ha perdido cuota en ese mercado frente a Advanced Micro Devices (AMD) en el primer trimestre de 2021. Según datos de Mercury Research, AMD ganó 2,6 puntos porcentuales para captar el 7,1% del mercado de servidores en el cuarto trimestre, sin contar los dispositivos que forman parte del llamado Internet de las Cosas. La participación de Intel disminuyó…

Los inversores siguen de cerca también el debut del chip Sapphire Rapids de última generación de Intel. Sapphire Rapids utiliza la técnica de fabricación de 10 nanómetros de segunda generación de Intel y es el primer producto que combina "completamente" varios semiconductores distintos en un solo paquete. Sapphire Rapids se lanzará en la segunda mitad de este año. Los envíos en volúmenes significativos comenzarán en 2022.

“Intel ha vuelto. El Intel antiguo es ahora el nuevo Intel” (más abajo lo explicamos, para los que ignoran de qué va la fiesta…, porque dicho así, es difícil entender la frase, sin conocer la historia de Intel)

En medio de la escasez de chips y aumento de la competencia con Nvidia y AMD, Intel estrenó CEO el pasado febrero: Pat Gelsinger, para quien Intel, “el gigante estadounidense de la fabricación de chips, está recuperando su gloria”. Es nuevo CEO, pero no nuevo en la empresa, donde trabajó 30 años con la vieja guardia de Intel de Andy Grove, hasta que fue despedido y ahora vuelve como Bruce Willis en “Jungla de Cristal 6.0”, con ganas de pelear.

Para empezar, duplicará la fabricación e invertirá 20.000 millones de dólares en construir dos nuevas fábricas de chips en Arizona. Made in América. Biden ayudará al sector con otros 50.000 millones de dólares, cifra que, seguramente, subirá hasta los 100.000 millones, para estimular la oferta de chips, puesto que la demanda está hambrienta…

Se espera que Gelsinger (nada que ver con Jandemor, otro directivo americano), quien comenzó su carrera con más de 30 años en Intel, pueda encauzar el rumbo del barco después de años de desafíos, en los que su desarrollo de chips más avanzado se estancó y fue superado por rivales asiáticos, como TSMC, que actualmente puede fabricar transistores más pequeños. y por lo tanto chips superiores. Para los que hemos trabajado en y para Intel, este hecho de hoy, hubiera sido impensable hace 15 años.

El cambio de estrategia más significativo es una nueva división llamada Intel Foundry Services, que aprovecha una de las mayores tendencias en el mundo de los semiconductores. Muchas de las principales empresas de tecnología y fabricantes de chips se han movido a un modelo en el que solo diseñan chips, pero recurren a fábricas asiáticas de TSMC y Samsung para fabricarlos. Tendencia que al presidente Trump ponía los pelos de punta y, falta de pelo, pone muy nervioso al actual presidente norteamericano, Joe Biden: el outsourcing de la producción de chips americanos a TSMC y Samsung, por mucho que sean aliados, provoca pérdida de empleos en América y potenciales robos de propiedad intelectual, de los que la administración de Trump acusó a empresas chinas, por ejemplo y sin dar nombres de todos conocidos.

Intel seguirá fabricando la mayoría de sus chips de alta gama, pero también gestionará fábricas también para otras empresas, que tienen su sede en EEUU y Europa. La estrategia de foundry/fundición (significado de foundry en castellano) también destaca la posición de Intel como un importante fabricante estadounidense, que muchos legisladores han tratado de proteger con incentivos, ya que los problemas de la cadena de suministro y la escasez de chips han revelado “lagunas” en la fabricación de chips en Taiwán (TSMC) y Corea (Samsung).

El anuncio de Intel y su inversión de 20.000 millones de dólares en nuevas fábricas en suelo estadounidense sugieren que, en unos pocos años, las empresas que podrían haberse visto obligadas a ir a Asia para fabricar semiconductores podrían obtener un rendimiento similar de chips fabricados en lugares como Arizona.

Intel sugiere que había mucha demanda de sus servicios de fundición, especialmente de las grandes empresas de tecnología estadounidenses. Según su nuevo CEO, “ha recibido ofertas por sus servicios de fundición/foundry de compañías como Amazon, Cisco, Google, IBM y Qualcomm. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, ha respaldado públicamente el plan de Intel.

Apple no está en esa lista de potenciales clientes, porque, como antes dijimos, reemplazó los chips Intel con los suyos propios, en su última línea de ordenadores portátiles, lo que provocó miedos sobre el futuro de Intel.

Intel está ahora haciendo anuncios que comparan sus chips con los de Apple, utilizando al mismo actor que hace años hacía anuncios promocionando a los Mac y hoy, haciendo lo contrario, defiende a Intel.

Jorge Díaz-Cardiel. Socio director general de Advice Strategic Consultants. Economista, Sociólogo, Abogado, Historiador, Filósofo y Periodista. Ha sido Director General de Ipsos Public Affairs, Socio Director General de Brodeur Worldwide y de Porter Novelli International; director de ventas y marketing de Intel Corporation y Director de Relaciones con Inversores de Shandwick Consultants. Autor de miles de artículos de economía y relaciones internacionales, ha publicado una veintena de libros, sobre economía, innovación, digitalización y éxito empresarial. Es Premio Economía 1991