Diez cualidades que deberías tener si quieres encontrar trabajo en 2030

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2030 no está tan lejos pero, al igual que ha ocurrido en los últimos diez años, la tecnología puede propiciar nuevos cambios en la forma de hacer las cosas y las empresas buscarán nuevos perfiles de trabajadores. La pregunta es: ¿serás empleable en esa fecha?

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Las nuevas tendencias en el entorno laboral, los avances tecnológicos, la globalización de los mercados, el crecimiento de nuevas formas empresariales más líquidas y flexibles, así como las necesidades inter generacionales están marcando una hoja de ruta en la que las reglas del juego han cambiado. Todo este contexto dibuja un nuevo escenario de habilidades y competencias para hacerse un hueco en el mercado laboral del futuro, ¿cuáles son esas habilidades para ser empleable en 2030?

El análisis de esos rasgos llega de la mano Yolanda Triviño, CEO del centro de innovación laboral Valkiria, que participará en el World Work Innovation, que tendrá lugar el próximo mes de noviembre. Para la directiva, es necesario distinguir entre las habilidades intrínsecas y las extrínsecas. Las primeras son las que dependen de uno mismo y permiten crecer como personas, mientras que las segundas serían habilidades más relacionadas con el entorno y con la capacidad innata de aprendizaje.

En lo que se refiere a las habilidades intrínsecas, Triviño destaca en primer lugar, la coherencia. “No podemos ofrecer a los demás si nosotros andamos faltos de alimento”, afirma.

Además, destaca la autenticidad. Dice que es básico buscar el mantra individual de cada uno o la piedra angular con la que nos puedan identificar, para, con ello, aportar un valor diferencial. Por esto, para ser empleable en el futuro una habilidad necesaria es encontrar aquello “nos mueve o apasiona”.

Por otro lado, los valores de cada persona la hacen única. Como explica la directiva, “sin valores la persona no puede conectarse con ella misma, no puede ser coherente consigo mismo y menos con el entorno”. Los valores son el puente entre las creencias y las acciones que se realizan. 

Para Triviño, otra de las habilidades a las que se no se le da importancia a priori y que, sin embargo, será esencial en el futuro, es la compasión. Pero no es su concepto judeocristiano, sino en el concepto anglosajón, de fomentar lo que une a las personas y permite ponerse en el lugar del otro.

Por otro lado, en lo que se refiere a las cualidades extrínsecas que requiere el candidato que quiera estar preparado para los requisitos del nuevo entorno laboral, Yolanda Triviño destaca en primer lugar ‘fluir’, que sería dejarse llevar por la vida por una actitud de aprendizaje continuo.

En este ámbito destaca también que los cambios y las nuevas tendencias en los mercados llevan a no haya fronteras. Es necesario aprender de los demás y de las mejores prácticas que se llevan a cabo con cada código cultural específico.

Además, en diez años, los milennials estarán al mando de los nuevos puestos directivos. Esto creará un tipo de empresa en la que primará el equilibrio personal, sin jerarquías. Este nuevo paradigma convivirá con la generación X y con las nuevas generaciones como la Z.

Asimismo, se requerirá flexibilidad: las empresas demandarán una gran capacidad de adaptación a los cambios continuos y a los factores. El miedo al cambio será una barrera limitante restando valor a la persona.

Triviño destaca cómo el ser humano en 2050 estará compitiendo con la inteligencia artificial. Se verá remplazado en muchos puestos más operativos por lo que podrá centrarse en desarrollar sus cualidades más intrínsecas.

Por último, será clave crear y desarrollar habilidades como la comunicación y las relaciones interpersonales para crear una red de contactos que permita crecer y desarrollarse.