¿Qué rasgos tendrán los líderes empresariales de la próxima década?

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Un nuevo estudio de Russell Reynolds Associates sostiene que el "liderazgo silencioso" será fundamental en los CEO de la próxima década. Este tipo de dirección está asociada a rasgos como su capacidad de conexión con las personas, pragmatismo, humildad, etc.

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El especialista en la búsqueda, evaluación y asesoramiento de altos directivos, acaba de realizar una investigación que pone en valor un nuevo tipo de rasgos de la personalidad de un líder, más ligados a un lado pragmático, vulnerable y que conecta con las personas. Es lo que se conoce como “liderazgo silencioso”.

El estudio, realizado en colaboración exclusiva con Hogan Assessements, se basó en Leadership Span, un innovador enfoque científico creado por la firma para reducir los riesgos en los procesos de selección y aumentar el éxito en la captación de líderes. Para ello se analizaron a 1.000 ejecutivos y se evaluó su integridad y su capacidad de superación, dos cualidades muy valiosas que los consejos de administración buscan en un CEO pero difíciles de medir y observar en un proceso de contratación de C-suite.

La confianza en su ética y juicio, así como resiliencia para recuperarse de las inevitables crisis y retrocesos para fortalecer a la organización son aspectos que no están disponibles para las empresas cuando evalúan a un candidato, ya que tienden a centrarse en rasgos de personalidad más observables como el carisma, la influencia o la pasión. Las características fuertes que a menudo impulsan la contratación no nos dicen casi nada acerca de la integridad o resistencia de una persona.

Ramón Gómez de Olea, Country Manager de Russell Reynolds Associates en España, señala que “la compañía calculó que palabras fuertes como pasión, inspiración, influencia, carisma y energía se usaban tres veces más a menudo en las descripciones del rol de un CEO que las que se refieren a características más silenciosas como humildad, autenticidad y ser un buen oyente”. Tener personalidad fuerte, ligada a este lado más ruidoso, no implica necesariamente un mejor desempeño de un puesto directivo. Sin embargo, la capacidad de conectarse con los demás, de ser vulnerable o de mostrarse reacio a la hora de asumir riesgos se asocia a los perfiles con alta integridad.

Equilibrio entre cualidades silenciosas y ruidosas
Estos hallazgos van en contra del perfil estereotípico de CEO, pero esto no significa que los rasgos fuertes no sean importantes. “En la tarea de desarrollar y seleccionar líderes adecuados para la próxima década, desde Russell Reynolds Associates creemos en la necesidad de buscar un equilibrio y prestar atención tanto a los rasgos ruidosos como a los silenciosos a la hora de elegir a un candidato. Esa combinación es la que define a un buen líder, ya que le otorga capacidad para adaptarse a todas las situaciones”, añade Gómez de Olea.

De este modo, la firma de talento apuesta por una apreciación renovada de las cualidades silenciosas. Esto nos lleva hacia una generación de líderes que poseen una mezcla entre sus rasgos “altos” y “bajos”, que les permite aprovechar ambos conjuntos de cualidades para dar respuesta de la mejor forma a los diferentes desafíos.