La escasez de chips persistirá hasta el segundo trimestre de 2022

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Gartner escasez de chips

Durante 2021 va a persistir la escasez global de semiconductores y no se recuperarán los niveles normales hasta el segundo trimestre de 2022, según las estimaciones de Gartner. De momento, no hay solución a este problema que ralentiza la fabricación de numerosos productos.

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La solución al desabastecimiento de microprocesadores no va a ser inminente. De acuerdo con Gartner, la escasez mundial de estos componentes va a continuar durante todo este año y no se llegará a unos niveles normales hasta el segundo trimestre de 2022.

Por tanto, habrá problemas en la cadena de suministro y la producción de aparatos electrónicos y cualquier equipo conectado estará limitada. No es algo banal, ya que afecta a smartphones o tablets, pero también en un mundo interconectado estamos hablando de coches, aviones, televisores, videoconsolas, equipos hospitalario o lavadoras.

Además, la carestía de chips viene acompañada por un aumento en los precios de las obleas y, en consecuencia, los chips y los dispositivos serán más caros.

Los analistas de Gartner recomiendan a los fabricantes que dependen directa o indirectamente de los semiconductores que tomen cuatro acciones para mitigar el riesgo y la pérdida de ingresos durante esta crisis de abastecimiento.

- Ampliar la visibilidad de la cadena de suministro: la escasez de chips hace que sea esencial tener más visibilidad de la cadena de suministro, yendo más allá del proveedor al nivel del silicio. Será fundamental prever las limitaciones y los cuellos de botella que se puedan producir, así como poder calcular cuándo mejorará la situación para poder reaccionar.

- Garantizar el suministro con un modelo complementario: aquellas empresas que necesitan componentes críticos y de menor tamaño deben buscar acuerdos con compañías similares para negociar con las fábricas de chips en mejores condiciones. Además, si la escala lo permite, podrían realizar inversiones en puntos clave de la cadena de valor para garantizar un suministro a largo plazo.

- Hacer seguimiento de los principales indicadores: aunque ningún parámetro por sí solo proyectará cómo evolucionará la situación de escasez, conocer una combinación de parámetros relevantes puede ayudar a que las organizaciones tengan más visibilidad y puedan tomar decisiones más acertadas.

- Diversificar la base de proveedores: cualificar a más proveedores de chips requeriría trabajo e inversión adicionales, pero ayudaría mucho a reducir el riesgo. Además, si crean relaciones estratégicas con distribuidores y otros actores de la cadena, puede contribuir a que encontrar pequeños volúmenes de componentes que se necesitan con urgencia.