Matrix42 muestra el valor de SAM en el entorno empresarial

A pesar de que muchas empresas no son conscientes de su importancia hasta que enfrentan auditorías, sanciones o sobrecostes, SAM se posiciona como una herramienta clave para el gobierno de TI, tal y como explicó a los asistentes Félix Ruiz, experto en SAM de Matrix42, recién incorporado a la compañía tras su experiencia como CIO de Telepizza o responsable de SAM en Cosentino, entre otras.

 

Gestión optimizada de los activos de software

Según señaló este responsable, SAM no es solo una cuestión de inventario o licenciamiento, sino una práctica continua y proactiva que implica la gestión y optimización de todos los activos de software a lo largo de su ciclo de vida. Esto incluye desde la compra, instalación y uso, hasta la retirada o migración, permitiendo así una visión clara y unificada del entorno tecnológico de la organización. Su implementación facilita una correlación precisa entre los registros de compra y el software instalado, previniendo desviaciones, duplicidades o el uso no autorizado.

 

El valor estratégico de SAM

El valor de SAM se refleja en distintos niveles de la organización. A nivel estratégico, permite decisiones más informadas mediante el acceso a datos precisos y relevantes. A nivel operativo, optimiza los recursos y procesos, reduce riesgos de cumplimiento y aumenta la seguridad. También ofrece ventajas durante negociaciones contractuales, integraciones tras fusiones o adquisiciones, y en la gestión de productos que llegan al final de su vida útil.

Y es que la transformación digital ha hecho que el entorno tecnológico sea más complejo, con modelos híbridos de nube, migraciones constantes, y un uso creciente de dispositivos y aplicaciones descentralizadas. En este contexto, la gestión tradicional ya no es suficiente, y SAM se vuelve vital para sostener iniciativas como la migración a la nube, el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés), la ciberseguridad y el trabajo remoto, todos los cuales requieren una supervisión precisa del software y sus licencias.

 

Transformar datos en decisiones

Uno de los aspectos más destacados es la capacidad de SAM para aportar información veraz y clara, lo que permite a las empresas transformar datos en decisiones. Un inventario universal y actualizado permite detectar hardware y software no autorizados, evaluar el uso real frente al adquirido, y realizar auditorías internas para anticiparse a las externas. Esta transparencia posibilita negociaciones más favorables con los proveedores y evita multas por incumplimientos.

En este sentido, Félix Ruiz recalcaba la necesidad de contar con una herramienta SAM robusta, como la de Matrix42, que permita integrar múltiples fuentes de datos, automatizar procesos, generar informes relevantes y asegurar la trazabilidad completa de los activos. A través de una interfaz intuitiva, se facilita el acceso a métricas clave, como la utilización de licencias, el estado de cumplimiento y la identificación de áreas de ahorro.

 

Cumplimiento normativo

En el plano normativo, SAM ayuda a evitar sanciones y conflictos legales derivados del uso indebido de software. Asegura que cada instalación esté respaldada por una licencia válida y adecuada, facilitando el cumplimiento con regulaciones locales e internacionales. Esto cobra particular importancia en entornos como la nube híbrida, donde las licencias pueden tener restricciones diferentes y las auditorías son más frecuentes y complejas.

Además, SAM ofrece un soporte fundamental en fusiones y adquisiciones. Permite realizar un análisis detallado del entorno tecnológico de las empresas implicadas, detectar redundancias o conflictos de licencias, y facilitar la integración de sistemas. También es clave en proyectos de migración cloud, ayudando a decidir qué aplicaciones deben trasladarse, cuáles pueden eliminarse, y cuáles requieren renovación de licencias.

 

El rol de SAM en la ciberprotección de las organizaciones

Otro aspecto importante es su papel en la ciberseguridad. Un entorno de software desorganizado es más vulnerable a ataques y fallos. SAM, al asegurar una gestión controlada y actualizada de los activos, contribuye directamente a fortalecer las defensas tecnológicas de la empresa. También permite identificar rápidamente componentes obsoletos o no soportados, que pueden representar brechas de seguridad críticas.

Con todo, la implementación efectiva de SAM no es un lujo, sino una necesidad para las organizaciones que desean operar de manera eficiente, segura y conforme a las regulaciones. Aquellas empresas que invierten en una estrategia de SAM sólida logran no solo reducir riesgos y costos, sino también obtener una ventaja competitiva en un mercado cada vez más digitalizado y regulado.

En definitiva, SAM se revela como una disciplina imprescindible para la gestión moderna de TI. Va mucho más allá de la simple administración de licencias: habilita una estrategia integral que combina control, optimización y visión de futuro. Al integrarse en la estrategia empresarial, SAM se convierte en un habilitador clave de transformación digital, eficiencia operativa y cumplimiento normativo.