Nube, IA y automatización para la industria telco: el arte de lo posible
- Opinión

Las empresas de telecomunicaciones se enfrentan hoy en día al reto de operar sus redes de forma más eficiente y monetizarlas de manera más eficaz. La clave del éxito está en diseñar y construir una infraestructura inteligente y autónoma, en la que se use automatización, IA y las ventajas económicas de la nube híbrida.
Al igual que muchos sectores, el de las telecomunicaciones se está replanteando el uso de la nube. Hay muy pocas empresas que sigan con el plan original de trasladarlo todo a la nube pública. Diferentes cargas de trabajo requieren el uso de distintos entornos operativos para satisfacer las necesidades de cumplimiento regulatorio, seguridad y rentabilidad, por lo que los escenarios híbridos han demostrado ser la mejor manera de conseguirlo.
El debate se mantiene vivo entre muchos proveedores de servicios. Tras un periodo de rápida migración a la nube, han conseguido comprender con más detalle la economía de sus operaciones. Este conocimiento, combinado con los cambios en los requisitos regulatorios y las estrategias empresariales, está llevando a una frecuente reevaluación de qué cargas de trabajo deben trasladarse a qué nube. La atención se centra en las estrategias de nube híbrida que proporcionan la flexibilidad necesaria para adaptarse a los requisitos cambiantes y a los objetivos financieros, operativos y empresariales.
Una forma de reducir la complejidad de un entorno híbrido es utilizar una plataforma horizontal y unificada que proporcione un conjunto coherente de herramientas operativas y capacidades de seguridad en varias nubes. Las organizaciones obtienen un control centralizado mediante la automatización para escalar y mover cargas de trabajo desde el núcleo hasta el extremo de la red, a la nube pública y viceversa. Buscan la máxima flexibilidad e independencia a la hora de elegir opciones de nube actuales o futuras.
Automatización integrada
Para integrar mejor las nubes con una plataforma escalable, hay dos cosas esenciales: la automatización de extremo a extremo y la IA.
La automatización ayuda de varias maneras. La automatización actual proporciona datos de muchos dispositivos y terminales de la red y de toda la TI. Estos datos son analizados por aplicaciones de IA que, a continuación, devuelven recomendaciones para que las herramientas de automatización realicen cambios tanto proactivos como reactivos.
Además de proporcionar una mejor inteligencia sobre lo que se automatiza, la IA también puede acelerar el proceso de escribir comandos de software para ejecutar la automatización.
El aprovisionamiento de servicios de conectividad ya está automatizado en muchos proveedores de servicios, pero vincular la automatización a la capa de aplicación sigue siendo una oportunidad abierta. Al igual que ocurre con la nube híbrida, los proveedores de servicios deben adoptar un enfoque integral de la automatización, tanto en la red y la infraestructura como en las aplicaciones empresariales. Se trata de aplicar la automatización a mayor escala de forma coherente y repetible, ya sea aprovisionando infraestructura, desarrollando un servicio o extrayendo datos de un sistema. La automatización a escala de toda la organización puede centralizarse en una plataforma coherente para evitar islas de automatización fragmentadas y mejorar la usabilidad y productividad generales.
Aplicación de AIOps a la infraestructura
Hasta la fecha, el uso de IA por parte de los proveedores de servicios tiende a darse en áreas como la atención al cliente con chatbots, comprobaciones del cumplimiento regulatorio o detección de malware. El uso de la IA en la optimización de infraestructuras aún está en pañales. Sin embargo, está llamada a desempeñar un papel cada vez más importante con el desarrollo de la IA generativa y los grandes modelos de lenguaje (LLM). El concepto de generación aumentada de recuperación (RAG, por sus siglas en inglés) será especialmente importante. La RAG proporciona a los LLM información adicional procedente de fuentes de conocimiento externas, como datos actuales en tiempo real o información contextual, propia o específica de un dominio. Esto permite la creación de un sistema de bucle cerrado que puede impulsar automáticamente las decisiones en la infraestructura para que pueda ajustarse dinámicamente según sea necesario.
Esto puede aplicarse a la supervisión del tráfico, la gestión de la carga, el ajuste, la gestión del ciclo de vida de la red y la gestión de la energía. Con esta última, por ejemplo, las cargas de trabajo pueden compactarse en unidades más pequeñas para consumir menos energía en el centro de datos, lo que se traduce en un menor coste. Hasta ahora esto exigía acceder a cada sistema por separado y programadores en ejecución, por lo que este cambio es transformador. En la red de acceso radioeléctrico (RAN, por sus siglas en inglés), los modelos de IA pueden utilizarse para un control más dinámico de frecuencias, sectores, celdas y estaciones base. La IA también puede simplificar y agilizar las operaciones al permitir el análisis de la causa raíz en tiempo real para reducir el tiempo que se tarda en solucionar los problemas, o con el análisis predictivo para prevenir los problemas incluso antes de que ocurran, proporcionando una mejor experiencia de servicio en general.
Dar sentido a la nube híbrida
El auge de la IA es, a su vez, el auge de la nube. Las organizaciones se están dando cuenta cada vez más de que necesitan recursos en sus instalaciones, en el extremo de la red y en la nube para sacar el máximo partido a sus proyectos de IA, por lo que están trabajando en la integración estratégica de soluciones de nube híbrida en iniciativas de IA. Esto se debe a la necesidad de combinar la seguridad y la soberanía de los datos con la potencia informática necesaria para los potentes modelos de IA, al mismo tiempo que se mantiene bajo control el coste de los modelos de formación y la inferencia de modelos. En cierto sentido, los servicios en la nube y la IA tienen una relación simbiótica, ya que los primeros sirven de columna vertebral para el desarrollo continuo y la adopción generalizada de la IA. Esta integración es fundamental para desbloquear nuevas oportunidades de negocio, como las aplicaciones empresariales de vanguardia, y transformar las prácticas de trabajo tradicionales.
En última instancia, una redefinición radical de las redes es lo que ayudará a los proveedores de servicios a establecer la innovación y mantenerse competitivos y preparados para el futuro. Está al alcance de la mano crear una infraestructura totalmente automatizada que utilice el despliegue y las operaciones sin intervención, que tenga un control inteligente de la computación, el almacenamiento y la red y que sea capaz de autoconfigurarse, autorrepararse, autooptimizarse y autoevolucionar. Pero no puede hacerse creando procesos únicos e individuales que funcionen de forma diferente, ni tomando decisiones fragmentadas. Para beneficiarse de la conexión de todo, desde el núcleo hasta el extremo de la red y la nube, creemos firmemente que el sector necesita un modelo operativo, una técnica de automatización y una plataforma en la nube comunes. Por encima de todo, necesitamos un enfoque de ecosistema abierto y colaborativo para construir, probar e innovar con el fin de unir todas estas piezas.
Por Honoré LaBourdette, acting senior vice president, Global Telco, vice president, Telco Partner Ecosystem, Red Hat